Por REDACCION
En Lomas de Zamora, en la avenida Hipólito Yrigoyen, bajaron el lunes mismo el cartel donde estaba Martín Insaurralde con Federico Otermín, el candidato a intendente junto al candidato a primer concejal. Como Insaurralde está tan comprometido en este escándalo de Marbella, tuvieron que bajar el cartel y hoy subió el de Otermín solo, que es Chocolate. Cada cartel remite a un escándalo distinto, como que todo estuviera manchado, como que no tuvieras dónde mirar que te entusiasme, que te conecte con la política.
Esto que estamos viendo es la manifestación, el anecdotario escandaloso de lo que llamamos, técnicamente, crisis de representación, es decir, una clase política en la que no te podes ver reflejado.
Esto es el escándalo, es lo más notorio. Son el Rolex, que no sabemos si se lo regaló o no a Sofía Clerici; es el yate, es las vacaciones en Marbella, pero esto se sabía, por lo menos, desde hace cuatro años, cuando se publicó en la prensa el departamento que se compró Insaurralde en Puerto Madero cuando empezó a convivir con Jésica Cirio.
Al recorrer Puerto Madero, encontramos que ahí vive el intendente Espinoza, que ya ni visita La Matanza. Ahí se fue a vivir Boudou -no sabemos cómo lo compró, porque antes vivía en un médano-. Ahí vive el presidente Alberto Fernández, en un departamento que alquila eternamente con o sin Ley de alquileres. Pareciera que hay una forma de vivir en la clase política del AMBA y, sobre todo, entre los intendentes bonaerenses, con fortunas que no pueden explicar. Todos dejan su barrio y se van a Puerto Madero.
Eso no llama la atención hasta que aparece el escándalo. Hay una vieja frase que dice “si hay pobreza, que no se note”; esta sería: “Si hay riqueza, que no se note”. Si no se nota, pasa igual, salvo que aparezca un escándalo en Marbella, entonces sí nos damos cuenta de que estamos viviendo con una clase política muy corrupta, para decirlo sin eufemismos.
¿Por qué es importante esto? Porque pareciera que Puerto Madero es la primera escala, que te lleva después a Marbella, pero que todo esto está muy contaminado, y tiene que ver con el negocio vinculado a la policía, a los desarmaderos de autos. Insaurralde es el núcleo de una gran estructura ligada, desde hace décadas, al juego en la provincia de Buenos Aires.
Insaurralde nace en la vida política, primero, como yerno de Hugo Toledo. Toledo tuvo dos yernos: Insaurralde y el que fue el inventor de Fútbol para Todos, la mano derecha de Aníbal Fernández en ese negocio. Insaurralde pasa a ser secretario privado para “tareas logísticas” del que fue mano derecha -e izquierda, sobre todo- de Duhalde, Jorge Rossi, quien un día, desapareció de la intendencia de Lomas de Zamora y, así, Insaurralde, que era primer concejal, pasó a ser intendente.
Toda la estructura del juego en la provincia de Buenos Aires la maneja Insaurralde a través del presidente del Instituto del juego, que se llama Omar Galdurralde. Van a sacar a Insaurralde porque sabemos que van a fumigar todo el lugar físico donde estuvo, pero ¿el juego va a seguir manejándolo él o no? Es una pregunta importante.
De un gobierno que fue a buscar a Insaurralde cuando perdieron las elecciones hace dos años para intervenir la provincia de Buenos Aires. Él llegó a jefe de Gabinete no porque Kicillof lo eligió como colaborador, fue porque perdió las elecciones el peronismo, perdió las elecciones Kicillof, Cristina lo convocó a El Calafate, lo tuvo seis horas y le dijo, “chiquito, vas a tener que adecuarte ahora a que te vamos a poner un interventor que vos detestás. ¿Viste todo ese sistema de intendentes corruptos? Ahora van a manejar ellos la provincia”. Así llega Insaurralde. ¿Quién era Insaurralde? Se sabía, lo sabían todos. Este escándalo no puede sorprender a nadie.
Lo que ha estallado es mucho más que un personaje farandulero. Cuando se mira la historia del sur del conurbano bonaerense, que es donde nació el peronismo, tiene dos estructuras de poder competitivas entre ellas, La Matanza y Lomas de Zamora. Este último es el lugar que miraron los Kirchner para asentarse en el conurbano y hacen una alianza decidida con Insaurralde, la hace Máximo Kirchner. Todo lo que pasó en la provincia de Buenos Aires en materia de política durante estos años, se discutió entre Máximo Kirchner e Insaurralde en la mesa de decisiones. Cuando Cristina Kirchner se expuso a la crisis más importante que tuvo en materia de poder bonaerense en 2013, cuando Massa quebró el peronismo bonaerense y la enfrentó, al que fueron a buscar como candidato fue a Insaurralde, que venía de hacer una gran elección en 2011.
Acá empezó a resquebrajarse un edificio central de este sistema de poder. Bajaron a Insaurralde, subieron a Otermín, que está tan complicado como Insaurralde. La pregunta que hay que hacerse es ¿y si pierde Lomas de Zamora, qué va a pasar con la elección bonaerense este año? ¿Y la pueden perder? La pueden perder. Estamos hablando de un núcleo de la elección. (Fuente TN.com)
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