Por Raúl Vigini
LP - Estamos ante la presentación en sociedad del segundo trabajo discográfico de la orquesta. ¿Con qué objetivo fue compuesto el repertorio?
P.G. - Vamos haciendo canciones, juntando títulos, tirando frases y algunas de ellas se van pegando, como imanes. En un momento vimos que había varias que hablaban o significaban con sus títulos situaciones que tienen que ver con la comida de alguna u otra manera. El tema instrumental Emergencias, por ejemplo, está dedicado a una situación que ocurrió en dos mil ocho en Buenos Aires donde terratenientes incendiaron pastizales en protesta contra el gobierno nacional e invadieron la ciudad de humo. Unos verdaderos irresponsables y criminales. Por eso ese tema habla de “comida” indirectamente, de cómo algunos que creen ser los dueños de la tierra pretenden someter a la gente a través de la producción alimentaria. Otro tema como Los Sabios es un personaje de un mozo de un restaurante de “tenedor libre” que nos pide que nos sirvamos solo lo que vamos a comer y que tratemos de no desperdiciar para que entre todos podamos evitar el hambre en el mundo. Así cada tema tiene su sentido. Alimentation Générale en Francia es como se llaman todos los almacenes, los que serían los supermercados chinos acá, ponele. Pero el juego de palabras daba para algo más allá, para hacer un punto sobre la alimentación humana, a grandes rasgos, evidentemente.
LP - ¿Considerás que con la música se puede mejorar el mundo?
P.G. - Podríamos mejorar el mundo con educación sobre todo. Creo que es fundamental que se empiece a enseñar desde la primera edad la importancia de una buena nutrición, que no es necesariamente “más cara”, es sobre todo un tema de educación. También se puede mejorar el mundo con disciplinas como el Yoga o la meditación, que hacen bien a todos y no tienen un valor más elevado que cualquier otra práctica deportiva. Se puede pensar que estoy hablando elitísticamente, pero en realidad son cosas muy simples que cualquiera puede poner en práctica y que no necesitan recursos económicos muy elevados. A partir de una buena educación sí, tal vez, se podría educar a los jóvenes a cultivar la mente a través de la música y “mejorar el mundo”, porque a través de las canciones sexistas y represoras que se escuchan en la actualidad se puede “cambiar el mundo” pero para mal. Espero no quedar como un viejo choto, pero a mi me gusta mucho Juan Sebastián Bach, que tiene doscientos cincuenta años y está libre de derechos.
LP - ¿Cómo fueron elegidos los integrantes de TAXXI?
P.G. - Mediante un casting muy riguroso. El primero fue Lucas, el bajista, que trajo a una pianista, que trajo una violinista y etcétera, etcétera, etcétera. Luego apareció el cantante Rossi, que me dijo: Yo quiero cantar en esta orquesta, y no me pude negar a semejante confesión.
LP - Se habla de la roña del tango en la interpretación. ¿Cómo la logran los músicos extranjeros?
P.G. - Bueno, la roña la puede hacer el que toca bien, sobre todo en las cuerdas. Si no, más que roña es un asco. No es difícil encontrar buenas cuerdas en Francia, y hay todo un grupo de músicos interesados en el tango que tuve la suerte de conocer y de a poco fueron incorporando mi visión del tango y ahora hay mucha roña cuando tiene que haber. Algunos, como la genial Anne le Pape, que es integrante de la Orquesta de Juan José Mosalini desde hace muchos años, conoce tan bien el estilo, que con solo contar cuatro ya todo suena perfecto.
LP - ¿Qué es el tango urbano parisino que mencionan en la propuesta?
P.G. - A mí me gusta escribir música y todo lo que escribo está teñido en mayor o menor medida por el tango, a menos que sea algo específicamente genérico para algún pedido en especial. Es por eso que considero que TAXXI Tango XXI es una orquesta de Tango parisino, porque le hacemos música a la ciudad en la que nos movemos. Con Derrotas Cadenas hice un disco, “Escuchá el ruido”, que es re porteño y si me fuera a vivir al Congo seguro estaría molestando a alguien para hacer tango congolés.
LP - ¿Con qué expectativa dirigís la agrupación actual?
P.G. - Prefiero no tener demasiadas expectativas y más perspectivas. Como no es una música de gran mercado laboral, la idea es poder seguir manteniendo el formato grande y seguir grabando. Ahora tengo varios proyectos con TAXXI, un nuevo álbum que cierre esta idea de los productos alimenticios, porque quedaron cosas dando vueltas, un álbum de covers, una obra de teatro que estamos escribiendo y algunas perspectivas más que esperamos ir desarrollando.
LP - ¿Considerás que estás abriendo nuevo camino de la música de Buenos Aires en el exterior?
P.G. - Bueno, sí. Todos los que salimos a mostrar nuestra música afuera somos embajadores. Abrir camino es un poco más difícil, pero como mi propuesta siempre fue la de hacer un tango del presente, tal vez sí, poco a poco se abre un camino, a paso lento y firme como lo hacían las mulas que eran utilizadas para construir caminos en las montañas.
LP - ¿Cuándo considerás que es tango y cuándo no?
P.G. - A veces estamos al límite, y esos límites son muy interesantes cuando se ven desdibujados. Toda la música de TAXXI Tango XXI tiene tango, un tango que muta pero si lo analizamos detenidamente encontraremos su esencia. No tengo miedo a irme del tango y creo tener bastante claro cuándo lo hago, y puedo asumir si a alguien le molesta, porque aunque suene increíble sigue habiendo gente que se enoja con la novedad.
LP - ¿Tus referentes en la música?
P.G. - Por una parte están los clásicos, desde Bach a Bartok. Como bandoneonista me inspiran mucho Chet Baker y Miles Davis y Frank Zappa, aunque parezca una broma. El tango es muy amplio también, pero tengo un particular afecto por Pedro Laurenz en su manera de tocar y componer. Soy fan de Charly y del Flaco Spinetta. Piazzolla, Troilo, Pugliese están fuera de discusión. Durante la grabación de Alimentation Générale escuchaba todo el tiempo The Velvet Underground.
LP - Algo más que desees agregar.
P.G. - Si, que espero que nuestro planeta nos tenga paciencia y que podamos ponernos de acuerdo para ayudar a que las cosas vayan mejor para todos. Y muchas gracias a ustedes por darnos un lugar para expresar nuestras ideas.
por Raúl Vigini
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