Por Redacción
Por Amado Raspo. - Se jugaba un partido de fútbol en un torneo sudamericano; cuando los equipos de Argentina, no sólo ganaban, se coronaban campeones, y daban cátedra de fútbol.
El encuentro era entre Argentina y Chile; no había televisión, y estaban los asiduos concurrentes de la Sociedad Italiana de Humberto Primo, con un aparato de radio, escuchando las alternativas del partido.
Aparece, entonces, un personaje muy conocido en Humberto Primo de sobrenombre "Chuchi"; más de uno lo debe recordar; y su aparición lo fue con una bomba de estruendo, de las que se utilizan en las fiestas patronales, y su expresión:"Si Argentina hace un gol, tiro la bomba".
Bueno, al rato, llegó el primer gol de Argentina y nuestro personaje no tuvo mejor idea que prender la mecha de la bomba y tirarla a los pies de los presentes.
El desparramo fue total, volaron vasos, sillas y hasta un parroquiano que usaba muletas del susto las dejó y se fue saltando en un solo pie.
No pasó nada, porque el ilustre Chuchi, había sacado toda la pólvora de la bomba y le colocó una papa. Pero eso no lo sabían quienes estaban escuchando el partido; total que la bomba, consumida la mecha, se apagó.
Quedó sólo el recuerdo de:"Al primer gol de Argentina tiro la bomba".
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