En marzo pasado, el estilista Germán Medina fue asesinado de un balazo en la cabeza, cuando se hallaba en su lugar de trabajo, en el porteño barrio de Recoleta.
Quien accionó el gatillo de una pistola calibre 9 milímetros, con la que había realizado prácticas de tiro, fue su compañero Abel Guzmán, de 43 años de edad, quien huyó del lugar del hecho y se mantuvo prófugo de la Justicia, hasta el pasado miércoles
Ayer, el asesino echó a su abogado -Héctor Costa-, posterior a las declaraciones que el letrado había realizado un día antes ante la prensa, cuando todavía no había leído el expediente.
Entre otras cosas, Costa había manifestado que su defendido "no sabe usar un arma", y que "tal vez se le escapó el tiro", en un escenario donde también dijo que pensaba pedir una excarcelación y prisión domiciliaria, alegando presuntos "problemas de salud", del santiagueño homicida.
En consecuencia, la familia de Guzmán, con la aprobación de éste, decidió el rápido cambio de abogado, al entender que sus declaraciones lo perjudicarían.
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