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La Palabra Sábado 2 de Febrero de 2019

En busca de… Mario Echeverría Baleta, investigador y escritor patagónico

Rescatar los orígenes Nacido en El Calafate, departamento Lago Argentino, provincia de Santa Cruz, hoy radicado en la ciudad de Río Gallegos, desde donde emprende su gestión cultural como investigador de la historia y del paisaje de esas tierras del sur. Su contacto con los habitantes originarios le permitió conocer esa cultura ancestral, a la que le dedicó la mayoría de sus escritos, publicaciones y libros. Su tarea no se detiene y como viajero incansable lleva su mensaje didáctico a los lugares que lo convocan para conocer más de la propia región. En este diálogo con LA PALABRA nos cuenta de sus actividades.

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archivo Mario Echeverría Baleta Crédito: Fidelidad: Lejos de las redes sociales su máquina de escribir sigue siendo intermediaria para llegar a los lectores Foto 1 de 3
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archivo Mario Echeverría Baleta Crédito: Activo: Mario Echeverría Baleta dedicó su vida a actividades culturales diversas Foto 2 de 3
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archivo Mario Echeverría Baleta Crédito: Prolífico: Una veintena de libros respaldan su trabajo de escritor Foto 3 de 3
Raúl Vigini

Por Raúl Vigini

LP - ¿Dónde y cómo fue su infancia?

M.E. -  Mi infancia fue en el campo entre los lagos Rico y Roca, afluentes de Lago Argentino zona cordillerana con bosques de ñires y lengas, avistando el glaciar Perito Moreno.

LP - ¿Qué recuerda de aquel paisaje de los primeros años, los aromas, los colores, el entorno visual?

M.E. - El paisaje cordillerano con montañas nevadas, verdes bosques, grandes lagos, fauna regional y cada estación con sus características muy demarcadas. Invierno de grandes nevadas, escarchas de hasta veinticinco grados bajo cero. Patinábamos en las lagunas. Al entrar la primavera ir preparando todo para las siembras y salir todos los días a cuerear animales muertos que los había tapado la nieve. En el campo, el niño aprende a trabajar jugando, pues los juegos son imitar a los que trabajan.

LP - ¿Desde cuándo se interesó por los orígenes de su región?

M.E. - Siendo niño en el campo me vinculé con gente nativa y conviví con ellos de los que aprendí mucho.

LP - ¿Qué temas lo fueron cautivando para investigar y dedicarle sus horas de estudio?

M.E. - Para saber y conocer a una etnia, lo primero es el idioma, esto ayuda a entender muchas cosas. No es conveniente obrar como periodista, sino compartir momentos y tareas, donde irán apareciendo los distintos aspectos de la etnia.

LP - ¿Cómo desarrolla su actividad de investigador de campo?

M.E. - Toda salida, por cualquier motivo que hago al campo, de paso la ocupo para tomar apuntes de todo lo que me interesa: fauna, flora, geología, historia, antropología, ecología, arte rupestre, etcétera.

LP - ¿Puede caracterizar brevemente las distintas etnias que conforman el pueblo originario patagónico?

M.E. - El único pueblo originario de la Patagonia, es el que llamamos tehuelche, no hay ni ha habido otro. Se ha registrado una antigüedad de trece mil años. El primer contacto con el hombre blanco fue el de Hernando de Magallanes en mil quinientos veinte, él los llamó patagones, ya que patagón era la palabra con que en España se llamaba a la gente que vivía en forma primitiva. Cuando comienzan a entrar los mapuches en mil setecientos setenta desde Chile, les llamaron “chehuelche”, que significa “gente arisca”. Los tehuelches cuando los veían venir, escapaban diciendo ¡Malén, malén! Que se traduce como ¡Robar, robar! De allí nace la palabra “malón”.

LP - ¿Qué valora de las culturas mapuche y tehuelche?

M.E. - Los tehuelches fueron y son gente pacífica y hospitalaria, que escapaban de los mapuches venidos de Chile por ser violentos. Admiro en los tehuelches la mitología, las leyendas, los tejidos, el arte rupestre en pinturas y petroglifos, y sus conocimientos en general de la geografía y afines.

LP - ¿Cómo llegó a recopilar el vocabulario y la grafía de los pueblos originarios del sur argentino?

M.E. - En la convivencia se forja la amistad que trae aparejado el conocimiento.

LP - ¿De quiénes recibió el legado de los mitos y las leyendas de esos antiguos habitantes del lugar?

M.E. - Un poco de cada uno de mis amigos tehuelches. Esta amistad con ellos viene hacia mi familia desde mi abuelo paterno en mil novecientos uno.

