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Locales Sábado 8 de Octubre de 2022

"La credibilidad es la base"

El economista brindó una notable charla sobre "Economía y finanzas" en el Auditorio de la Expo casi colmado.

REDACCION

Por REDACCION

La primera jornada de la Expo Rural de Rafaela y la Región, en su 115ª edición, se cerró con una charla de lujo, ya que  disertó el conocido inversor Claudio Zuchovicki en el auditorio de la Expo y ante un buen marco de público presente. El prestigioso economista que posee un curriculum enorme como gerente, director ejecutivo, secretario general, profesor, conductor de TV y mucho más, se refirió un poco a la economía actual, a las finanzas, a la política y lo que puede llegar a pasar en la Argentina en el futuro. Y en el inicio de la exposición, expresó que "la verdad, en lo personal, no tengo ni idea de lo que puede pasar. Nadie tiene idea, pero no importa lo que va a pasar, sino lo que hacemos a partir de ahora sabiendo que no tenemos idea de lo que va a pasar, pero asignémosle probabilidad de ocurrencia para que nos sirva la toma de decisiones. Primero, nadie ve bien al país, a la gente está zafando, con lo cual, el primer dato global es que la macro está fundida y la micro no. Por eso, antes estábamos mal, lamentablemente para mí no hemos visto lo peor y después me parece que Argentina es una chance interesantísima".
A continuación, Zuchovicki continuó expresando que "muchos han vivido una crisis una vez, algunos dos y hasta tres. El segundo dato curioso es que todos estamos acá, somos testigos de que se sale de las crisis. Hay otros que no están y que pueden decir que no. Y si un hijo se compara con su padre, el que tuvo una vida más dura fue el papá, por eso la vida del hijo va a ser mucho más fácil porque aprendimos de historia. Y desde ese proceso se evoluciona, al igual que el mundo". 
Luego de ejemplificar con un par de cuentos, el disertante agregó luego que "la carga de la Argentina es el doble por no haber hecho las cosas a tiempo. Entonces, vamos a transitar un momento donde quisimos patear la pelota para adelante por una ideología política que se da en todos, y que es 'que lo resuelva el que viene, pero no llegamos' porque la carga es muy pesada y acelera el proceso porque cambió el contexto global, porque en términos económicos es distinto al que era hace 5 meses. No hay persona viva que no haya vivido antes una pandemia, ni la reina, puede quedar alguno por ahí porque la anterior fue en 1.919 y la reina nació en 1.925. En segundo término, nadie vivió una guerra del continente europeo donde económicamente nos afecte a todos por los valores de la materia prima, porque la guerra anterior que nos involucró a todos en Europa fue en 1.939 a 1.945. Estamos de acuerdo en que es una situación especial, vivimos las dos cosas a la vez, y sobrevivimos. Cuento esto porque fueron excepcionales las medidas que se tomaron. En todo el mundo, el lema fue 'quedate en casa, yo te aguanto'. Por ejemplo, en EE. UU le daban 1.200 dólares por persona, en Europa te daban 2 mil euros, en Argentina 10 mil pesos, y salvando las distancias, era un plan social. Pero las fábricas estaban cerradas, con lo cual tengo demanda sostenida y oferta restringida. Quiero cambiar un neumático, y no hay. Y eso pasó hasta hace poco, con lo cuál la plata no vale nada".
Posteriormente, el economista acotó que "termina la pandemia y aún estamos acá. Quizás la pandemia aún exista, pero perdimos el miedo. Ya no esperamos más los reportes. Y como terminó, la gente empezó a salir. Y empezó a consumir luego de 2 años encerrados, con lo que había ahorrado, generando una sociedad de consumo sin oferta, generando una distorsión de precios enorme. Los estados de ánimo generan cambios de precios inexplicables. Por ejemplo, un barbijo llegó a estar más caro que un barril de petróleo, hubo faltante de papel higiénico en algún momento, y que no tenía nada que ver con la pandemia. En ese momento se generaron distorsiones. De repente, empezamos a vivir un mundo con una inflación enorme, con materias primas en lo máximo acelerado por el conflicto bélico de la invasión de Rusia a Ucrania. Un dato fresco es que tenemos el mejor número de empleo de los últimos 50 años pero contamos con el peor número de inflación de los últimos 40 años. Entonces, ¿cómo se corta ese proceso? Hay que tirar para abajo el nivel de actividad económica. Tengo que frenar la demanda para darle tiempo a la oferta de reponerse, y es lo que está pasando ahora, y siempre pasó. A la inflación ortodoxamente se la ataca bajando el nivel de actividad, pero se necesita mucho poder político y los estados están fundidos. Todos los países, por la pandemia, tienen un déficit enorme, y lo que están haciendo es emprolijar el estado, y en Argentina también, trasladándole el costo a la gente. Los políticos no ponen plata de sus bolsillos, sino bajan los subsidios, baja el déficit fiscal pero la gente paga el doble de tarifas, sacándole, en ese proceso, el poder adquisitivo a la gente. Es el A.B,C de la economía".
Por último, la primera parte de la extensa y maravillosa charla de Zuchovicki se cerró comentando que "la gente no duplica la guita cada año. Por eso no vale la pena que stockee, empieza a ver oferta y tengo restricción de demanda. Siempre fue así, y es lo que vamos a vivir ahora. Por eso la carga es el doble, porque cambió el contexto, subió el dólar, pero hay algo mejor todavía, o peor, y es que la gente les cree. Los argentinos ahorran en dólares y los esconden. Por eso digo que la credibilidad es la base. Nadie cree en el peso. Lo que nosotros perdimos, y por eso la carga va a ser más pesada, es la credibilidad. Y una vez que dejaste de creer, no crees más en nada. ¿Quién cree en la política Argentina? ¿En los jueces? ¿En los bancos? ¿En los megaempresarios que acuerdan con con los gobiernos de turno? ¿En los asesores económicos? ¿En los contadores independientes? Bienvenidos, en ese trayecto estamos".

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