Por Raúl Vigini
LP - El folklore ocupó un espacio importante entre tus elecciones. ¿Cómo lo abordaste y con qué intenciones?
G.C. - Las culturas que conservan las características peculiares del medio del que proceden, son universales, porque todos los hombres del planeta compartimos motivos, emociones, sueños… Como afirmó León Tolstói, el gran escritor ruso: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”. Reafirmar y revalorizar las tradiciones ancestrales y los idiomas de las minorías, según considero, es hacer un aporte a la hermandad de los pueblos. Si bien el idioma quichua es mi principal motivo de difusión, me interesan todas las manifestaciones lingüísticas de las comunidades que viven al otro lado del silencio, las que la sociedad, en su mayoría, desprecia. De muchas formas abordo el folklore. Te cuento que soy el ideólogo y responsable de la única versión radiofónica de “Shunko” -1949- de Jorge Washington Abalos, tierna y conmovedora novela que refleja la vida de un changuito quichuista de Santiago del Estero -versión realizada con cuarenta niños y adultos quichuistas- para Radio Nacional Folklórica FM 98.7, en dos mil cinco. Esta obra ha sido distinguida por Argentores -Sociedad General de Autores de la Argentina- y declarada de interés cultural por el Senado de la Nación, pero ni un centavo he cobrado… Soy autor y responsable del programa “Tradiciones Musicales y Literarias” - Folklore del Mundo que se anunciaba: “Radio Nacional Folklórica, presenta a Gabriel Conti”, que se transmitió desde el quince de marzo de dos mil trece hasta el veintiocho de febrero de dos mil catorce, todos los viernes de veinte a veintiuna horas, por dicha emisora, frecuencia modulada de la Radio Pública. Las autoridades decidieron no darle continuidad al espacio inspirado en las minorías, decisión que aún nadie comprende, dada la gran repercusión que alcanzó el programa. Además de estos ejemplos radiales, soy autor de muchos temas folklóricos -con Sixto Palavecino compartimos varios-, publico artículos, doy charlas, talleres, ponencias, sobre el Folklore del Mundo, la Cultura Quichua de Santiago del Estero, el Erotismo y el Folklore, etcétera.
LP - Dedicaste tu tiempo a investigar acerca del erotismo y le diste forma a un trabajo integral con una visión y un contenido universal que presentaste desde la cultura popular. ¿De qué se trata? ¿Con qué objetivo? ¿Cómo lo recibió la comunidad?
G.C. - Como investigador folklórico trabajo en un aspecto poco estudiado y prácticamente desconocido del Folklore; son muy escasas las publicaciones que existen: me refiero al Erotismo en el Folklore del Mundo. Desde hace más de veinte años recopilo y estudio rituales, prácticas, leyendas, supersticiones, mitos, costumbres, humor y picardía, proverbios, danzas, poemas, canciones… que tengan íntima relación con el erotismo de los pueblos ancestrales. Llevo años armando un espectáculo que muestra la plenitud de la sexualidad de las diferentes culturas. Le propuse a Diego Reynoso -un enorme cantor criollo que además de tocar guitarra, bombo y bandoneón, suma su talento como eximio bailarín folklórico-, que me acompañara en este proyecto transgresor y original, interpretando canciones del folklore argentino con letras de gran contenido erótico. Los dos unimos las costumbres sexuales de las culturas atávicas con las canciones de nuestro acervo tradicional. Todos los que leen la gacetilla quedan confundidos y no pueden unir en sus mentes el erotismo y el folklore, pero cuando les explico de qué se trata, cambian totalmente su actitud, siempre ocurre así. Por suerte, nuestro espectáculo llamado “Erotismo y Folklore”, es muy bien recibido por la gente, despertando una gran curiosidad… El sábado cinco de noviembre de dos mil dieciséis hemos realizado, en la ciudad de Buenos Aires, nuestra cuarta presentación con un éxito rotundo, se agotaron todas las localidades. Deseamos salir de gira por el país con esta propuesta jamás vista, ojalá los productores, organizadores, se interesen en descubrir esta parte del folklore, expurgada a través de la historia, de todos los estudios antropológicos y libros publicados sobre la cultura popular.
LP - ¿Cuáles son las propuestas vigentes en el presente tuyo? ¿Con qué objetivos?
