La primera idea como toda idea inicial que va a contracorriente y que es disruptiva, es una idea utópica, el primer proyecto que se escribe es una visión, y la hice en un mapa de mente y, luego lo pasé a papel y lo compartí con mi núcleo cercano. Era un propósito imposible, pero pese a ello, me apoyaban. A partir de generar distintas preguntas como “qué necesito para lograr esto”, surgieron los primeros actores clave. Creo mucho en la fuerza del bien, que cuando uno se propone hacer el bien, hay cosas que se alinean y que vienen a los pies. Hay circunstancias que están absolutamente fuera de cualquier planificación, simplemente uno activa un camino y va y entonces las cosas se van alineando. Hay una base trazada, eso está claro, entonces si hay un objetivo y uno lo transita, pero las cosas se alinean y a veces se potencian solas, el deseo honesto de hacer el bien a otras personas es la clave del éxito, y la constancia. Con esto no quiero decir que hacer el bien a otras personas tengan que ver solamente trabajar en acción social. Puede ser un producto que esté desarrollando y que quiero que sea el más bonito, o que la comida sea la más exquisita y que mi cliente salga enamorado de mi restaurante, si me importa y le pongo amor, si no voy por el dinero, el dinero viene. El amor, el deseo honesto y lo que se pone para hacer el bien a otros y para embellecer este mundo, tiene el apoyo de fuerzas, que uno le llama ángeles, otros Dios, otros universo, y en todas sus formas están ahí y dispuestos a ayudar, corriendo las piedras y trayendo nuevas oportunidades. Les invito a que lo prueben porque realmente funciona.
Armar proyecto. ¿Cómo se fue gestando?
El proyecto tiene un diseño, tiene actores claves, tiene una forma, una estructuración y tiene un cronograma. Se fue armando dentro del cronograma que presenté en Di Tella en noviembre de 2013, como una visión. Se llamaba SwissVision, y ya contaba con el apoyo de la Embajada de Suiza. Esto lo empecé a diseñar en febrero del 2013, lo compartí con algunas personas aquí que les pareció que podía ser, lo vislumbraron y, a partir de allí, empezó a cobrar más fuerza en mí, como un deseo de llevarlo adelante y como todo paso, el primero, el segundo, el tercero, el cuarto y así se va armando. Lo comparo muchas veces a lo que es la construcción de las catedrales, porque es el camino de la obra lo que a uno lo que lleva. Uno se imagina cómo se construían las catedrales: no tenían ni planos y tardaban a veces cuatrocientos años. Eso significa que hay una forma de seguir transmitiendo, hay una línea, que una vez está algo bien plantado, es una obra ya construida en el devenir, por eso se puede seguir construyendo sobre eso. Así que lo importante, y a lo que por eso le damos realmente mucha importancia dentro de la metodología, es cómo se planta el proyecto inicial, su carácter, qué socios clave hay. Eso y la constancia, y confianza en las fuerzas del bien lo es todo. No necesariamente uno tiene que tener el resultado final, simplemente puede hablar honestamente de que se está en etapa de creación y contarles la visión, e invitarlos a que nuestra visión sea un sueño que se pueda compartir. Esto es lo que hemos hecho al principio, y después con mucho apoyo, con muchas otras personas, fuimos logrando captar a otros a soñar junto con nosotros. ¡Y dio resultado!
Poner en marcha la propuesta. Objetivos, recursos
Como he dicho, la puesta en marcha de la propuesta fue con un gran compromiso personal, con recursos propios y también apostando a que otros se iban a sumar en el camino y milagrosamente también ocurrió. Hubo muchas inversiones públicas para lograr estos objetivos, y también muchos privados que se sumaron en el camino para apoyarnos. Muchos lo llamaban una locura, pero que había que probar, otros decían “pero esto es posible y por esto y por lo otro” y resulta que después muchos se sorprendían de los resultados logrados. Muchos creyeron que era un imposible y no se subieron. Comenzó desde una apuesta personal y buscando otros socios financieros para desarrollarlo.
Otras participaciones en ong
Como emprendedora social, soy co-fundadora de SapoCycle, una organización sin fines de lucro que tiene la misión de convertir los jabones de hotel desechados en productos que salvan vidas. Estos jabones desechados se reprocesan y distribuyen como jabones reciclados para mejorar las condiciones sanitarias de los niños y familias necesitadas. Las personas con discapacidad están a cargo del reciclaje de jabón, lo que les permite trabajar en un entorno estable. También hice trabajo social de la mano de la ONG suiza Ameropa, que trabaja en programas socio-comunitarios con emprendedores con voluntad y constancia de varios países y, en dos mil ocho, hice un voluntariado en el conurbano bonaerense. Esta experiencia inspiró la creación de la fundación ES VICIS. Los emprendedores tenían constancia pero no sabían cómo hacerse, faltaban recursos humanos, financieros, de todo tipo. Eran una semilla caída en un espacio que no les permitía crecer. Eran bonsais. Y resultaba claro que podían tener oportunidades mucho mejores en cualquier otro lugar de la Argentina, y crecer con la altura y dimensión del árbol que deben ser, pero que hacía falta que se les mostrara un camino.
