El productor de televisión es responsable del producto que salga en la pantalla. Por supuesto que no es lo mismo ser productor de un programa de ficción donde está la dirección de cámara, la dirección de actores, es importante, que un programa del tipo que hacía yo que eran en vivo, donde hay un peso mayor del productor que es el que decide lo que va a poner en el aire, cómo lo va a hacer. Hice programas de distinto tipo, después me orienté más a los periodísticos. Pero hice en Canal Nueve, como Sábados continuados, de entretenimientos, hice de todo. Después fue variando esto. En el año setenta y tres me voy de Canal Nueve por un encontronazo con Romay. Me llama Blackie -Paloma Efron- que estaba en Canal Trece, para tener una conversación con el director de programación porque en ese momento estaban perdiendo audiencia en la tarde contra Canal Once, cuando había sido líder total.
Siempre hablando de una medición rating que poco tiene que ver con la actual
No era instantánea la medición, o sea que el frenesí ocurría al día siguiente. Pero había una, media hora después, del Instituto Verificador de Audiencias. Y también ocasionaba modificaciones, y mucho, porque competencia hubo siempre. Y ahí quedé en Canal Trece. Pero lo que tiene que hacer un productor es idear un producto si es propio. Hoy ya casi no hay, es todo comprado. Teleshow no era un formato mío, pero tampoco era comprado afuera. A mí me hubiera gustado que Mónica Presenta por ejemplo fuera una coproducción mía, pero no, yo era un contratado del canal muy bien pago, pero el programa era del canal. Después vinieron las coproducciones, hice El espejo y otros programas.
Relaciones laborales en el ambiente artístico y en los medios
Trabajé mucho con Raúl Alfonsín, hice todos los cortos y todos los actos de él. Era el único que tenía una empresa de televisión con estudio, móviles, fuera de los canales oficiales.
La circunstancia de trabajar para una campaña presidencial
Me allegué a él después de la guerra de Malvinas, cuando se produce la apertura de los partidos políticos y empiezan a funcionar yo tenía el estudio en Parque Patricios. Un amigo que también era militante me dijo que iban a hacer una reunión con todos los líderes del partido radical de las provincias, y ver si se lo podía grabar. Haciendo eso conozco a Raúl Alfonsín. Le dije que lo quería ayudar y estaba a disposición para lo que necesitara. Pensé que venía bien para él porque los canales del Estado no querían que ganara Alfonsín. En esos estudios se hicieron los cortos, manejaba la imagen de él, los actos, y cuando gana Alfonsín, me ofrecen ir a algún canal como interventor, y no acepto porque consideré que no tenía que hacerlo. Preferí hacer un programa que tenía pensado y en el año ochenta y cuatro empiezo con El espejo. Que fue toda una experiencia para mí importante. Siempre fui muy lanzado, arriesgado en mis productos, me gustaba hacer cosas que no sabía si iban a salir bien o mal pero sí distintas. Y tenía esa idea de hacer ver el país en vivo. Era conectar el país con el país. Y elijo un conductor que no había hecho nada de esto, que venía de relator de fútbol que era Víctor Hugo Morales. Lo convenzo fácilmente de conducir este programa. El espejo en los tres primeros meses no salió del área de Buenos Aires, estaba afiatando muy bien los equipos porque el programa necesitaba tres equipos de producción distintos. Era complicada la producción. Yo quería que Víctor Hugo tuviera dos personas jóvenes que hicieran notas, que estuvieran al lado de él y puse a Silvina Chediek y a otra joven. Silvina viene porque yo estaba viendo el programa de Hugo Guerrero Marthineitz, y como a él le había fallado el invitado ese día, llama a alguien del público que había en ese momento, esa persona fue Silvina e hizo el programa con ella que se desenvolvió muy bien. Ahí fue que le dije a Luis Cella que era mi mano derecha que la llame. Y así empezó Silvina.
Canales en los que se emitió El espejo
Las dos primeras temporadas en el Trece y después en Canal Siete hasta el año ochenta y siete. Yo vuelvo al Trece a hacer Desayuno, otra locura mía. Yo sostenía que la televisión no podía entregar el horario de la mañana, no había nada a la mañana, y había insistido mucho en hacerlo. Tenía contacto como para hacerlo, pero me hubiera sido difícil tener dos programas al aire. Cuando termina El espejo pido para hacer la mañana en Canal Trece me dejan hacerla y empieza Desayuno.
Momentos destacados de mi carrera profesional
Los que uno recuerda son los momentos que mayores satisfacciones le da, obviamente. Tuve dos programas que me dieron muchas satisfacciones. Uno fue Mónica presenta que fue el programa de mayor rating de la historia en programas periodísticos, porque Biondi tuvo mayor rating pero era otro tipo de programa. Y después El espejo, porque tuvo muchísimo rating, también por lo que significó, la trascendencia, la posibilidad de federalizar mucho más la televisión. Esos fueron dos hitos. Después te podría decir muchas cosas que me dieron muchas satisfacciones como por ejemplo traer a Xuxa a la Argentina que era una vieja idea mía, pero ya no era una producción propia, era un aporte empresarial a tener a Xuxa acá. Fue una coproducción nuestra, fuimos a hablar con ella ocho veces para convencerla de hacer el programa en Argentina. Ella tenía una oferta de México, otra de España, pero la convencí que más cerca estaba la Argentina.
Otros programas que produje
Hice en Canal Nueve un programa de entretenimientos que inventé, y tuvo dos versiones en dos etapas: la primera era Sume y lleve con Emilio Disi y Doris del Valle; y la segunda Clink Caja con Berugo Carámbula. Esa es otra historia bastante interesante. Sume y lleve ganador de su horario, que iba en contra de Hola Susana en Canal Siete, que se pisaban media hora y le ganábamos muy fácil. Pero en pleno éxito del programa me llama el presidente Raúl Alfonsín y me pide si puedo ir a Canal Trece como interventor para poder entregar el canal antes de terminar el gobierno y quería tener todo prolijo. No pude decirle que no. Obviamente decidí levantar el programa de Canal Nueve, no me parecía que podía tener un programa en un canal y ser interventor en otro. Romay no lo entendió, pero lo levanté. Así fue que después hicimos Clink Caja.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Eduardo Metzger
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