 LP - La edición de libros en su vida fue un tema destacado ¿algunos títulos que nos pueda mencionar con características de su contenido?

M.E. -  Tengo una nómina de mis libros, aquí menciono algunos: “Kai Ajnun”, el milenario arte tehuelche de los quillangos pintados, donde describo los dibujos con que adornaban sus quillangos, identificando a cada familia con un dibujo representativo estilizado. “Vida y leyendas Tehuelches”, leyendas mitológicas, narrando la forma de vida y la presencia de Elal, un personaje semejante a Cristo. “Orígenes”, muy ilustrado con dibujos, con la descripción del enmangado del material lítico, de acuerdo a lo informado por ellos. Hay más libros… La mayoría de ellos han sido declarados de “Interés Educativo”.

LP - Lo publicado incluye además sus propias ilustraciones. ¿Cómo se formó en dibujo?

M.E. - Desde niño tuve facilidad para dibujar y dibujaba y pintaba los paisajes que nos rodeaban. Soy autodidacto.

LP - Si tuviera que contarnos uno de sus días de trabajo ¿Qué nos diría?

M.E. - Me levanto temprano, hago una nómina de las tareas y compromisos más urgentes. Diseño lo que deseo hacer, previo pensarlo en todos sus por qué y para qué. Hago un poco de todo, tengo herramientas adecuadas e invento lo que necesito. Entre otras cosas, pinto afiches o letreros, hago poemas ilustrados, cumplo obligaciones sociales y compromisos en general. 

LP - ¿Cómo conoció a Hugo Giménez Agüero? ¿Qué fue lo que reconoció en él que se frecuentaron largo tiempo?

M.E. - Hugo vino a hacer el Servicio Militar y yo bailaba folklore. Una vez que fuimos a bailar al Ejército, nos conocimos. El se quedó en Río Gallegos y logramos una hermosa amistad ya que él tenía mucho interés en hacer lo de acá. Yo le ayudaba.

LP - Para resumir su conocimiento sobre los originarios de su tierra. ¿Qué valores les destaca en sus hábitos, convivencia, cultura, raíces ancestrales?    

M.E. - Destaco en los tehuelches el profundo sentimiento por la amistad y la palabra que se da. Magallanes les llamó “patagón”, los mapuches “chehuelche” (tehuelche, perduró). Ellos a sí mismos se llaman “chonkes” o sea: ser humano. Tanto Juan Domingo Perón como don Atahualpa Yupanqui, tenían rasgos chonkes.

LP - Algo más que desee agregar.

M.E. - Hice la protección de las pinturas rupestres de la “Cueva de las Manos”, aun con la oposición de algunos funcionarios. También protegí las pinturas rupestres de “Cerro Gualicho” en Lago Argentino. Ubiqué los sótanos donde vivieron los sobrevivientes de la Expedición de Pedro Sarmiento de Gamboa en mil quinientos ochenta y cuatro. Acompañé a Osvaldo Bayer por toda la provincia mostrándole los sitios donde fusilaron a los obreros en mil novecientos veintiuno. Me invitan y voy a las escuelas, colegios y universidades a dar charlas sobre temas de la provincia, especialmente tehuelches. Participo en Ferias de Libros. He ganado en la elección anual para ir a la Feria Nacional del Libro en Buenos Aires muchas veces. Presenté y se aprobó mi proyecto de aceptación ante los Registros Civiles, de los nombres tehuelches, que se generalizó con todas las etnias del país que se sumaron. Presido la Comisión de Toponimia urbana de Río Gallegos. 

Otros datos acerca de Mario Echeverría Baleta

Nació el 28 de mayo de 1938, hijo de Jorge Echeverría y Zorca Baleta. Estudió Educación física y dibujo de retratos. Es autodidacto en dibujo en general (especialmente técnico) y topógrafo. Trabajó como dibujante técnico en Vialidad Provincial y fui Director del Museo Regional Provincial “Padre Manuel Jesús Molina” quince años en cada uno. Fue docente de Educación física en muchas escuelas. Recibió numerosos premios en literatura, en exposiciones y en fotografía. Participó en cursos de museología. Introdujo el handball en Río Gallegos en mil novecientos setenta y dos ya que no se conocía. A partir de ello, se extendió por toda la provincia. Enseñó danzas folklóricas en varias localidades. A los 14 años participó en los Campeonatos Evita, ganó Provincial y Regional de lanzamiento de disco y se clasificó 4° en la final del Campeonato Nacional en Buenos Aires (año 1953) Categoría 13 a 15 años.

por Raúl Vigini

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