Por Raúl Vigini
Desde su lugar de productor discográfico, desempeña una labor de asesoramiento en lo didáctico, y aportando los conocimientos del rubro, informa y capacita a los músicos para asegurarles una formación integral en la profesión. Es uno de los titulares del sello Acqua Records, y cuenta con la experiencia de los años dedicados a la labor diaria respaldada por un catálogo de intérpretes de jerarquía. De los detalles a tener en cuenta para lograr un disco bien concebido y otras cuestiones culturales habló con LA PALABRA.
LP - Estás dando charlas sobre la producción y gestión cultural a los músicos.
D.Z. - El lugar más estable donde estoy dando charlas desde hace algunos años es un programa del Ministerio de Cultura de la Nación que se llama Generación XXI. Es una propuesta que anda por todo el interior del país, tratando de hacer encuentros regionales donde lo que se intenta de algún modo, dentro del género folklore, promover las nuevas expresiones de gente más joven y a su vez en los encuentros lo que se hace es juntarlos casi siempre con algún referente. En el caso del Noroeste estuvo Ramón Navarro, tratando de juntar generaciones, pero la idea del programa es promover y fortalecer toda esta nueva canción que está surgiendo desde el folklore, porque se entendió desde el programa que había un desarrollo del género, mucho más dinámico que en otros géneros de nuevas expresiones. A través de tipos como Juan Quintero, el Negro Aguirre, etcétera. Y en el ámbito de esos encuentros que son regionales se hacen jornadas de charlas, talleres, debates, reflexión, identidad.
LP - ¿Cómo surge la idea de incorporar este tema a esos encuentros?
D.Z. - El que me convoca en ese momento es José Ceña que es el mentor y el que encabeza este programa estando José Luis Castiñeira de Dios como Director de Artes junto a Pablo Montiel que es otro músico gestor cultural que trabaja en el Ministerio. El taller es básicamente para los músicos e intenta explicar o transmitir algunas ideas y conceptos para ayudar o dar herramientas a los músicos a la hora de dar ese paso, donde tienen que pasar de ser intérpretes del vivo a grabar un disco, qué es lo que implica, qué cosas tienen que tener en cuenta, previo al disco y qué pueden hacer con el disco, qué le recomendamos. Ese curso lo empezamos a dar con Pablo Montiel, el primer encuentro lo hicimos en la Patagonia, en General Roca, seguí con él un par de años y ahora lo sigo dando yo, estamos en el octavo encuentro, y para mí es una experiencia hermosa, muy enriquecedor todo lo que pasa tanto para mí como para los músicos que van.
LP - ¿Cómo es la estructura de ese taller?
D.Z. - Lo tenemos dividido en dos días, una charla de dos horas interactuando bastante con los músicos. El primer día es más teórico, con lo previo que sucede antes de grabar un disco, qué consideraciones tenemos que hacer, hay una breve reseña histórica de lo que es la industria, cómo surge, porque aunque nos parece muy natural la música grabada, está bueno reflexionar sobre eso, el paso entre la interpretación y los discos, y cómo se graban los discos, y qué significan los discos, el rol de los productores, el de los intérpretes, compositores, todos los actores que están en juego en la industria. El primer día está abocado a eso. El segundo día es más práctico y ahí es cómo ve todo lo que se pone en juego ya con el disco fabricado. Cómo distribuimos un disco, las nuevas tecnologías, los nuevos canales de distribución digital, el tema de la prensa, la difusión, las redes sociales, los managers, los recitales en vivo, etcétera.
LP - Y si hablamos de la autogestión. ¿El músico tiene que distraerse tanto para producir un disco por su propia cuenta dejando su trabajo específico de escribir, ensayar y prepararse?
D.Z. - Hay un ejemplo que ponemos en las charlas que es un video de Marisa Monte que se llama “Infinito a mi alrededor”. Ella cuenta la experiencia de grabación de un video y la gira en consecuencia para presentarlo. Y dice que un músico hoy tiene que conocer cómo funciona el ecosistema de industria lo que no quiere decir que ejerza todos los roles. Lo inteligente y ella lo muestra ahí. Cómo va haciendo alianzas. Tiene su propia editorial y su sello discográfico, pero su objetivo es ser una artista global. Lo de la autogestión está bien en el sentido de conocer todo lo que hace al tema del músico pero no me parece bien que haga. El punto también es cuál es el objetivo del músico, si quiere vivir de eso, a dónde quiere llegar. Y si el objetivo está más o menos claro salen las alianzas. Cuando vamos al interior vemos que dentro mismo de los grupos está el agente de prensa, el representante, en ámbitos más familiares o cercanos, se van construyendo los roles, a partir de esas funciones que hay que hacer y que es parte de una definición del objetivo. O está quien quiere hacer todo y lo disfruta, no quiere delegar, y está bien así. Si querés hacer una proyección eso no basta y necesitás buscar repartir las tareas con gente que ayude. La autogestión está bien pero siempre lo ponemos como un paso hacia la profesionalización pero no como una antinomia.
LP - Una reflexión destinada al músico.
D.Z. - Hoy parece que es muy fácil grabar discos y de hecho lo es, la tecnología lo permite. Lo que le diría es que el disco es una instancia de madurez. Muchas veces un error o un pecado de origen es grabar un disco sin tener la madurez de lo que se quiere decir, decir demasiado a veces se dispersa. No es solo grabar hacer un disco, sino bastante más.
por Raúl Vigini
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