Por Darío H Schueri
(Desde Santa Fe).- “No es justo que en esta instancia, todos los gremios públicos convoquen a un paro", argumentó el ministro de Gobierno Fabián Bastía para justificar el descuento – por primera vez a la administración central – del día de huelga de este miércoles 8, medida que se extenderá a los sindicatos docentes y las gremiales médicas. “Es una jugada de casilleros; no pueden parar el Estado todos juntos”, concluyó otro exponente del gobierno provincial quien aspira a que esta medida no se repita.
Evidentemente el gobernador Maximiliano Pullaro quiere aleccionar con el descuento del día de huelga a los sindicatos estatales, que decidieron parar todos juntos este miércoles para encastrar la medida de fuerza con la de la CGT del jueves, hecho que terminó de colmar la paciencia gubernamental.
Pullaro había sido prudente en tomar esta medida – el descuento del día de paro, de la cual ya no tendrá retroceso y deberá continuarla en caso de sucesivas medidas de fuerza – pero, tal como dijo su ministro político Bastía: “no se trata del gobierno, se trata de los ciudadanos de la provincia que, como todos, hacen enormes esfuerzos para mantener a la provincia”.
La docencia inmediatamente puso el grito en el cielo, máxime cuando el Ministerio de Educación envió a las escuelas un formulario de declaración jurada para que los docentes puedan especificar si están de acuerdo o no con el paro y, en el caso de querer asistir a trabajar, puedan expresar su voluntad. Lo tomaron como una provocación y quieren responder, no solo con un masivo acatamiento al paro, sino mediante una multitudinaria manifestación frente a Casa de Gobierno -este miércoles desde las 10:00-, para la cual invitaron a los otros sindicatos en desgracia.
El gobierno está convencido de que los maestros – en su mayoría – quieren dar clases y están de acuerdo con el Plan Asistencia Perfecta, y quiere que lo dejen estampado en una declaración jurada. Se tensa la cuerda.
Ahora bien, la simultánea medida de fuerza de los sindicatos estatales responde a una sola consigna: rechazar el aumento del 10% para los meses de abril y mayo ofrecido por el gobierno; decisión que difícilmente revoque hasta la nueva reunión paritaria sobre fines de este mes para hablar de los salarios de junio y julio. De tal manera: ¿la semana que viene redoblarán las medidas de fuerza todos los sindicatos como este miércoles?.
Nuevamente Bastía disparó el dardo letal: “vinimos a cambiar cosas, no haremos lo mismo que los otros. El descuento no tendrá devolución", como supo ocurrir con la docencia en la gestión de Omar Perotti en que fruto de negociaciones posteriores se les devolvió lo descontado.
¿Se espiralizará el conflicto hasta sólo Dios sabe dónde?.
Demasiadas preguntas cuyas respuestas dudamos que alguien tenga a mano.
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