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Locales Jueves 12 de Mayo de 2022

Un reconocimiento justo y necesario

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REDACCION

Por REDACCION

El 12 de mayo de cada año celebramos el Día Internacional de la Enfermería, que coincide con el aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, quien es considerada como la fundadora de la enfermería moderna. El Consejo Internacional de la Enfermería (CIE) conmemora cada año esta fecha produciendo y distribuyendo un kit de materiales educativos relacionados con la enfermería.
Con la pandemia de coronavirus, sin lugar a dudas cambió la mirada en torno a la salud pública en su conjunto y en particular logró visibilizar la importancia del recurso humano y lo finito que es ante una crisis sanitaria como la que nos tocó atravesar. Las enfermeras y enfermeros, estuvieron en la primera línea para enfrentar este virus que trastocó todos los ámbitos, pero, más allá de esta enfermedad que golpeó a todo mundo, esta profesión siempre está en esa primera línea y es ese primer contacto.
“Soy Luciana Díaz, enfermera, así me presento y ese es mi trabajo desde hace 28 años. Recibida de Licenciada en Enfermería, habiendo cursado la maestría en administración de Servicios de Enfermería, siento que nada fue en vano, que todo lo vivido hasta el momento se unifica, el estudio, el trabajo, la docencia y la experiencia. Todo se conecta y se une justo en ese momento, en ese instante cuando puedo mirar a los ojos al paciente que cuido o tomarle la mano y prestarle mi servicio, en ese momento, en ese espacio, me siento plena, contenta. Cuando estás mal, internado y con medicación buscás alivio y yo no curo, eso hacen los médicos, pero yo cuido, y cuando cuido recibo más de lo que doy”; expresó. “Me gusta ser enfermera de hospital y la pandemia me hizo más fuerte. Tuve que guardarme el miedo que sentía, ponerme un traje tipo astronauta y no había ni tiempo ni experiencias previas. Mi función fue gestionar los servicios de enfermería. Me sentía tan chiquita frente a las enfermeras de los servicios y cuando me iba a mi casa, lloraba. Confiaba en Dios y ponía todo en sus manos. Era tan intenso el trabajo, los cambios, un virus desconocido nos aislaba y las enfermeras estábamos ahí, y nos hacíamos fuertes una al lado de la otra y asistiendo a los contagiados internados, que eran nuestros conocidos o familiares muchas veces”, compartió Luciana, con esa humildad que la caracteriza. “Recuerdo que había que aplicar todo lo que sabía, desde las técnicas de asepsia y desinfección, hasta lo que aprendí de Ética y Moral, “hacer el bien”, toda persona es digna…, las enfermeras cuidamos desde la gestación, durante toda la vida y hasta la muerte. Y todo lo que sabía de gestión: formar equipos, estimar escenarios posibles, costos, estadísticas, unir lo público y lo privado, calcular horas de trabajo, planificar. Puedo decir que fue como un tornado, devastador, confuso, con equivocaciones, pero un trabajo tan pleno, responsable, poniendo siempre la mejor intención. Y llegaron las vacunas y me devolvieron la esperanza. Y otra vez, ahora a liderar una vacunación masiva. Dónde, cómo, cuantas personas se necesitaban, costos, disponibilidad de vacunas, cadena de frío”, relató desde su experiencia.

“TODO PARECE UN SUEÑO”
“Hoy todo parece un sueño. Vuelvo al principio, a ese día que ingresé a la Escuela de Enfermería hace tres décadas, agradecida a mis docentes, a los médicos, a mis jefes y a mis compañeras y compañeros enfermeros y al hospital, al Jaime, al hospital público. Sí. Volvería a elegir esta profesión. Siento que cuidar es servir y cuando uno sirve a otro se siente en paz. Enfermería es una profesión poco conocida, hay que estar bien física y mentalmente, ser creativa, intuitiva, ordenada, metódica, empática con el que sufre, ser cálida y transmitir esperanza a quienes a veces la pierden, hay que trabajar en equipo, estudiar y trabajar mucho. Por todo eso y mucho más me siento orgullosa de ser enfermera", afirmó.

“ESTAR EN ESA PRIMERA LÍNEA”
Nelly Ilanes, conocida enfermera del hospital Jaime Ferré, compartió sus sentimientos en cada 12 de mayo: “durante la pandemia nuestro trabajo fue estar en esa primera línea junto a médicas y médicos que formaron parte del equipo de salud, y allí la enfermería cumplió un rol muy importante y se hizo visible su función. Fue algo para lo que uno no estaba preparado, nunca imaginábamos que íbamos a vivir algo como lo que se vivió, pero no dijimos no, todos nos pusimos la camiseta y salimos a hacer lo mejor que sabemos hacer que es estar al lado de quien lo necesita. En salud, siempre se necesita contención, la escucha. Era y es entregar todo en cada guardia que nos tocaba y que nos toca”.

MÁS ENFERMERAS Y ENFERMEROS
“La gente por ahí no dimensiona lo que vivimos, pero si fue duro para el que estuvo afuera, imagínate para nosotros ahí adentro. Quizás si habría más enfermeras y enfermeros sería distinto, por eso es tan importante que se difunda, que se vea nuestra profesión, que precisamente con la pandemia se hizo muy visible y llevó a muchos jóvenes empezar enfermería, con esas ganas de empezar y no por encontrar solamente una salida laboral, sino por realmente ver nuestro trabajo”, contó Nelly. Y agregó: “cuando lo elegimos lo elegimos por eso y ahí está el plus de nuestra profesión, donde uno lo hace por vocación y servicio”.

UN ROL CLAVE
Las enfermeras y enfermeros son personas que realmente deben estar comprometidas y apasionadas por su tarea, ya que requiere de ciertas características humanas que les permitan realizar un servicio de calidad en la atención y el acompañamiento de cada paciente internado dentro de la institución. “Desde chica sentía que mi lugar estaba en la enfermería. Creo que cuando decidimos estudiar, no tenemos real conciencia de cuánta responsabilidad nos corresponde” continúa la profesional haciendo referencia a las necesidades que atienden y a las distintas maneras de ayudar a las que se tienen que adaptar cada día. Además de las labores específicas de cuidado de la salud Patricia reconoce que “escuchar, charlar y dar compañía cuando el tiempo lo permite” son instancias que también le interesa cubrir desde su rol, asumiendo que muchas de las personas que se encuentran en situación de internación pasan mucho tiempo allí, con incertidumbre y necesidad de acompañamiento”, señaló Patricia Masat, enfermera jefa de la sala de clínica quirúrgica, del Hospital Dr. Jaime Ferré desde hace más de 36 años.

CAPACITACIÓN Y CRECIMIENTO
La enfermería creció mucho profesionalmente sobre todo en este último período, con el desafío que debió asumir el Hospital público en la atención de las personas enfermas de Covid19. La institución ofrece capacitación constante al área de enfermería y aporta tecnología para acompañar los procesos de crecimiento del personal. Desde hace no muchos años se ha logrado que todas las enfermeras y los enfermeros del Hospital sean profesionales. A su vez, por la misma pandemia, el SAMCo vio crecer rápidamente los equipos de trabajo que debieron incluir con urgencia personal que los ayude a cubrir las necesidades impuestas por la situación sanitaria.

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