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La Palabra Sábado 23 de Abril de 2016

En busca de… Perla Argentina Aguirre, música

Hechos y melodías Con el afán de compartir sus vivencias, y con la intención de recuperar eslabones de la historia musical del país, aceptó la propuesta de Antonio Tarragó Ros para escribir la referencia biográfica del músico chamamecero. De su libro y otras historias nos cuenta en esta charla con LA PALABRA.

Raúl Vigini

Por Raúl Vigini

LP - Tomar la decisión de ser biógrafa. Toda una empresa personal suponemos… 

P.A. - Nunca “decidí” ser biógrafa. Surgió por una necesidad laboral. Antonio Tarragó Ros se siente consubstanciado con  mi manera de decir, tanto en prosa como en poesía o letrística, por lo tanto me convocó hace ya mucho tiempo, década del 80, para que escriba los guiones  de sus programas radiales. Esto se amplió luego a las biografías porque él también extendió a la televisión sus espacios y sus proyectos. Siempre obtuve buena remuneración por esos trabajos lo que me ayudó a sostener mi verdadero camino, que es el de cantora. Lo que escribí e investigué, comenzó a interesar y así me convocaron desde Sadaic para escribir sobre gente del chamamé o sobre canciones con ese ritmo, compuestas por Oscar Valles, para “Del mismo  palo”, un espacio que su hijo, Darío Valles tenía en el suplemento dominical del diario Crónica de Buenos Aires. Escribí durante un año hasta que renuncié por mi casi folklórico problema de jaquecas.  Tiempo después, algunas de esas notas, las eligió José Tcherkaski, letrista de los éxitos de Piero, para que integren un libro que publicó Sadaic titulado “Alguien hizo la letra, alguien hizo la música” y que contiene biografías de autores y compositores argentinos de distintas disciplinas. Luego mi amigo Emilio del Guercio, a quien le colaboré con algunos datos, me convocó como investigadora de su programa de televisión “Cómo hice” que emitía el canal Encuentro,  oferta que rechacé por el mismo motivo antes mencionado.  

 

LP - ¿Cuándo descubriste tu vocación por la literatura y/o la expresión escrita?

 

P.A. - Leer me apasionó desde niña y escribí siempre, desde mi adolescencia. Lo que no sabía o creía que no podría, es escribir canciones. Pensaba que con semejante autor como papá, o Tejada Gómez y Hamlet Lima Quintana, gente muy cercana a nuestros afectos y amistad, más los grandes poetas que se incorporaron a la canción criolla, yo jamás podría intentarlo. Pero recibí el estímulo de Antonio y allí comencé a desarrollar ese modo de expresarme, con músicas bellas que él le arrimaba a mis letras. Así compusimos muchas obras. Luego,  por su fe en mí, me “empujó” a rendir mi examen de letrista en Sadaic frente a Hamlet Lima Quintana, Eladia Blázquez y otros grandes como ellos. Y aprobé de inmediato. Recién comencé a pensar que podría. Lo mismo sucedió con mi examen de compositora, el que aprobé también y al que me presenté siempre por “sugerencia” de Antonio. 

 

LP - ¿Podemos conocer cómo se concretó la recolección de datos?

 

P.A. - Todo estaba en mi memoria y en mi corazón. Yo recordaba todos los detalles que él me había contado sobre su niñez, el abandono materno, los abuelitos, hasta el nombre de su perro y luego todo lo que vivimos juntos, o casi todo. Antonio me había pedido esa biografía en el año 2006  porque considera que nadie sabe de él tanto como yo o nadie expresa sus sentimientos  más profundos como yo. 

 

LP - ¿Y el ordenamiento de la documentación de qué manera se dio?

 

P.A. - Misma respuesta casi. Estaba todo ordenado en mi memoria. Y me pareció bello comenzar el libro con la proclama de Belgrano, a quien admiro, referida a la fundación de Curuzú Cuatiá. 

 

LP - ¿De quién fue la responsabilidad de la diagramación? ¿Cómo se enfocó ese tema?

 

P.A. - Juan Pedro Zubieta, cultísimo difusor de la música regional correntina, fue el propiciador de este proyecto y sobre quien recae, creo, la responsabilidad intelectual de todo esto. Cuando habló con Antonio, éste  le salió de inmediato al cruce diciéndole: “Perlita tiene algo, una biografía mía, algo escrito desde un lugar distinto. Te la mando y fijate si te puede interesar”. Al recibirlo, Zubieta pensó que era corto el texto. Después, al releerlo, lo “vio” y lo que escribí en el año 2006 para no sé qué proyecto que nunca se concretó, pasó a ser editado por Eduardo Moglia, de Moglia Ediciones, en Corrientes en el 2015 con formato de libro. Posiblemente a Juan Pedro Zubieta en principio, le pareció corto mi texto debido a que él, que es un gran investigador de la música y los músicos de su región, escribió dos libros también editados por Moglia, que son joyas. Completísimas biografías de Roque Librado González, el acordeonista de Tránsito Cocomarola, y del gran guitarrista Mateo Villalba. Son obras altamente recomendables. Además Eduardo Moglia, el editor, admirablemente se interesa por generar un  espacio para el reconocimiento de los valores musicales correntinos, de modo que téngase en cuenta en qué manos “cayó” esta biografía. 