G.C. - Un programa de radio dedicado exclusivamente al erotismo y el folklore de todo el planeta. La intención de este proyecto es compartir las diferentes tradiciones eróticas, demostrando, así, que nuestro concepto de la sexualidad es solamente uno entre muchos. Después de mucho tiempo, hace un mes logré grabar el programa de prueba. Estoy muy, pero muy conforme con el resultado. Ahora estoy recorriendo emisoras con el objeto de conseguir un espacio para ponerlo al aire. Se llama “Parácheq, Erotismo y Folklore”, y por toda la gente que me escribe del exterior, sé que no existe en ninguna parte un programa radial con estas características. “Parácheq” es el nombre que utilizo como investigador erótico-folklórico; es un vocablo de origen quichua que significa: el que provoca la lluvia, el que genera las precipitaciones, el que hace llover… Este programa de radio erótico-folklórico y la presentación, en todo el país, del ciclo que hacemos con Diego Reynoso, son mis prioridades laborales en la actualidad.
LP - Con todo tu bagaje incorporado en estos años ¿cuál es la misión que te proponés en la vida?
G.C. - Como dijo Gracián: “Sentir con los menos, y hablar con los más”. Quiero que mucha gente sepa que hay culturas espléndidas que la sociedad mayoritaria se ha empeñado en negar y ocultar. Nuestra época ya no puede ser la del dominio de determinadas culturas. Intento hacer visibles, a través del folklore, las líneas de convergencia que unen a todos los pueblos del planeta.
LP - ¿Un anhelo?
G.C. - Mi sueño como investigador folklórico es lograr una verdadera fraternidad universal, que cada vez más argentinos puedan conocer comunidades distantes y que a su vez los otros pueblos, partiendo de la Cultura Quichua, puedan descubrir el folklore y el canto profundo de los pueblos originarios de nuestro espléndido continente, Awya Yala que es América.
LP - Una anécdota con final feliz para compartir con los lectores.
G.C. - Estimado Raúl, como te conté al inicio de la nota, empecé a estudiar quichua para poder leer la traducción de “Martín Fierro” que había hecho Don Sixto Palavecino. Años después, estando un día en su casa, le dije: “Tátay Sixto, la traducción al quichua de “Martín Fierro” es demasiado importante para la cultura universal, no puede dormir silenciosamente en alguna biblioteca; el que no obtuvo un ejemplar de la edición realizada por Marcos Vizoso en Santiago del Estero -1990-, no podrá disfrutar la traducción más destacada de todas las que se han hecho a las lenguas originarias del continente; usted tiene que hacer una nueva edición, pero esta vez bilingüe”. Don Sixto al instante me dijo: ¡Acepto la propuesta con la condición de que vos trabajes conmigo en esta nueva versión! Inmediatamente me propone encargarme de la corrección definitiva de la escritura quichua, de la corrección de la traducción y de la preparación del libro. Casi nueve años de nuestras vidas le hemos dedicado a la realización de la edición castellano-quichua de “Martín Fierro” de José Hernández editado por la Gobernación de Santiago del Estero en dos mil siete, es el regalo protocolar de la provincia. Como siempre, por este trabajo interminable, no hemos recibido ni un solo centavo… Pero lo interesante es que comencé a estudiar quichua para leerlo en la lengua materna de Sixto, y por esas cosas del destino, y gracias a su inmensa generosidad, terminé corrigiendo la traducción y siendo el responsable, junto al Maestro, de la edición definitiva.
LP - ¿Considerás que la resiliencia tuvo que ver con el hecho de que hayas emprendido tanto en momentos difíciles y complicados de tu vida?
G.C. - Sinceramente, estos últimos años, la vida ha sido bastante ingrata conmigo, pero siempre he pensado que en los peores momentos es donde hay que tener más confianza en uno mismo. Mantener los valores espirituales y las firmes convicciones, en una sociedad donde abundan las insignificancias y las vilezas, es una tarea muy difícil… La legión de mistificadores siempre intenta callar a las voces independientes como la mía. No es justo que no te den un espacio radial o te lo quiten, por no dejarte absorber, ni prestarte a sus ideas políticas. De todos modos, todavía conservo las fuerzas y la actitud de un combatiente de la cultura ancestral, la única que puede sostener el corazón de hombres y mujeres. Seguiré hasta el final reafirmando las tradiciones musicales, literarias, eróticas y lingüísticas de las minorías del planeta, es decir, el folklore más profundo. Considero que las naciones que desprecian a sus minorías, irremediablemente languidecen... Además, como ha dicho el gran poeta sueco Kjell Espmark: “Cuando muere un idioma, mueren los muertos por segunda vez”.
por Raúl Vigini
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