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La Palabra Sábado 17 de Octubre de 2020

Auténtico y romántico creador

Criado en el porteño Barrio de Belgrano, la infancia le permitió conocer los primeros acordes de la guitarra con su madre María Elena. Alguna vez acompañó a Edmundo Zaldívar, a Félix Pérez Cardozo, a Eduardo Falú o se encontraba en guitarreadas con Polo Giménez, Mario Arnedo Gallo o los Hermanos Abalos. En ese rumbo del canto popular ya había comenzado a desandar el camino como autor y compositor cuando ingresó a la formación del afamado conjunto Los Cantores de Quilla Huasi en 1956. Con el grupo recorrió varias veces el país y el mundo cosechando un permanente reconocimiento. Como se lo propuso, al cumplir 30 años con “Los Quilla” se retiró para continuar con la producción discográfica. Sus obras -que él mismo reconocía habían superado el millar- fueron grabadas en varios idiomas y en muchos países se trasformaron en clásicos de la música folclórica. Algunas de esta se nombran en la poesía homenaje. Fue reconocido por importantes entidades culturales entre las que se destacan Sadaic donde participó como activo dirigente y el movimiento cultural de la Calle Angosta en San Luis. Siguen su derrotero aferrados al pentagrama como herederos de esta pasión, los hijos que con su esposa Beba llamaron Gloria, Darío y Leandra. Oscar Arturo Mazzanti, conocido artísticamente como Oscar “Cacho” Valles, falleció en la misma ciudad que lo vio nacer en la mañana del lunes 17 de marzo de 2003. No obstante, el 23 de marzo de cada almanaque cumplirá un año más. Y él fue de los que se retiró con dignidad y entereza después de haber sido 30 años impulsor de Los señores Cantores de la Casa de la Luna. Como no se cansaba de predicar en su histórica zamba: “tantas cosas nos recuerdan el pasado que es imposible olvidar lo que se quiere”. Parafraseando a José Carbajal “El Sabalero”, el pibe sigue pensando que fue “lindo haberlo vivido para poderlo contar...”. Oscar Valles, supo acaparar a su público, con su simpatía, sencillez y caballerosidad. Una gran trayectoria y digna a tal punto que aún en su ausencia sus seguidores lo tienen siempre en el recuerdo.  Raúl Alberto Vigini  Publicado en el Suplemento Cultural “La Palabra” del diario La Opinión de Rafaela (Sta. Fe) en marzo de 2003.

archivo Flia. Valles
archivo Flia. Valles
archivo Flia. Valles Crédito: Emblemáticos: Oscar "Cacho" Valles y su requinto Foto 1 de 2
archivo Flia. Valles
archivo Flia. Valles Crédito: Brindis: Leandra Valles y su padre Oscar celebran la música desde el amor Foto 2 de 2

Tú me has vencido - vals de Oscar Valles dedicado a su esposa Beba

Porque he sido tan cruel con tu cariño,

si hasta tu nombre mismo lo he cambiado,

el clima de tu sol nieve había sido

y el fuego de tu amor iba quemando.

 

El ruego hasta tu Dios había escondido,

negando tus plegarias que ofrecías,

me puse a imaginar cómo había sido

la vida que a regalarme sentía.

 

Y fue como un desvelo sometida

tu frágil ilusión apesumbrada,

que una lágrima tuya enardecida

en mi pecho dolido se anidaba.

Y hoy me siento tal vez arrepentido

en cada despertar cuando te encuentro,

en cada despertar cuando te encuentro

sin siquiera saber que me has vencido.

 

 

La luna en tu pelo zamba letra y música de Oscar Valles, tema que elegía entre su obra
 

Un pedacito de luna ha florecido en tu pelo.

De retorno a la calle, que dejaste en tu pueblo

transitada de viejos anhelos.

Y una nube viajera, ha nublado los sueños

deshojados de tu jardín.

 

Todas las cosas quedaron, en el atril del recuerdo,

hilachitas de adobe, despeinando el alero

con goteras de lluvia en los techos.

Y en el patio de tierra, el sillón del abuelo

hamacando la soledad.

 

Años de lejana juventud, ausente,

al volver a tu cuna, pedacitos de luna

han sembrado de tiempo tu pelo

y añorando al pasado hay un llanto guardado

al rescoldo del corazón.

 

Hay un paisaje en tus ojos, color de antigua nostalgia,

senderitos pintados de romero y retama

por el campo aromando a tu infancia, 

y a los sueños maternos, ilusiones doradas

una tarde dijiste adiós.

 

Por eso has vuelto a tu pueblo, cuna de amores bordada,

y al rumor del arroyo, reflejando tu cara

y a las hojas cayendo en el agua.

Un cencerro de estrellas tiritando en la escarcha

te esperaba con su canción. 

 

Niña, mi niña vals letra y música de Oscar Valles dedicado a su hija Leandra

Niña, pequeña, mi niña…

¡majestad de mi alborada!

desde un otoño me llega

tu ternura imaginada.

Como un cencerro de estrellas

¡orientando a mi esperanza!

detrás de marzo, impaciente,

sonriendo abril la esperaba

vestido de almendra y mieles

en tu pielcita rosada.

Con un rocío de lunas

¡celebrando tu llegada!

