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Locales Sábado 9 de Julio de 2022

Panadería Grimaldi cerró a las 9 de la mañana

Desde el miércoles, cuando LA OPINION publicó la noticia sobre el cierre definitivo del tradicional comercio rafaelino, las ventas no pararon ni un minuto: los clientes corrieron a abastecerse de esas panificaciones que ya nunca más podrán volver a comprar. Ayer bajó la persiana a las 9, porque se quedó sin productos.

REDACCION

Por REDACCION

Luego de la nota publicada por LA OPINION el miércoles 6 de julio, titulada “El cierre definitivo de Panadería Grimaldi: se van 60 años de historia de la ciudad”, la noticia sobre la despedida del histórico comercio de Bv. Lehmann 621, fue replicada por casi todos los medios locales. Es que el acontecimiento importaba, y mucho. Los clientes así lo demostraron, quienes, según nos contó Patricia Pollino, no dieron “respiro”.
Con Patricia ya habíamos charlado en nuestra primera visita, y volvió a recibirnos con esa calidez que la caracteriza, y por eso no son nada extrañas las amorosas muestras de  afecto recibidas estos días por parte de su clientela: “Vino mucha gente, mucha gente que hacía rato que no venía, algunos que se habían mudado. Algunos vinieron a comprar por última vez y otros vinieron solamente a saludar, a darnos un beso, a despedirnos, igualmente nos vamos a seguir viendo en la ciudad”, nos relata con emoción.
Y nos da detalles de cómo se vivieron estas últimas horas: “la gente, cuando se enteró que cerrábamos, hizo mucho stock, compraron para frisar. Llevaron facturas, pan, galletas. Ayer ya tuvimos que cerrar temprano, tipo cinco o seis de la tarde, y esta mañana (por ayer) eran más o menos las nueve y algo y ya no había más nada”.
Patricia se sorprende y cuenta: “Siempre abrimos a la seis y media y hoy ya tenía gente afuera esperando a esa hora. Desde ese momento no paré. Así que vinieron mis dos hijas a ayudarme. Tenía un montón de pedidos y algunos no alcancé a prepararlos porque no me quedaba mercadería. Igual hicimos muchísima más producción  de lo que hacemos siempre”. 
Le preguntamos cómo se siente, ahora, que acaba de bajar las persianas de su panadería para siempre:
-Yo me siento como con un vacío, me parece mentira que ya a esta hora está cerrado y que nunca más la voy a abrir, todas las mañanas a las seis y media yo abría...”
-¿Y cómo lo está viviendo tu marido?
-Pobre mi marido terminó esta mañana a las siete. Mi marido está como que todavía no cae, está muy cansado porque hace 24 horas que no duerme, estuvo trabajando continuamente desde ayer, porque hubo mucha demanda.
Con la intención de averiguar  más sobre los sentimientos y la mezcla de emociones que estarán apareciendo en la familia al transitar la difícil decisión de soltar estos 60 años de historia, indagamos sobre el “horno”.
¿Cuál fue la hora en que se apagó definitivamente “el horno”?, preguntó esta periodista. Y debo confesar que me sorprendió y a la vez, alegró, la respuesta:     
-Ese horno no se apaga nunca. El horno en realidad vamos a tratar de mantenerlo caliente todavía. Nosotros tenemos el horno antiguo: si se apaga, se cae. Y como mi yerno va a tener su emprendimiento, vamos a tratar de mantenerlo caliente, porque él a lo mejor lo va a necesitar. Ese horno tiene por lo menos los 60 años que tiene la panadería, y no sé si mis suegros lo habían hecho nuevo, o ya estaba", nos aclara Patricia, con mucho brillo en los ojos, pero contenta, porque como ella dijo: “el horno no se va a apagar”. 

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