Y sí, se la extrañaba y mucho, en especial la gente del campo. Es que después de un largo tiempo sin lluvias, desde la madrugada de este lunes, prácticamente, el fenómeno climático que tanto se hace esperar y rogar se hizo presente en Rafaela y la región, y reapareciendo con milímetros importantes, como hacía tiempo no sucedía. Y claro está, fue un alivio para todos, en la ciudad para bajar la tierra en suspensión y regar un poco los patios y plantas, y en el campo, una buena señal para los animales y las pasturas, las siembras y las cosechas luego de un invierno totalmente seco.
Es que la falta de lluvias durante los últimos meses tuvo un impacto notorio en varios aspectos de la vida en la provincia. Los productores agropecuarios vieron cómo la sequía afectaba el crecimiento de sus cultivos y pastizales. Además, el nivel de los reservorios de agua se mantuvo bajo, aumentando la preocupación sobre la disponibilidad de este recurso para los meses más cálidos que se avecinan. Santa Fe, al igual que otras regiones del país, experimentó una disminución considerable en la frecuencia y el volumen de las lluvias, una situación que viene siendo motivo de alerta entre los especialistas.
Lo cierto y lo concreto es que según los registros de la Estación Meteorológica del INTA Rafaela, hasta la hora 18 de este lunes marcaban 37 milímetros. En tanto, la Estación Metereológica del Aeródromo de Rafaela midió un total de 41 mm hasta las 21 hs.. Y según el Servicio Meteorológico Nacional, las precipitaciones iban a continuar a lo largo de toda la jornada, mejorando las condiciones para mañana, aunque la inestabilidad podría retornar el miércoles. Posteriormente, el sol volvería entre el jueves y el viernes, mientras que durante el fin de semana, a partir del sábado, podrían retornar nuevamente las lluvias, que obviamente serían bien recibidas por todos.
En este sentido, hacía desde febrero que no se registraba un caudal de lluvia similar al de hoy, ya que luego las lluvias continuaron de manera intermitentes, mientras que en el invierno prácticamente no hubo precipitaciones de consideración.
ALTAS TEMPERATURAS Y POCAS LLUVIAS
Cabe señalar que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó hace unos días su pronóstico trimestral para el período de octubre a diciembre, revelando un panorama desalentador para las provincias de la zona núcleo agrícola del país. Según el informe, se espera un bajo nivel de precipitaciones, una situación que podría complicar tanto a los productores agropecuarios como al Gobierno, que depende en gran parte de la cosecha para impulsar su plan de recuperación económica.
El SMN advirtió que hay un 81% de probabilidad de que el fenómeno climático de La Niña se mantenga durante toda la primavera y el verano. La Niña, que históricamente ha causado disminución de lluvias, generaría un déficit hídrico significativo en casi todo el territorio nacional. Este escenario sería particularmente grave en la región conocida como la “zona núcleo”, que incluye las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Estas áreas suelen producir los mayores rindes de soja y maíz, dos cultivos fundamentales para la economía argentina.
El déficit de lluvias no es el único factor adverso en este pronóstico. El informe también señala que las temperaturas estarán por encima de los niveles habituales, lo que incrementará las necesidades de agua de los cultivos, principalmente en la provincia de Santa Fe. Este aumento de la demanda hídrica, en un contexto de baja disponibilidad de agua, podría llevar a condiciones de estrés para los cultivos, afectando el crecimiento y el rendimiento de las cosechas.
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