Por Raúl Vigini
Un lugar con aires buenos, que reciben y contienen de la mejor manera, es su ámbito de trabajo. El espejo generoso que nos expone a rendirnos ante la evidencia, nos explica la entrevistada que lo utiliza para que sus alumnos se reconozcan. Un pequeño cordófono en un rinconcito adaptándose al medio desde su origen lejano y ancestral, y la caja chayera un poco más alejada. Una bandeja con todos los sabores de té de aquí, de allá y de más allá, que nos permitieron compartir la charla amena. Y la dulzura de la dama protagonista, recién llegada de su viaje como docente para retomar la atención de su consultorio. En medio de todo, el teclado, y ese ambiente que contiene y proyecta logros, sueños, propuestas, compromisos, y la felicidad de poder decir que su voz está intacta para seguir protegiendo otras voces y todas las canciones posibles con su entrega canora.
Raúl Alberto Vigini
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