Una mujer policía santiagueña fue asesinada por su expareja, quien luego se quitó la vida.
El homicida había sido denunciado, e incluso tenía restricción perimetral, pero la pareja retomó la relación sin prestar atención al pedido de los hijos, que sabían del riesgo que se avecinaba.
Gustavo Juárez, también santiagueño y padre de las hijas de la víctima, le quitó el arma a Zárate en el transcurso de una discusión, la mató y acto seguido se suicidó.
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