Por REDACCION
Cuando el reloj transitó la hora 2 de esta jornada, efectivos del Destacamento Nº 9 fueron informados sobre un suceso delictivo en una vivienda de la calle Miguel Cetta al 1700.
Allí, una mujer de 34 años de edad, hizo conocer que estaba durmiendo junto a familiares, y que de pronto escuchó ladrar a los cuatro peros de raza Dogo, que tiene en el patio.
Seguidamente, dijo que su hija escuchó a alguien pidiendo ayuda, y al salir observó que los animales atacaban a un intruso, por lo que les dio la orden de que cesen con esa actitud, y de inmediato llamó a la Policía.
Quien estaba cometiendo una violación de domicilio, responde al nombre de Pedro Ricardo M., es menor de edad, y cuenta con abultados antecedentes en el mundo del delito.
Finalmente, como suele suceder en casos donde el protagonista de un ilícito es menor de edad, posterior a las actuaciones de estilo, se procedió a la entrega a sus progenitores.
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