¿No sabes de qué color pintar una pared? ¿Tu casa? ¿Tu oficina? Resolver el dilema dispara un proceso de búsqueda de alternativas con una amplia paleta de colores y tonos. Siempre, el objetivo es creer ambientes que nos hagan bien. Porque como dicen los expertos, los colores, las formas, las texturas, la iluminación, los olores y los objetos de los espacios influyen de manera inconsciente en los estados de ánimo. Por este motivo, es clave entender el entorno en el que se habita, ya sea personal o laboral.
Johann Goethe, autor del libro “Teoría de los colores”, afirmaba que nuestra exposición ante ellos nos produce transformaciones fisiológicas y psicológicas. En tal sentido, está demostrado científicamente que el rojo aumenta el ritmo cardíaco y la adrenalina haciendo que te sientas con más energía, entusiasmo y excitación, y ese estado fisiológico es determinante en tu toma de decisiones diaria.
Los especialistas sugieren no abusar de un solo color por ambiente, sino combinar y encontrar un equilibrio entre las tonalidades, la decoración, el amoblamiento y la cantidad de luz.
Ahí es cuando hace su aparición la figura del pintor, un amigo de la casa que con su experiencia y conocimiento puede brindar un asesoramiento especial que nos ayude a tomar decisiones. Tanto como la pinturería donde vamos en busca de ayuda y de cerrar ese proceso de búsqueda para ponernos mano a la obra... o mejor dicho, que el pintor inicie su proceso transformador de los ambientes. Pintar la casa nueva, renovar el frente de la vivienda o darle color a la habitación del hijo por venir son algunas de los escenarios posibles que se dan cuando llamamos al pintor.
Precisamente, ayer 5 de septiembre se celebró el "Día del Pintor", el profesional que colabora en la creación de ambientes confortables y agradables donde compartir con la familia, amigos o compañeros de trabajo.
A veces podemos tener la impresión de que pintar una casa es una tarea simple. Pero cuando nos ponemos a trabajar descubrimos que hay obstáculos y que es un trabajo desafiante, comenzando con la preparación de las superficies... lijar para sacar la pintura vieja cuando se trata de repintar, reparar grietas en paredes deterioradas, rellenar fisuras y efectuar una óptima limpieza requieren habilidades específicas para lograr un buen resultado final. Paralelamente, la forma de hacer las cosas debe ser prolija y ordenada para no dañar pisos, aberturas o muebles.
Después cada pintor tiene su caja de herramientas, desde el pincel hasta la brocha y el rodillo, el balde o la bandeja. Incluso pistolas de aspersión. También los elementos de seguridad, especialmente cuando deben subirse a una escalera -con escalones antideslizantes y una base cómoda y segura- o a un andamio. Todos artículos que pueden encontrar en las pinturerías amigas.
Un pintor, por tanto, cuenta con las capacidades técnicas necesarias para actuar ante distintas superficies y ayudar a remodelar y cambiar desde un pequeño espacio hasta un edificio.
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