Por Raúl Vigini
Nació como la Patria, un 25 de Mayo, pero de 1940 y fue en un solar donde la tierra se iba despoblando de sus recursos naturales por la agresión inescrupulosa de la explotación. Era Colonia Baranda, en el Chaco argentino. Llegó a Rosario en setiembre del ‘55 para quedarse toda la vida. Y allí formó su carácter musical para emprender un camino interminable con la canción popular, con el compromiso social, levantando la bandera de los derechos humanos. Fue silenciado, cantó donde pudo, integró el consagrado grupo vocal Los Trovadores, hizo de su voz un sonido auténtico que lo caracterizó hasta el presente. Y estrenando su nuevo disco como solista nos cuenta de sus vivencias con el canto de todos.
LP - ¿Qué importancia le das a la autoría y a la composición de tu propia obra?
C.P. - Yo no soy autor, soy compositor, los textos son de otros autores, yo solo pongo música. Pero mi música está totalmente amalgamada a los textos. Yo leo varias veces las letras o poemas y la música va surgiendo, aunque algunas veces hice una melodía y el texto vino después. Además lo que es importante es la interpretación, cómo lo canto, cómo lo interpreto, ésa es una gran responsabilidad como cantor, eso va dirigido al público y el público tiene que entender mi mensaje musical.
LP - ¿En qué momento sentiste la necesidad de plasmar tu labor artística en un disco?
C.P. - El primero fue en EPSA una grabadora de Buenos Aires y que se tituló “Entraña de árbol” que en realidad se grabó en Rosario, con ayuda de los amigos. Ese compacto me abrió una brecha muy importante para estar presente dentro del círculo de cantores con esencia litoral, ya que todo el repertorio era litoral. Después de casi diez años me invita Pedro Cantini de la Editorial Municipal a grabar mi segundo trabajo como solista que lleva por nombre “Tiempo de cosecha” título de un poema que yo musicalicé de Stella Zeballos, mi compañera. Allí tuve la suerte de contar con varios músicos rosarinos como Marcelo Stenta, Gastón Bozzano, Juancho Perone, Ariel Barrios, Monchito Merlo, Beto Ferreyra, Toto Mesa, con un repertorio muy variado y la dirección artística de Jorge Fandermole.
LP - Pero en la actualidad estás presentando un nuevo trabajo discográfico. ¿Cómo lo concebiste? ¿Con qué repertorio esta vez?
C.P. - Sí, estoy presentando un nuevo trabajo, esta vez con el título de una obra del talentoso Rafael Ielpi, Contraolvido, una imagen del dolor hecha poesía de aquellos tiempos que vivimos en el proceso. Esta vez la invitación vino desde La Plata la grabadora B&M de Javier Chalup. También es muy variado en cuanto a formas musicales. Hay desde una zamba bagualeada, hasta una guarania en guaraní, zambas, milonga y canciones con historias muy interesantes .Me acompañan artistas como Hilda Herrera, Melania Pérez -ex Las Voces Blancas-, Mónica Abraham, Antonio Tarragó Ros, Quique Condomí, Jorge Giuliano y un tema testimonial de Los Trovadores como Cielito mío donde se destacaba mi voz.
LP - ¿Qué temas de los que venís interpretando desde siempre, te siguen conmoviendo a pesar de los años?
C.P. - Hay dos temas que me siguen conmoviendo Entraña de árbol y Santa Fe al Norte. Será porque tienen mucho que ver con el paisaje donde yo me crié. Fijate que Entraña de árbol cuya letra pertenece a Armando Tejada Gómez, me la escribió casi para mí ya que nombra mi pueblo. Fue en el tiempo que Los Trovadores estábamos haciendo una obra que se llamó Los Oficios del Pedro Changa y el peón golondrina debía pasar por el Chaco y Armando no tenía elementos para ese trabajo y me pidió que le contara como era mi pueblo y yo le conté más o menos en pocas palabras y ese gran poeta escribió eso que siempre digo es más mío que de él, porque dice “yo soy nacido en Baranda”… y Santa Fe al Norte porque está relacionado con La Forestal y mi pueblo también era un pueblo forestalero, toda esa zona tiene un contenido de montes, hachas, quebrachales e historias a veces no muy difundidas, además Rafael Ielpi vuelve con esa forma de captar las vivencias y padecimientos de los obrajes y el más conocido es Villa Guillermina. Cada vez que lo canto, cada frase, es una imagen de lo que yo mismo viví, por eso me siguen conmoviendo.
