

El 26 de enero de 1913 Rafaela fue declarada ciudad y por ese motivo, en este especial recordamos la historia de uno de los emblemas de ella, la Plaza 25 de Mayo. Hoy, este espacio al aire libre es un lugar de encuentro para todos los rafaelinos, ideal para las ferias, los paseos, los mates y los picnics.
Al estar en pleno centro, es uno de los espacios más elegidos por todos, pero una muy buena forma de saber apreciar el presente es mirar también el pasado. En diálogo con LA OPINIÓN, Alejandro Frías, director de la Licenciatura en Turismo en UCSE Rafaela y emprendedor de Rafaeleando, reflexionó sobre su transformación y su relevancia. Cabe destacar que en Rafaeleando, Alejandro trabaja codo a codo con Dianela Taverna, estudiante de la licenciatura en Turismo, para realizar recorridos históricos especiales por la ciudad. Su objetivo es que los rafaelinos puedan ver su ciudad con ojos de turistas y que, además, la gente de la zona conozca más sobre Rafaela.
¿Cómo fue la plaza en sus comienzos? ¿Qué función cumplía para quienes habitaban Rafaela?
Tengamos en cuenta que la historia de la Plaza 25 de Mayo se remonta a los inicios de la Empresa Colonizadora Guillermo Lehmann. Cuando ellos trazaban un desarrollo, lo primero que marcaban era la plaza, por lo tanto desde un inicio significó el corazón de la ciudad. Yo creo que todavía ahora lo sigue constituyendo, termina siendo un punto de referencia, tanto desde los geográfico, ya que todavía seguimos manteniendo eso, "desde desde la plaza tantas cuadras al norte, al sur, al este, al oeste", pero también desde lo social, porque la plaza hoy en día sigue siendo ese lugar de festejo, ese lugar de encuentro. Cada vez que hay algo importante para festejar o para mostrar se hace en la Plaza 25 de Mayo. También termina siendo ese lugar de identidad, pero principalmente es de referencia geográfica y de ecuación social, sobre todo si uno se pone a pensar en lo que es el casco histórico, en esas doscientas cuadras del adoquinado y demás. Otro detalle también puede ser desde lo económico, porque no nos olvidemos que por el centro de la plaza cruzaba el tranvía a vapor, que venía desde la avenida Mitre, desviaba por bulevar Santa Fe, pasaba por el centro de la plaza y seguía por bulevar Roca para comunicarse con las colonias del oeste. Además, lo que mantiene la plaza es el tamaño, son esas cuatro manzanas.
¿Cuándo se realizaron las primeras reformas?
Las primeras reformas van de la mano del desarrollo de la colonia. En un principio la plaza estuvo alambrada, esto como consecuencia de que tanto los habitantes de la ciudad, como los otros colonos de otras localidades, utilizaban como medio de transporte los carruajes de tracción a sangre, entonces permanentemente estaban alrededor de la plaza y la usaban para pastorear. No nos olvidemos también que la plaza tenía una especie de cuneta justamente para evitar que los animales pastoreen. Ese alambrado luego se terminó sustituyendo por un paredón. También lo del tranvía por el centro de la plaza, que de alguna forma cambia su fisonomía, porque ahí pasó a estar más dividida, ya que implicaba toda una plantación de eucalipto, otra cuestión que tiene que ver con el tema de los árboles. Antes de que estén las Tipas, a los bordes tuvo una hilera de Paraíso y una hilera de Eucaliptos. Sí hay etapas: una es la intendencia de Zóbboli, en 1938, cuando se colocan los mosaicos que se terminaron de cambiar por las veredas que están actualmente desde 2015.
¿Cuándo se comenzó a ver como la actual plaza?
Durante las dos intendencias, la de Tettamanti y la de Zóbboli, que es cuando empiezan estos grandes cambios.
¿En algún momento el clima la dañó?
El clima sí la dañó. Hay ciertos fenómenos naturales. Uno por ejemplo es el de 1907 y 1986, que son fuertes ráfagas de viento, sobre todo la de 1907, que le produce muchos daños porque tumbó un montón de árboles. La de 1986, ya es más contemporánea si vamos al caso, no fue tan fuerte como la de 1907. Además, la plaza se inundó en dos ocasiones, 1912 y 1914. De eso hay fotos de gente en canoa, sobre todo en la parte de los costados que tenía como cuneta todavía. Sí está bueno recordar cuando en 1922 y después en 2011 nevó en la ciudad. Eso no la afectó, pero sí terminó siendo un hecho casi utópico.
¿Cuáles son las esculturas, monumentos y pinturas que la conforman?
En cuanto a las esculturas son siete y esas fueron agregándose en la intendencia de Tettamanti. Tenemos el Sembrador, la Primavera, la Venus de Milo y el Segador. Todas fueron donadas. Después están las que son más vinculadas a los animales, el León, el Ciervo y la Leona. También está el Reloj Floral que donó la esposa de Ripamonti en el 1940, que fue adquirido en Europa. Y en cuanto a murales, está el Mural del Trabajo. Después hay un mural que refleja una escena campestre de la zona. Y después sí lo que también tiene la plaza es el Monumento a San Martín y lo que sería la caja de música, donde antes se ubicaba el busto de General Belgrano; el que está ahora en bulevar Santa Fe, estaba ahí en realidad, después se trasladó a su ubicación actual. Donde está San Martín, ahí también hubo antes un mástil que después se terminó demoliendo para levantar la estatua de San Martín.
Sin dudas, la ciudad tuvo grandes cambios y la Plaza 25 de Mayo acompañó cada uno de ellos. Paso por todas las intendencias, por todas las costumbres de sus habitantes para llegar a ser lo que es hoy: uno de los mejores lugares de encuentro para los rafaelinos.