Alejandro Elizondo tenía 58 años de edad, y vivía junto a un hermano en una vivienda de precarias condiciones, en la calle Formosa al 100 de la capital sanjuanina.
Fuentes policiales dieron a conocer que el deceso se había producido por causas naturales, a un costado de la cama que ocupaba en una habitación, y allí fue encontrado tras ser parcialmente devorado por sus siete perros.
En dicho escenario también fue ubicado su hermano, de nombre Oscar y 45 años, quien en primera instancia fue detenido, pero luego liberado al comprobarse que nada tenía que ver con el lamentable desenlace.
Oscar no estaría capacitado para resultar responsable de su propio cuidado, por lo que la Justicia evaluaba la posibilidad de derivarlo a un organismo, donde pueda ser internado.
Por otra parte, los canes fueron entregados a una protectora de animales, a los fines pertinentes.