LP - Un balance de tu vida dedicada al arte.
C.P. - Bueno, la parte más feliz, la primera parte con Los Trovadores, los viajes, las giras, las grabaciones, los grandes festivales, éramos “los niños mimados del folklore” en los festivales y en la grabadora la CBS Columbia -hoy la Sony- hasta que se terminó, después el desconcierto… pero volví a renacer como solista y la última parte en el regreso con Los Originales Trovadores. Y esta etapa de nuevas posibilidades con la que me siento muy feliz.
LP - Una anécdota con final feliz para compartir con los lectores.
C.P. - Uy…anécdotas hay a montones… qué te puedo contar que tenga un final feliz… no puedo precisar una en este momento pero seguramente cuando salga el libro con mi vida y la de Los Trovadores que está escribiendo Stella, van a poder leer muchas… pero muchas… ah una vez nos quedamos empantanados en la provincia de Buenos Aires y tuvimos que empujar el auto vestidos con smoking y zapatos charolados, porque así se usaba para las actuaciones, llegamos todos embarrados con los pantalones arremangados, tuvimos que limpiar los zapatos pero al final cantamos, nadie se dio cuenta y todo pasó a ser una “anécdota” nada más.
LP - ¿Qué te queda por hacer en un futuro cercano y a mediano plazo?
C.P. - Y… ganar algo de plata no me vendría mal… aunque yo estoy renegando por un decreto en la provincia de Santa Fe que se denomina “Premio al Mérito Artístico” que es un premio, que ya está vigente en otras provincias, y se otorga a quienes acrediten una trayectoria destacada en su vida artística… espero que quienes tengan que dar curso a ese decreto trabajen para que los artistas de Santa Fe tengan dicho reconocimiento, porque algunos ya estamos grandes… y como se suele decir, “no nos queda mucho hilo en el carretel” por lo menos a mí, aunque quisiera llegar a disfrutar de ese premio… Por ahora seguir trabajando en lo que me gusta: componer y cantar.
LP - Algo más que desees agregar.
C.P. - Te agradezco la entrevista y aprovecho este medio para saludar a todos los amigos, conocidos y seguidores de mi carrera artística.
Carlos Pino textual
Cuándo tomé la decisión de cantar como solista
“En los tiempos duros del país Los Trovadores no nos fuimos al exterior como otros colegas a pesar de que fuimos prohibidos, censurados, amenazados, que nos rayaron los discos y que tenían una faja de “prohibida su difusión”, que nos cerraban los teatros, o no nos contrataban en los festivales más reconocidos porque se “autocensuraban” por miedo de que le levanten el festival, y pedían disculpas. Al final, con tantos problemas nos desarmamos. Cada uno agarró para donde pudo y yo me quedé en Rosario… sin saber qué hacer, yo solo sabia cantar, a veces me invitaban los amigos y así de a poco me fui animando ya que tenía miedo, porque ni siquiera en Los Trovadores yo hablaba solo, cantaba en el grupo, yo nací en un grupo y me encontraba perdido. Y de a poco me fui animando, tuve buenos músicos que me acompañaron como Cacho Montes y Marquitos que era muy jovencito, padre e hijo en bandoneón, Facundo Peralta en el bajo también era un pibe, como Marquitos que ahora es músico de Franco Luciani, crecieron mucho en edad y musicalmente. También Monchito Merlo me invitó para hacer algunas actuaciones y grabaciones. Eso hizo que me fuera afianzando y tomando coraje para llevar adelante mis presentaciones como solista.”
Con qué propuesta encaré ese camino musical
“Al principio con ninguna, era buscar la forma de vivir, y si vivía de la música mejor, era lo mío. El camino lo fui haciendo de acuerdo a lo que se iba dando, aunque no quería alejarme de lo que había hecho con Los Trovadores, una música comprometida con lo popular y con cierto contenido testimonial, mi paso por el grupo me fue marcando una forma muy especial en cuanto a los arreglos, al repertorio que aprendí de Eduardo Gómez.”
por Raúl Vigini
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.