Por Raúl Vigini
LP - ¿Cuál es el origen de Ciccus?
F.G. - Ciccus es una sigla, no un instrumento musical en este caso, que significa Centro de Integración Comunicación, Cultura y Sociedad. Es una fundación y surge como proyecto cultural en mil novecientos noventa y uno, con un equipo de gente vinculada a distintos aspectos de las industrias culturales, entre ellos estaba Juan Carlos Manoukian que es el director de la editorial. Pero junto con otras personas como David Coco Blaustein director de cine, Susana Velleggia, referente del campo de la educación, Octavio Getino del cine también, fundaron este proyecto a comienzos de los noventa, que, con el tiempo, a lo largo de estos treinta años, fue cada vez más consolidando su campo de acción en el terreno del libro, del campo editorial. Surge como iniciativa para el desarrollo, la promoción por un lado de literatura que pueda estar articulado con otras expresiones culturales como es el cine, la comunicación, la posibilidad de talleres, encuentros. Y desplegar un proyecto cultural que tiene como referente el libro pero que se articula y trabaja con otros aspectos del terreno de la cultura, la comunicación, la educación. Surge como fundación, ahí su naturaleza demarca un poco el espíritu que tiene como proyecto cultural, social, en materia de producción, nos dedicamos específicamente hoy en día, porque al comienzo era un proyecto más diverso, pero a lo largo del tiempo se fue acotando al terreno editorial con lo cual hoy en día fundamentalmente a publicar, a editar libros y de esa manera trabajamos con muchas instituciones, organizaciones de la actividad pública y privada, ongs, universidades, que tienen necesidades de desarrollar un tipo de trabajo editorial y que se vinculan con nosotros y de esa forma vamos componiendo un fondo editorial absolutamente diverso, heterogéneo, pero que a la vez, entre todos los libros que componen nuestro fondo editorial que son más de quinientos títulos, si bien muy heterogéneos, todos tienen una línea, una perspectiva, un enfoque compartido, que tiene que ver con el respeto a la madre naturaleza, con la diversidad, con la promoción cultural, con los derechos humanos, con una serie de valores que difunden los autores que publican y eso se expresa desde un libro de poesía, hasta un ensayo de ciencias sociales sobre el mundo del trabajo en América Latina. Todos componen una perspectiva de integración y de esa manera fuimos construyendo esta identidad de Ciccus que está próximo a cumplir tres décadas.
LP - ¿Cómo se encontraron esas personas que mencionaste en los inicios?
F.G. - Esas personas tenían en común que compartían un espacio de trabajo en el campo de la cultura. En el caso de Juan Carlos Manoukian fue director de Ediciones Culturales Argentinas, que pertenecía al ámbito de la Secretaría de Cultura, compartía trabajo con Getino que estaba al frente del INCAA, Velleggia integraba ese equipo. Dado que habían terminado sus funciones en sus cargos, siguieron compartiendo actividades. En los primeros años se plantearon objetivos que con los años se fue transformando y sus fundadores fueron dedicándose a otras cuestiones más específicas y se fue dedicando al campo editorial y hasta el día de hoy que su dirección es guiada por Juan Carlos que tiene una trayectoria formidable en muchas décadas, sigue conduciendo el proyecto con un grupo de seis personas donde nos dividimos el trabajo de preproducción, producción, editorial y administrativo. Esas dinámicas que le dieron fundación a Ciccus sigue presente en nosotros también y sigue impregnada en ese equipo fundacional. Seguimos generando espacios de participación, de articulación con otras instituciones, organizando ciclos de distintas actividades como ecología, trabajo, educación. Distintas iniciativas de promoción más allá de la publicación del libro. Promover una actividad cultural con bibliotecas, con la literatura infantil, con la promoción de lectura. Como trabajadores de la cultura intentamos que estos textos no queden solamente en estos libros, sino que se discuta, se genere participación, se generen encuentros, y poder difundirlo todo lo posible para que esas páginas sigan generando acciones en la comunidad.
LP - Como fundación ¿tienen una proyección a la comunidad a través de acciones solidarias?
F.G. - Sí. En materia productiva como editorial nos sostenemos con la publicación de los libros. En cuanto a la fundación concretamos un ciclo de cine de ecología política que se llevó a cabo con otras organizaciones que agrupa a trabajadores y extensionistas de ruralidad que trabajan en materia de soberanía alimentaria y agricultura familiar, con un canal de televisión, con gente que trabaja sobre pueblos originarios y medio ambiente. Allí tratamos extractivismo, fumigaciones, pueblos originarios, energía nuclear y después en cine generamos un espacio de participación. Estamos armando un mapeo colectivo de experiencias en economía social, de ferias, donde la comunidad pueda ir a conseguir esos productos de la agroecología que apuestan a un modelo de consumo más consciente y es uno de los grandes problemas a nivel mundial: lo que comemos, lo que consumimos, cómo lo consumimos. Además de la articulación, es fomentar la participación de la comunidad. Promovemos la literatura, llevamos nuestros libros, los difundimos, así como otros materiales audiovisuales y generamos acciones como éstas. En literatura infantil articulamos con otras asociaciones como La Nube que tiene una base en la promoción de derechos de la niñez, para promover lectura para bibliotecas infantiles. Y otros campos como la comunicación comunitaria desde la sociedad civil generando sus medios de comunicación para la difusión de sus actividades y plantear desde otras perspectivas temas que hacen a la realidad política, social.Con los medios comunitarios de todo el país articulamos una red que agrupa a unos cien medios bastante federal, desde Misiones a Tierra del Fuego, que pueden ser digitales, gráficos, revistas, periódicos, programas de televisión, de radio, emisoras comunitarias y rurales, autogestivos, cooperativos, universidades a quienes enviamos nuestros libros, ellos los promueven. Difundimos libros de otras editoriales que pueden ser universitarias, autogestivas, publicaciones culturales. Y a su vez esos medios componen la red y se articulan entre sí. De otra manera quizás nunca se hubieran cruzado. Entendemos también que aquél que se interesa en la lectura de un periódico de interés solidario puede ser un lector de Ciccus, u oyente de un programa que tiene perspectiva de género o trabaja sobre medio ambiente y pueden ser lectores de Ciccus y viceversa. Nosotros somos como fundación una expresión de la sociedad civil que sale de la comunidad.
LP - ¿Qué tienen previsto para el futuro inmediato?
F.G. - Se vienen los treinta años de la editorial en dos mil veintiuno. Estamos preparando desde el punto de vista institucional dar a conocer el proyecto que muchos no lo vieron con distintos materiales, publicaciones, actividades, para darle un marco de celebración a estas tres décadas. Seguir trabajando en articulación con distintas entidades que buscan publicar, seguir difundiendo y ampliando este fondo editorial que es diverso pero que aun necesita seguir complementándose con libros próximos. La lectura creo que es una actividad humana fundamental por su capacidad crítica. La lectura no solamente nos permite conocer más, no solamente es una acción que nos hace regodearnos en el conocimiento. La lectura fundamentalmente modifica nuestros comportamientos, modifica nuestras acciones, nuestra manera de hablar, nuestra manera de pensar, nuestra manera de sentir, nuestra manera de actuar. La digitalización y la tecnología se complementan, y el libro físico sigue siendo una herramienta con mucha potencia para la comunidad. Lo que buscamos es promover ese espíritu solidario, comunitario, de vínculo, de encuentro, de cooperación, que difunden nuestros libros. Por esos nuestras principales frases, nuestros lemas como editorial y como fundación son: Libros para leer, sentir, pensar y actuar situados. Libros para una cultura de la integración.
por Raúl Vigini
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