El 30 de marzo de 2021, en la santiagueña población de Los Juríes, en la casa de su abuela Anabela Barreto dio a luz una beba que peso 3.500 kilos, y se dirigió al baño.
Dos horas más tarde, abrió la puerta y se comprobó que la niña recién nacida, había hallado la muerte ahogada en un fuentón con agua.
Al respecto, la fiscalía actuante solicitó la pena de prisión perpetua, en una causa investigada por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
Se destaca que la defensa solicitó la absolución lisa y llana, argumentando que la jovencita no era una asesina de su hija, sino una paciente que carecía del debido control médico, y que actuó bajo los efectos de medicamentos que había ingerido.
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