Acerca de ES VICIS. ¿Qué motivó su creación?
Para canalizar un programa como Bienvenidos a mi Pueblo y para poder revertir la migración mundial hacia las ciudades, en aquel momento no había otro formato que crear una fundación, porque lo que necesitábamos era hacer una prueba piloto para demostrar que esto era posible. Para realizarlo uno lo hace sin paraguas, con una institución académica, que no era el caso, o crea una propia fundación, que es lo que hicimos en dos mil dieciséis para encuadrar el programa, todas las responsabilidades, los fondos y establecer alianzas con otras organizaciones del sector público y privado.
Cómo se desarrolla en nuestro país
Contamos con un equipo de profesionales en áreas de comunicación. También con todos los profesionales que trabajaron en terreno, implementando la prueba piloto de Colonia Belgrano, que es un equipo interdisciplinario conformado por arquitectos, trabajadores sociales, mentores en áreas de desarrollo de negocios y de psicología social de grupos.
Resultados evaluados de lo actuado
Con el gobierno de la provincia de Santa Fe, en Argentina, y la Embajada de Suiza, en dos mil catorce, seleccionamos para la prueba piloto a Colonia Belgrano, una comunidad rural de mil trescientos habitantes. Estudiamos y visibilizamos las oportunidades de negocios y, con la comunidad y el gobierno provincial, creamos un “Paquete re-migratorio”, con los incentivos para que veinte familias pudieran radicarse allí: un crédito hipotecario con una tasa subsidiada, capacitaciones y mentoreo para mejorar las habilidades de los emprendedores y favorecer la integración. Tras la convocatoria, recibimos veinte mil aplicaciones. Así, quedó probada la enorme demanda insatisfecha. Los resultados son contundentes. El pueblo creció un diez por ciento en población en tan solo un año. En tres años, las familias generaron veintitrés nuevos emprendimientos en la localidad, sus ingresos aumentaron en cuarenta por ciento promedio -términos reales- y propiciaron un crecimiento del empleo del quince por ciento. También, el programa “Bienvenidos a mi Pueblo” ha significado un acelerador al crecimiento local. Su visibilidad, el boca a boca, hizo atractivo el pueblo para otras familias, que se mudaron sin ningún tipo de subsidio ni incentivo adicional al de una comunidad abierta a dar la bienvenida y con vocación de crecimiento. Así se consiguió un incremento de la población del tres por ciento que fue orgánico. Además, el vínculo de las autoridades comunales con el gobierno provincial se fortaleció, mejoraron su gestión en materia de mejoras de infraestructura. Antes, las viviendas desocupadas se alquilaban por períodos breves, para trabajadores golondrina del sector rural. Hoy tienen veinte viviendas en alquiler permanente, cinco viviendas sociales en construcción, y la comuna solicitó a la provincia la construcción de otras diez. También se expandió la construcción privada: que sumó otras cinco casas.
El futuro pensado a corto y mediano plazos
El futuro inmediato que nos espera es la escala, para llevar adelante la réplica en la Argentina como en otros países de América Latina y Europa. Como fundación tenemos ya diseñado un plan de negocios para poder ser sostenibles, con equipos sostenibles para desarrollarlo en siete países en los próximos tres años. Está incluida la Argentina, en la que estamos con un trabajo intenso en la primera fase de nuestro modelo de trabajo, y trabajando con socios clave. Hemos realizado estudios de pre-factibilidad y registramos un enorme deseo de formar parte de la iniciativa de socios clave locales: empresas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil. Así como también, de futuros beneficiarios, es decir, comunidades rurales perdiendo población y personas viviendo en ciudades con deseos de re-migrar hacia regiones rurales. También hemos logrado instalar en la agenda pública la necesidad de repoblar localidades rurales y descentralizar las ciudades, y conseguir así una balanza territorial más equilibrada. Creo que el equipo está realizando un trabajo formidable para poder lograr el objetivo de la fundación.
Una anécdota del ambiente de la cooperación
Les comparto una anécdota del inicio. Estábamos recibiendo el apoyo de la Embajada de Suiza y un amigo que tenía un canal nos invita para hablar de esta visión, que en ese momento se llamaba SwissVision, voy con el embajador y la agregada cultural. Johannes Matyassy, que hoy en día es miembro de nuestro consejo de dirección, en ese momento era Embajador de Suiza en la Argentina. Johannes creía que íbamos a una radio, y en el camino se da cuenta que no iba vestido para la televisión, y le faltaba la corbata y vestido con las investiduras, y se sonrió y la hizo. Esto me sorprendió muy gratamente porque hablaba de la persona excepcional que es Johannes, que se decidió a cooperar en esta visión, con una institución, con un gobierno, y ha sido realmente un apoyo importantísimo de estos milagros que ocurren. Una clave para la cooperación lograda ha sido su gran apoyo inicial que sin duda se necesitaba para una mirada tan ambiciosa de transformación social.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Cintia Jaime
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