Por REDACCIÓN
BAHÍA BLANCA 22 (AICA).-El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa OP, confirió el ministerio laical del catequista a Elsa Noemí Vigil de Vázquez, la primera persona de esa jurisdicción eclesiástica en recibirlo desde que el Papa Francisco lo instituyó, mediante la carta apostólica en forma motu proprio Antiquum ministerium.
La misa en la catedral Nuestra Señora de la Merced, durante al que se realizó la ceremonia, se celebró el 21 de agosto, día en el que la Iglesia realiza la memoria litúrgica de san Pío X y celebra del Día del Catequista.
Vigil es una docente de 91 años que ha dedicado y dedica su vida a impartir la catequesis, evangelizar y misionar, en especial en la comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria, de la localidad de Guaminí.
También ha colaborado como agente de pastoral y en la Junta de Catequesis de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.
El testimonio de vida de "Elsita", como se la conoce, ha dejado huella en numerosas personas, y quienes la tratan la definen como "incansable peregrina, constante en contemplar, convincente al predicar, generosa al servir, valiente al emprender, memoria permanente de la vocación evangelizadora".
La misa fue presidida por el arzobispo bahiense y concelebrada por el presbítero César Cardozo, vicario general; el presbítero Mariano Fritz, director de la Junta de Catequesis y la Escuela de Teología; el presbítero Pablo Lobos, administrador parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria de Guaminí; el presbítero Juan D'Amico, director anterior de la Junta; el presbítero Kevin Martínez, vicario de la catedral; y los sacerdotes Fabio Oller y Adrián Martínez.
El Coro Arquidiocesano, de la mano de su director, el maestro Alberto Tramontana, acompañó esta fiesta.
Participaron de la celebración eucarística varios catequistas de Bahía Blanca y una delegación importante que llegó desde Guaminí, para acompañar a Vigil en un día especial.
Peregrina contemplativa, itinerante y generosa
En la homilía, monseñor Azpiroz Costa le pidió a Vigil que no se preocupara, porque no iba a leer "su prontuario ni tampoco tu currículum", y subrayó: "No hace falta".
"De naturaleza docente y dicente a la vez de la Palabra que es escuchada antes que enseñada, Elsa se destaca por su pasión", señaló.
"Soy testigo de su permanente preocupación de alentar y educar a las personas de su comunidad y de todas las comunidades. No es una señora feudal de su corralito o de su ranchito. Se destaca por la profunda alegría con la que afronta y ayuda a afrontar los gozos y esperanzas, las tristezas y angustias de la vida de todas las personas", puntualizó el prelado.
El arzobispo bahiense insistió en señalarla como "una mujer que se destaca por su presencia comunitaria en diversos niveles" y lo hace estudiando, entendiendo y enseñando.
"Elsa es una peregrina contemplativa, itinerante y generosa", subrayó.
Un compromiso de vida
Al agradecer la bendición del ministerio, Vigil consideró que la Iglesia necesita catequistas "capaces y constantes; y que no tomen la catequesis como algo ocasional, para una temporada, cuando van sus niños, sino que es para siempre".
"Es un compromiso de vida y un servicio que se ofrece a la Iglesia siempre", sostuvo.
"Estoy muy emocionada. No sé si realmente yo soy la persona indicada, por la pila de años que tengo", dijo, y pidió: "Dios me ha regalado 'vida útil' y tengo que seguir ofreciendo este servicio, pero para poder responder a las exigencias de un ministerio cuento con la ayuda de todos ustedes".+