 

LP - ¿Con qué criterio se hizo la selección de las imágenes que se incluyeron?

 

P.A. - Las imágenes son de mi propiedad, muchas, y otras pertenecen a Antonio. Le envié casi todo lo que tenía y Juan Pedro Zubieta eligió a su criterio.

 

LP - ¿Cuál es mensaje que quisiste dar como autora de la edición?

 

P.A. - No lleva implícito ningún mensaje especial. En todo caso, aún reconociendo que es algo atípico, puede llevarle a quien lo necesitare, la idea de que se puede mantener una relación de afecto, de cariño, laboral, de admiración y respeto por la expareja, en este caso por mi exesposo y padre de nuestra hija Irupé Tarragó Ros. Pero se entiende que cada caso es diferente y no todos pueden resolver su pasado o no piensan así. Nosotros, ambos, nos admiramos y también nos hemos perdonado nuestros yerros. Yo porque así me nace y utilizo mucho la empatía. Siempre pienso en “el otro” y porque soy cristiana.  Y él, supongo que por razones parecidas y además porque es una gran persona, de corazón generoso y enorme inteligencia. 

 

LP - Llegó el momento de presentarlo en sociedad. Contanos cómo se concretó.

 

P.A. - El libro se presentó oficialmente en sociedad, en el “Museo Provincial de Artesanías Tradicionales Folklóricas” de la ciudad de Corrientes, el 18 de septiembre de 2015, en el marco de los homenajes al “Día Nacional del Chamamé”, que es el 19,  fecha en la que se conmemora el fallecimiento de Tránsito Cocomarola. El lugar es maravilloso, un edificio colonial que data del año 1806. Nos rodearon afectos enormes. Destaco al presidente de la fundación “Memoria del chamamé”, el gran poeta Juan Genaro González Vedoya y a nuestro compadre Pocho Roch,  padrino de Irupé, por citar  solo dos entrañables amigos. Muchos músicos queridos que hace tiempo yo no veía, estuvieron presentes. Además la joven cantora Belén  Majul acompañada por tres guitarristas brillantes, Samuel Rodríguez, Rafael Gómez y Sergio Cabrera, nos regalaron canciones mías y de Antonio, o mías escritas con Mateo Villalba. Fue maravilloso y vivimos momentos muy gratos y conmovedores.

 

LP - Este tiempo presente está destinado a la difusión y distribución seguramente.

 

P.A. - Efectivamente. Desde que se editó, se está distribuyendo al periodismo y supongo que la editorial se ocupará de la distribución comercial.

 

LP - ¿Estás en condiciones de decir “misión cumplida” y satisfecha con la obra lograda?

 

P.A. - Estoy sobre todo, sorprendida. Me sigue sucediendo lo de toda la vida. Yo dirijo mis objetivos hacia determinado punto y Tata Dios me toca el hombro y me dice: “No, es para allá” y entonces surgen cosas inesperadas que me asombran gratamente, tanto en mi camino de cantora, como en el de  guionista o biógrafa. Esto es, nunca supuse que lo que escribí nueve años atrás, entre llantos, fuertes emociones y hasta una buena cuota de valor, una suerte de catarsis al decir de los psicólogos, terminaría convirtiéndose en un libro con todo lo que eso implica. Yo estoy acostumbrada a editar discos, nada más. 

 

LP - ¿Qué te gustaría que sucediera con el libro?

 

P.A. - Que la gente lo quiera. Lleva verdades desconocidas de la vida de un gran artista como Antonio, y de nuestra vida juntos. Me pertenece tanto como a él, por eso, como si fuera el reflejo de la infancia de Tarragosito quien la vivió casi despojado de amor,  deseo que a este libro lo amen y en todo caso, que a quien lo lea, le haga bien. Y que se venda, por supuesto, ya que ésa sería la manera de contribuir al proyecto de difusión de los valores correntinos por los que apuestan Moglia Ediciones y Juan Pedro Zubieta. 

 

LP - Algo más que desees agregar.

 

P.A. - Este comentario no tendría que estar agregado. Debería tener un primer lugar. Son  mis agradecimientos: a Dios quien me señaló este camino, a Antonio Tarragó Ros por su fe inquebrantable en mí, a Juan Pedro Zubieta y a Eduardo Moglia, por materializar con no poco trabajo y esfuerzo, estos recuerdos míos en formato de libro. Y lo que verdaderamente agrego, es que si alguien desde Rafaela o cualquier rincón de la provincia de Santa Fe, se acerca por Buenos Aires a visitar la próxima “Feria del libro”, les informo que el día 3 de mayo, cuando se celebra la fundación de Corrientes, estaremos presentando este trabajo allí con un poco de música interpretada por la familia original: Antonio Tarragó Ros, Perla Argentina Aguirre y nuestra hija Irupé Tarragó Ros. Gracias Raúl Vigini, por mantener viva y vigente “La Palabra”, necesario y completo Suplemento Cultural del periódico “La Opinión”. Muchas gracias. 

                                                                

por Raúl Vigini

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