Durante las últimas horas, el Ministerio de Educación de Santa Fe reconoció que algunas escuelas secundarias enfrentan conflictos derivados del "consumo problemático" de apuestas virtuales entre los alumnos. Estos problemas surgen en un contexto en el que los teléfonos celulares, herramientas omnipresentes en la vida de los jóvenes, facilitan el acceso a las apuestas deportivas, creando tensiones entre estudiantes que apuestan y aquellos que actúan como prestamistas, exigiendo luego la devolución del dinero.
Daiana Gallo Ambrosis, secretaria de Gestión Territorial Educativa de Santa Fe, abordó la situación en una entrevista con "El mejor día de la semana" por Radio 2. La funcionaria admitió que, aunque solo se han registrado algunos informes en las más de 5.000 escuelas de la provincia, los problemas de convivencia relacionados con las apuestas deportivas son una realidad en ciertos establecimientos. Gallo Ambrosis enfatizó la necesidad de trabajar conjuntamente en la prevención y la implementación de acciones reparadoras, subrayando que es crucial no estigmatizar a los jóvenes involucrados, ya sea como jugadores o como prestamistas.
"LA ESCUELA SOLA NO PUEDE"
Según Gallo Ambrosis, la escuela por sí sola no puede enfrentar estos desafíos. "Es necesario que la familia y la sociedad se involucren", señaló, destacando la responsabilidad de los adultos en el entorno de los jóvenes. La funcionaria sugirió que a menudo los adultos no ofrecen el mejor ejemplo en su vida cotidiana, lo que influye en los comportamientos de los estudiantes. Gallo Ambrosis sostuvo que ante estos eventuales conflictos derivados del mundo de las apuestas y su arraigo en el aula "la escuela sola no puede". Además, la funcionaria dijo que "hay que trabajar de manera conjunta en la prevención, reflexión y sobre todo en acciones reparadoras respecto de estas actitudes". Y pidió "no estigmatizar" al joven que tiene un problema con el juego y al otro que está en ese entorno y se convierte en fiador.
Este tema surgió en el contexto de un debate más amplio sobre el uso de celulares en las aulas. El Ministerio de Educación está tratando de que las escuelas sigan un acuerdo tácito: en las primarias, se busca que los teléfonos no se utilicen ni siquiera en los recreos, mientras que en las secundarias se promueve que los celulares se conviertan en herramientas pedagógicas. Sin embargo, Gallo Ambrosis reconoció que es difícil controlar el uso de la tecnología en una generación que ha crecido con ella, ya que los jóvenes están inmersos en un entorno tecnológico que también es promovido por los adultos.