El gobierno de Javier Milei decidió desplazar al secretario de Culto, Francisco Sánchez, luego de despertar polémica por sus viajes al exterior.
Así lo confirmaron a la agencia Noticias Argentinas, fuentes de Casa Rosada, que ya piensan en el legislador bonaerense Nahuel Sotelo para reemplazarlo.
Si bien fue Sánchez el que presentó la renuncia, lo hizo impulsado por un pedido del gobierno.
Según trascendió, desde que tomó su cargo Sánchez realizó viajes en los cuales no sólo no compartió el avión presidencial junto con la comitiva argentina, sino que Cancillería pagó sus pasajes.
El ahora ex funcionario formalizó un total de seis viajes, cuatro al exterior y dos al interior del país, y registró, en concepto de gastos, los valores de 5.014.438 de pesos, 1.085 dólares y 7.184 euros.
Sánchez había asumido como secretario de Culto el 28 de febrero pasado, tras ser diputado nacional por el PRO y un hombre cercano a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En ese momento, su designación, avalada por la canciller Diana Mondino, había sido resistida por algunos sectores ante las duras críticas que había efectuado sobre al papa Francisco y cuestionamientos a la comunidad judía, entidades con las que debía tratar como secretario de Culto.
El saliente funcionario había sido noticia en mayo pasado por una participación en un encuentro del partido Vox, donde rechazó el aborto legal, criticó el divorcio, el matrimonio entre personas
del mismo sexo, y dijo que los hijos de padres separados sufrían ansiedad.
Para reemplazarlo, la gestión libertaria quiere al diputado bonaerense y jefe del bloque de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia, Nahuel Sotelo.
Es un hombre cercano a Milei, que tiene diálogo diario con Casa Rosada, y conoce al economista desde antes que se presentara como candidato a diputado nacional. NA
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