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Locales Miércoles 27 de Septiembre de 2023

Con el aumento de la inseguridad, crece la preocupación de los vecinos

REDACCION

Por REDACCION

Un sábado a la noche de este mes de septiembre, una familia que vive en calle Tucumán del lado de barrio 30 de Octubre sintió dos golpes muy fuertes en la puerta principal de la vivienda. Alguien o algunos intentaban forzar el acceso pero los gritos desde el interior de la casa hicieron que los delincuentes se dieran a la fuga, mientras los propietarios se comunicaban con la línea del sistema de emergencia 911. La policía llegó rápidamente al lugar. 
El comentario fue compartido por la dueña de la vivienda en el grupo de WhatSapp vecinal para que "todos estén atentos y para prevenir". 
Anteriormente, en el mismo sector de la ciudad, se había registrado el robo de picaportes de puertas de distintos domicilios. El tema también fue planteado en el grupo de WhatSapp, donde se informó que tras las denuncias se había atrapado al ladrón. Pero la sensación de inseguridad, mezcla de impotencia, bronca y miedo, hizo que se efectúe un pedido a las autoridades vecinales para que gestionen la colocación de cámaras en el barrio. 
La respuesta fue que el trámite se había realizado pero que desde la Municipalidad le habían respondido que no había presupuesto disponible. Así, prácticamente no hay cámaras del sistema público en el 30 de Octubre y solo se encuentran en los perímetros del mismo, como avenida Brasil o los bulevares Lehmann y Santa Fe. 
En los últimos días, se viralizó un mensaje con la foto de dos jóvenes y sus nombres acusados de "ser las ratas que andan robando en el barrio Mora" y que puntualmente "agarraron de los pelos y a patadas a una señora para sacarle la cartera". "Son unos HDP" concluye el texto y con un pedido para "difundir la publicación" para avisar y prevenir a los vecinos de barrio Mora. 
En barrio Belgrano, una mujer jubilada salió al patio de su casa y sorprendió a un ladrón que ya se había apropiado de zapatillas y otros objetos. "¡¿Qué hacés?! dijo ella ante lo cual el joven delincuente optó por saltar el tapial y huir (afortunadamente no la enfrentó). Dos viviendas vecinas también sufrieron robos. Otra vez el temor, la preocupación, la desconfianza y la impotencia. ¿Qué hacer? Por lo pronto varios visitaron ferreterías de la ciudad para comprar pinches de seguridad para tapiales, cuyo costo puede ir de los 5.000 a los 7.000 pesos por metro. 
El caso del barrio Nuestra Señora de Luján ocurrido este lunes es otro llamado de atención. Un ladrón ingresa a una propiedad y comienza a extraer cables de un vehículo. La escena es filmada por un vecino. También hay un grupo de WhatSapp entre los habitantes del sector como para cuidarse entre todos. Al mismo tiempo que avisaban al dueño del terreno en el que se encontraba el delincuente, comparten el video al sistema Ojos en Alerta, operador por la Municipalidad de Rafaela a través del Centro de Monitoreo. "Recibido. Se informa a GUR y a 911. ¿Esto es reciente" es el mensaje de la línea de seguridad ciudadana. "Sí, (el ladrón) está todavía" es la respuesta del denunciante a las 18:08 horas. 
La historia que sigue ya es conocida. El dueño de la residencia -de más de 60 años- llegó antes que la policía, sorprendió al delincuente y lo confrontó por lo que se inició una discusión. Con un arma blanca que había utilizado para cortar los cables, el ladrón -de 26 años y residente en barrio Mora- intentó agredir al vecino y hasta le robó el teléfono celular para luego abandonar el lugar corriendo. 
El desenlace fue de película: la víctima del delito se subió al vehículo comenzó a perseguir al delincuente por las calles del barrio, pero todo terminó en un complejo deportivo que está a cargo de Club Peñarol donde un grupo de chicos se encontraba en pleno entrenamiento. La camioneta embistió al ladrón y lo dejó malherido, al punto que debió ser internado por un fuerte golpe en el pecho en el Hospital, donde permanecía ayer. 
En las redes sociales hubo aplausos porque todo terminó en un "caso de justicia propia". Pero también aparecieron preguntas. ¿Qué hubiera pasado si el delincuente acertaba con su cuchillo? ¿Y cuáles serían las consecuencias para el conductor del vehículo si el delincuente hubiera fallecido al ser atropellado? O si hubiera chocado a alguno de los chicos que participaban de la práctica en el club. 
Hay muchos más casos de inseguridad hacia los cuatro puntos cardinales de Rafaela. Y la sensación de la ciudadanía es que está desprotegida, que no es suficiente lo que se hace desde las fuerzas de seguridad. "Quizás no son hechos para un súper título de diario, pero la reiteración de episodios de esta naturaleza encienden las alarmas, causan preocupación y hasta miedo, hay quienes modifican hábitos. El boca a boca de lo que pasó en el barrio, a un vecino, a un familiar o a un conocido aumenta la angustia. Y en especial esa sensación de que no te podés sentir seguro ni en tu propia casa, cualquier ruido te paraliza. Esa es una sensación horrible", reflexionó un vecino en un grupo de WhatSapp. 


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