Por Raúl Vigini
LP - Repasando obras que dejaron huella. ¿Qué te inspira decir de El amateur?
M.D. - El amateur fue un hito que cambió la mirada de los demás sobre mí. Había querido escribir muchas veces y no había podido, y ésa fue la primera obra que logré escribir. Gané un ACE como mejor autor ternado con Tito Cossa y con Carlos Gorostiza. Lo cual ratifica por qué fue un hito en mi vida. Y además porque saber que podía escribir me hizo andar mucho más lúcido por la vida. A partir de ahí, todo lo que me conmovía, me sensibilizaba, me importaba, sentía que lo podía escribir y que en algún momento esas sensaciones podían ir a parar arriba del escenario.
LP - ¿En el caso de Toc Toc?
M.D. - Y Toc Toc en otro sentido también es un espectáculo inolvidable, porque conocí algo que me deseaban los espectadores cuando me venían a ver a los teatros chicos, siempre en el hall me deseaban éxito y yo no entendía por qué. Porque sentía que lo tenía, podía escribir, actuar, producir, me había ido desarrollando, sentía que crecía en la profesión. O sea sentía que hacía lo que quería y para mí el éxito siempre fue eso. Sin embargo el éxito que me deseaba la gente era otra cosa y lo conocí con Toc Toc. Hice dos mil setecientos cincuenta y dos funciones en nueve años de enero a diciembre todos los años consecutivos haciendo ocho funciones semanales. Hasta doce una misma semana en Mar del Plata.
LP - Una experiencia muy particular se dio con El equilibrista. ¿Cómo la viviste?
M.D. - Y la llegada de El equilibrista fue sorprendente porque después de hacer Toc Toc cualquier actor sabe que lo que le toca es esperar el colectivo. O sea los éxitos no se juntan, en general vienen muy distanciados, muy de tanto en tanto. Es excepcional cuando alguien logra sumar un éxito tras otro. Y El equilibrista con otras características -porque empezó con perfil bajo- terminó siendo un éxito tan potente como Toc Toc. En lo personal tal vez mucho más porque me pertenecía. Pero con el condimento único y es el de que coincidiera lo que yo quería contar, lo que yo quería mostrar, con la necesidad del espectador. Esa coincidencia fue muy potente. Estar en esa sintonía con el público es revelador.
LP - Este año estás ofreciendo Alguien como vos. ¿Cómo nació la idea? ¿De qué manera tomó forma?
M.D. - Yo tenía un cuaderno donde anotaba el título de los momentos más importantes de mi vida, los que me habían enseñado algo, los que no me había podido olvidar, los que habían significado algo. Y llevaba más de veinte años con ese cuaderno. Y cuando decretaron la pandemia lo encontré y empecé a desarrollar cada uno de esos títulos. Me di cuenta que eran cosas tal vez comunes a muchas otras personas por eso al ciclo le puse Alguien como vos. Pero que tal como las había vivido yo las podía transformar en algo artístico. Es un ciclo donde de algún modo me animo a contar lo que la vida hizo conmigo. Es una especie de biografía hecha de relatos. Tuvo el gran acierto que creo que solo me lo permitió la pandemia, en épocas normales no lo habría podido hacer, de hacerlos a cada uno con artistas de distintas disciplinas. Pintores, caricaturistas, dibujantes, escenógrafos, gente de los medios audiovisuales, del cine, además de músicos, editores. Ese enorme equipo que armé a distancia creo que es uno de los grandes logros que tiene el ciclo.
LP - ¿Cómo fue recibida la propuesta?
M.D. - A mí me sorprendió la recepción que tuvo la propuesta. Tal vez porque la pandemia hizo que todos necesitáramos mucho más la ficción, los relatos, hechos que no solo nos pudieran entretener, sino que nos movilizaran, nos calmaran, nos hicieran reflexionar. A mí me sorprendió la recepción porque de algún modo descubrí que podía hacer algo que no sabía que podía hacer.
LP - ¿Cuál es el presente de ese trabajo?
M.D. - En este momento estoy trabajando en la segunda temporada. La primera fue de quince relatos. La segunda también va a ser de otros quince. Además me han pedido alguno de los cuentos para ser publicados en algunas revistas. Salió en Selecciones que es una revista de mi infancia. Todos los jueves en radio Metro de Buenos Aires me invitaron a que fuera a relatar uno y lo estoy haciendo en el programa Un día perfecto. También me han hablado para editarlos, he tenido una primera conversación para hacerlo libro en algún momento. Pero pedí tiempo para saber si todos los títulos que tengo pueden llegar a tener el mismo nivel que han llegado a tener en la primera temporada. Espero que sí porque es un ciclo que me sorprende mucho la aceptación que ha tenido.
LP - ¿Qué futuro le espera?
M.D. - Esta semana me confirmaron la reprogramación de El equilibrista en Madrid. Yo iba en noviembre pero no se puede por la curva epidemiológica. Me asignaron el 3 de mayo el estreno en los Teatros del Canal en Madrid así que ésa es una buena noticia que tiene que ver con el trabajo futuro. Mientras tanto una gira por todo el país que me quedó pendiente. Casi todo está determinado por la curva epidemiológica. Terminar de escribir la segunda temporada de Alguien como vos. Tengo un personaje en una película que si se hace también depende de cómo estén las cosas con la pandemia.
LP - ¿Dónde se puede ver la producción?
M.D. - La primera temporada de Alguien como vos se puede ver en un canal de youtube que se llama Cero Onda Producciones. Ahí están cada uno de los relatos, con sus imágenes y con los créditos de todos los artistas que participaron en cada uno de ellos.
LP - ¿Cómo nacieron los cuentos? ¿Cuándo escribís?
M.D. - Suelo escribir a la mañana bien temprano. Creo que la mañana antes de recibir todo tipo de información, antes de leer diarios, antes de que me ganen los condicionamientos sociales, creo que estoy en un estado de ensoñación que me permite conectarme con lo que quiero contar. Después durante el día hago correcciones, cambios, pero casi siempre es a la mañana bien temprano que les logro dar forma. Pero el acopio de la esencia de los materiales muchas veces surge a la madrugada en desvelos. Me despierto con la claridad que no tuve durante el día. Lo que buscaba durante el día y no encontraba. Muchas veces me despierto a las tres o a las cuatro de la mañana con la claridad y tengo en la mesa de luz siempre papel y birome para anotarlo rápido y poder seguir durmiendo. Después a la mañana temprano cuando me levanto retomo eso que escribí y ahí es que se plasma casi siempre la esencia del relato. De todos modos, todos son relatos que existieron, y los cuento tal cual existieron, tal cual me pasaron. Este acopio que hago a veces tiene que ver con relacionar una parte de la historia con la otra porque a veces las cosas me ocurrieron pero en los tiempos que me ocurrieron no son tiempos que le vienen bien a la literatura, entonces no se me ocurren esos puentes y a la madrugada en esos desvelos encuentro la amalgama, así es un poco. Pero lo distinto que tiene el ciclo es que son relatos verídicos, que ocurrieron, no es invención, digamos.
LP - Una anécdota en pandemia.
M.D. - La anécdota más potente que recuerdo de la pandemia me la contó Juan Carr. Un paciente con Covid que desde la ventana del lugar donde estaba haciendo su cuarentena pedía que ayudaran a un cartonero que tenía dificultades en la calle porque él no podía salir a ayudarlo por el diagnóstico que tenía. Esa solidaridad creo que es no solo la gran anécdota sino lo que representa. Creo que los argentinos estamos necesitando descubrir en nosotros mismos actitudes de este tipo.
por Raúl Vigini
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