“Habíamos organizado un especial en los primeros años del programa porque venía un grupo muy renombrado en Santa Fe. Y había grupos más chicos que iban a actuar esa noche como soportes. Armo el especial porque venía esta figura, cuando menciono quiénes era los que iban a venir, se agolpó mucha gente en la radio, llevaron sus banderas y sus cosas con emoción, y estaban esperando al líder del conjunto, y cuando llegó la hora el líder no apareció. Nunca supe si fue un error de producción, pero siempre me quedó la intriga de lo que pasó. Obviamente van los grupos más chicos que no los conocía nadie en ese momento y luego fueron muy renombrados por primera vez. La gente me saludaba y me consolaba ante mi amargura por el fracaso, haciéndome saber que estaban contentos igual porque estaban conmigo y compartieron toda la tarde, y conocieron la radio. Fue la actitud de la gente que a pesar de todo pusieron una sonrisa y devolvieron con mucha gratitud. Y la terminación de toda esta anécdota es que ese especial nunca fue abonado.”
Ser elegida por Salta
“En el año dos mil doce, la audiencia de Salta pide una recopilación de algunos trabajos que había hecho, entrevistas, investigaciones y demás. Lo envío sin saber cuál era el destino aunque era pedido por gente responsable y confiable, por eso lo concreté. Y me sorprendieron con la designación como Embajadora cultural salteña ad honorem. Así que en mi propia provincia mi trabajo no es reconocido, y quiero destacar que no lo digo por mí, por mi figura, sino por el trabajo que hago con pasión, con entrega desinteresada, porque o lo hago esperando algo. Y que en otra provincia me designen como embajadora para mí ha sido un honor, un homenaje, una distinción realmente muy grande y que llevo con el mayor orgullo posible, y siempre tratando de aprender. Porque uno no termina nunca de aprender ni de conocer. Tengo tanto para agradecer en Salta a gente amiga, a poetas, a músicos, artistas que nos reciben siempre como si estuviéramos en casa, y especialmente a dos personas fundamentales en esta historia de ser Embajadora cultural salteña, quiero mencionar a Eduardo Chavarría y a Luis Miranda que fueron encargados de esta aventura y de esa designación. Como para terminar y coronar, otra cuestión inesperada, vuelvo a lo de la anécdota, pude desfilar, tuve el honor gracias a los amigos de Salta de hacerlo en el homenaje Güemes. Si bien no lo pude hacer dentro de un fortín, lo pude concretar dentro de la comitiva que acompañaba, y realmente ése fue un momento maravilloso con la aventura de poder subirme a un caballo y reconozco que no soy una paisana de a caballo. Pero tratamos de hacerlo con el mayor respeto y el mayor cariño posible.”
Melisa Busaniche