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Región Miércoles 18 de Diciembre de 2019

Bodas de oro con el sacerdocio

SUNCHALES

REDACCION

Por REDACCION

SUNCHALES (De nuestra Agencia). - El pasado sábado  celebró el cincuentenario de su ordenación como sacerdote el pare Antonio Izquierdo., el feliz acontecimiento tuvo su festejo con una misa concelebrada presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Fernández.

Pudimos entrevistar al sacerdote,muy conocido y querido en nuestra zona, y así nos relataba los aspectos más salientes de su trayectoria.

Nos hizo saber que "nací en un pueblo de la provincia de Granada , España, el 3 de abril de 1936".

Al preguntársele ¿como llegó a Argentina? respondió "a través de las sesiones del Concilio Vaticano II  todos los obispos debían ir a las sesiones,  recuerdo que en Madrid encontré a monseñor Vicente Zazpe, con el que estuvimos hablando en varias oportunidades, y él me propuso que si quería ser sacerdote en la diócesis de Rafaela, que terminase lo que me faltaba, que eran.tres años para terminar los 12 años, en los seminarios de Santa Fe y Paraná. Estudié 9 años en España, dos en el seminario de  Santa Fe y uno en el seminario de  Paraná".

"En Rafaela me ordenó  monseñor   Brasca el 14 de diciembre de 1969, por eso el 14 cumplí  50 años como sacerdote.


El llamado


"El llamado se siente más bien  cuando uno es joven o adolescente,yo me crié con un tío que era sacerdote, como monaguillo, y me gustaba imitarlo, seguirlo o estudiar para sacerdote, ese es el origen en el fondo. Mi tío me pagó el estudio de los nueve años, intuyo que él aspiraba que cuando me ordenase me quedara con él,  en su parroquia,por eso  entiendo que le costó mucho aceptar mi decisión de venir a Argentina".


El ministerio

En cuanto a el ejercicio de su ministerio remarcó que "vine a terminar mis estudios siempre  para la Diócesis de Rafaela; he sido vicario nueve meses entre las parroquias de Vila y Ramona,  luego me dieron el primer nombramiento, en la parroquia de Zenón Pereyra y la parroquia de Castelar, monseñor Casaretto en 1980 me trasladó a la parroquia  de Santa Clara de Saguier, ahí estuve hasta el año 1994, después monseñor Romero me cambió a Colonia Aldao, ahí estuve desde 1994  hasta que monseñor Franzini me jubiló en 2011, y me mandaron acá - a Sunchales- en la medida de mis posibilidades y de sus necesidades".

Consultado  acerca de que si tenía predilección por alguna de las comunidades en las que tuvo que ejercer, manifestó  que " me adapté a  la mentalidad de todos los pueblos, acá son piamonteses, en el fondo el piamontés es amante de los sacerdotes, me he encontrado muy bien en todas las parroquias, todos los pueblos me han marcado, todos me han realizado y me han hecho sacerdote, me han valorizado, me han acompañado, me han orientado".

En cuanto a la relación con los obispos que fueron sus superiores puso de relieve que "me vine en la confianza de monseñor Zazpe, cuando lo cambiaron quería irme con él, pero me dijo que había estudiado para servir en esta diócesis y debía quedarme, así lo hice y conviví por dos años con monseñor Brasca en la parroquia Nuestra Señora de Fátima" de Rafaela, y fue una buena relación.


La celebración

En cuanto a la actividad del pasado sábado  consideró que "la celebración fue muy linda, muy allegada, muy recordativa. Hice estampas de recuerdo, primero un agradecimiento a Dios  que me dio la vida, la salud, la inteligencia, la fe, el sacerdocio y el amor, a mis padres y a todas las personas que me acompañaron , a todos los obispos de la diócesis.  No siento nostalgia de España ni la familia,  los obispos me han querido mucho, los sacerdotes me han respetado y los laicos  me han realizado, han sido muy generosos y amigos".

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