En un operativo conjunto desplegado entre personal policial de la Comisaría N° 6 de Frontera, y la División de Investigaciones de San Francisco (Córdoba), se llevaron a cabo dos allanamientos en la ciudad de Frontera, en el marco de distintas diligencias para dilucidar graves hechos delictivos ocurridos en la ciudad, con secuestro de elementos, pero sin detenciones.
Según consignó el colega de San Francisco -El Periódico- se debe considerar en el marco de estos allanamientos que en los últimos días se produjeron graves episodios de inseguridad, entre ellos dos asaltos a empleados de estaciones de servicios perpetrados casi seguidamente en la ciudad cordobesa que limita con nuestro Departamento Castellanos.
Es así que de acuerdo a información oficial emanada de Relaciones Policiales de la UR V con asiento en Rafaela se pudo saber que los actos procesales están relacionados a un mandato legal a requerimiento de la Fiscalía de 4° turno y del Juzgado de Control de la ciudad de San Francisco, autorizado por el Juzgado de 1a. Instancia de la Quinta Circunscripción Judicial.
En es contexto, personal de Comisaria N° 6 fronterense y personal de la Brigada de Investigaciones de la ciudad de San Francisco, se constituyeron en un domicilio de calle 9 al 1000 de Frontera, donde fueron atendidos por una mujer de 35 años de edad, quien no opuso reparo alguno a que se lleve a cabo el procedimiento, arrojando el mismo resultado positivo, procediendo al secuestro de una motocicleta en buen estado de conservación y prendas de vestir.
Posteriormente, también realizaron otro allanamiento en otro inmueble de calle 9 al 400 también de Frontera, el cual arrojó resultados negativos en cuanto al hallazgo de material relacionado con la investigación.
Se continúan las diligencias legales correspondientes.
Pedido de paradero: buscan a Ricardo de 63 años
Este sábado, en sede de Comisaria N° 1, radicó denuncia una mujer de 53 años de edad, quien dio cuenta que desde las 15:00 del viernes, su hermano Ricardo Alberto Molina de 63 años de edad, se había retirado del domicilio y hasta el momento no había regresado.
El mismo es de contextura física delgada de 1.80 metros de estatura y tiene pelo corto oscuro, tez trigueña, y que al momento en que se retiró de la vivienda vestía un buzo de color marrón, pantalón de buzo negro y zapatillas blancas y un gorrito de lana negro, siendo todo lo que recuerda.
Cabe agregar que no se suministraron registros fotográficos del rostro de Ricardo Molina.
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