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Nacionales Lunes 19 de Junio de 2023

Las implicancias, los riesgos y el impacto en las reservas

REDACCION

Por REDACCION

BUENOS AIRES, 19 (NA). - La relación comercial y financiera de Argentina con China se ha desarrollado fuertemente en el último tiempo, ubicándose en el centro de la escena el swap acordado entre los bancos centrales de ambos países que trae consigo diferentes implicancias, riesgos e impactos.
Un informe de la consultora Ecolatina analizó las condiciones del swap, entendido como "un intercambio de monedas entre bancos centrales", explicando que "el Banco Central de la República Argentina (BCRA) registra los yuanes en su activo (aumenta las reservas) y en su pasivo (no son propios), es por esto que suelen restarse para calcular las reservas netas".
El informe resaltó que "los renminbis no son de libre disponibilidad", ya que "su uso requiere previamente de una activación" que debe acordarse con el Banco Popular de China (BPC).
En este sentido, si el BCRA utiliza los yuanes (o los canjea por dólares), al término del contrato -generalmente al año- "debe devolverlos, abonando un interés".
En ese sentido, el análisis detalló que "la utilización del monto negociado impacta en ambos lados de la hoja de balance del BCRA: cae tanto el activo vía menores reservas (pago de importaciones) y el pasivo vía menor Base Monetaria (se absorben pesos que venden los importadores a cambio de yuanes), disminuyendo como consecuencia tanto las reservas brutas como las netas".
La consultora explicó que "la dificultad para realizar un monitoreo pormenorizado de su utilización radica en que no existen datos públicos con los detalles de estas operaciones producto de la confidencialidad de los acuerdos".
Aunque puntualiza en que "según trascendidos, las aprobaciones de SIRAs cuyas importaciones se realicen en yuanes cobraron un carácter más fluido desde la negociación del nuevo acuerdo".
El swap chino cuenta con un período de duración de 3 años y puede prorrogarse. Al presente, se han celebrado diversos acuerdos y extensiones de forma ininterrumpida desde 2009, con negociaciones que fueron modificando el contrato original.
El informe recordó que "hasta antes del actual acuerdo era muy limitado el monto que el Gobierno podía utilizar de los casi US$19.000 millones (130.000 millones de yuanes) disponibles: por caso, el uso directo de yuanes fue en 2020 y 2021 de sólo el 0,2% del acuerdo".
En cuanto a los riesgos que trae aparejado el acuerdo, la consultora señaló que "las consecuencias de los diferentes usos y aplicaciones del swap son las relativamente elevadas y desconocidas tasas de interés que deben abonarse a posteriori".
En esa línea, desde Ecolatina indican que "como contrapartida, y si bien la información no es de índole pública, existen dos riesgos asociados": riesgo de tasa y riesgo cambiario.
Riesgo de tasa: la activación implica endeudarse a una tasa con un componente variable Shibor, lo que implica estar sujeto a subidas repentinas por decisiones del BPC. De todos modos, la buena noticia es que viene retrocediendo y ya acumula una caída 0,3 p.p. en 2023, ubicándose en la zona de 2,5% anual.
Riesgo cambiario: como cualquier endeudamiento en moneda extranjera, eventuales apreciaciones en la divisa en cuya deuda se incurre implica un peso mayor de los compromisos asumidos. En este sentido, la cotización del futuro de CNH para junio 2024 -moneda de referencia de la plaza de Hong Kong- marcó un valor de 6,9 USD/CNH, lo que implica una apreciación del 2,6%.
Esto significaría que, sobre el préstamo de USD 10.000 M, se incurriría en una salida extra de divisas próxima a los USD 300 M, equivalente a dos días de liquidación del "dólar soja/agro". Por último, el crawling peg y eventuales saltos disruptivos del tipo de cambio implican/rían un peso mayor en la posición deudora del país.

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