¡quién sabe desde qué tiempo

entre mis venas estabas

navegando por los sueños

de mi sangre hecha guitarra!

para entregarme un retorno

de vida recuperada!

Vuelvo al reencuentro sagrado del amor

con inocencia de infancias

donde tu encanto hecho música dejó

un preludio de distancias…

Niña, pequeña, mi niña… ¡me voy…

a jugar con tus miradas!

 

Señor Chaplin vals letra y música de Oscar Valles a su personaje favorito

Señor Chaplin, 
hay un mundo de niños en su alma, 
tierno jardín, 
con sus pétalos blancos en flor. 
Señor Chaplin, 
su reinado de eterna sonrisa: 
es un telar de poesías 
bordando alegrías 
con rayos de sol. 

Hay un duende sonriente 
en su inquieto bastón. 
De bigote y galera 
sembrando ilusión. 
Arquitecto del dulce recuerdo 
paisaje de ensueños 
en el corazón. 

Señor Chaplin: 
yo también cuando pequeño 
era amigo de Carlitos, 
y lo sigo siendo todavía 
porque es parte de mi vida. 
Es que todo perdura en mi recuerdo: 
su figura, su bondad. 
Por eso, por esa deuda de ternura 
quiero darle esta canción 
y decirle simplemente 
gracias, gracias, 
Señor Chaplin. 

Señor Chaplin 
hay un mundo de coros que cantan 
una canción de inocentes con mágica voz 
Señor Chaplin 
donde habitan los años queridos 
junto a su tierno cariño 
en los sueños de un niño 
besando a Chaplin.

La compañera zamba letra y música de Oscar Valles dedicada a un desamor

Tantas cosas nos recuerdan el pasado  que es imposible olvidar lo que se quiere. En cada latir el corazón te nombra y poco a poco sin tu amor se muere. Será tan solo mi esperanza el hálito de luz que me dé vida. Y esperaré del cielo alguna gracia que deje en mí la paz de aquél que olvida. Adorada compañera mía divina magia del eterno amor.

Renace, en esta zamba, el recuerdo del ayer
y esta soledad que no puedo comprender.
Toda la alegría de saberte mía,
nunca más has de tener. 

La gloria de tu amor para siempre ya se fue
por ese camino, donde no ha de volver.
No tengo consuelo, cuando me desvelo,
sin acariciar tu piel.

En la soledad de mi pobre alma, 

cantaré, para recordarte,

 y andaré, sin tener 

un consuelo para mi dolor.

Volverás un día, compañera mía, 

sangre de mi corazón.

Te veo en el paisaje, donde con Dios estás
y al altar del cielo le pido sin cesar:
lleve a mi destino, por ese camino,
donde te pueda encontrar.

La magia de tu encanto alumbra mi pesar,
si florece el llanto en las sombras de mi andar,
cuando tu presencia, llega tras la ausencia,
en mis noches al sonar.

La amorosa letra Oscar Valles música Benicio Díaz

Arden mis labios por ti
muriéndome de amor
porque eres mi dueña, santiagueña
de mi corazón.

Temblando vuelves a mi
dejándome en tu adiós
tus manos pequeñas, santiagueña
de mi corazón.

Dormirán mis ojos sobre tu pelo
como en las abras el sol
amorosa flor de mi tierra
miel santiagueña, dulce como el mistol.
Mis sueños te sueñan, santiagueña
de mi corazón.

Lloran mis ojos por ti
lágrimas de pasión
si tú me desdeñas, santiagueña
de mi corazón.

Rezo tu nombre al partir
llamándome tu voz
carita risueña, santiagueña
de mi ardiente corazón.

El chulengo gato letra Oscar Valles música José Zabala

De Villa Mercedes soy
todo un gatito cuyano.

Siempre voy de madrugada
con mis paisanos por áhi
tomando un trago y cantando
en noches de serenata.

Donde hay una farra, allá estoy
con la viola prendido, allá voy
Soy amigo de todos los criollos
y armando cogollos me tiro de cantor.

Sencillo y trabajador             
por los amigos me juego     
Me gusta bolichear
y soy trasnochador.
Una cueca, una milonga, una tonada
meta vino y empanada nadie vive como yo
Ya saben de dónde vengo
y me llaman "el chulengo".

Yo vengo desde San Luis
de los pagos mercedinos

donde está la Calle Angosta
y el Río Quinto también
con los Arrieros Puntanos
y el "Pulpo" Félix María.

Mario Pérez, Arrieta y Carrión
a Villegas lo van a buscar,
"Pichirilo" y el "Negro" Zabala
lo traen a Porfirio que viene a guitarrear.

Qué lindo que es escuchar
cantar al "Chocho" Arancibia.
Con ellos ya me voy
hasta el amanecer.
Y que me aguante mi negrita que me espera,
yo cambiar esta manera de vivir ya no podré.
Ya saben de dónde vengo
y me llaman "el chulengo".

El Progreso tango letra y música de Oscar Valles
Todas las paredes lastimadas,
sin revoques y arruinadas, de mi barrio,
junto a aquel rumor del conventillo,
bajo un templo de ladrillos se enterraron.
Ya no están las barras de mi esquina,
culpa del mercurio y el gritar de las bocinas,
y en este progreso despiadado,
hasta el tango acongojado, se quedó sin arrabal.

¡Pobre corralón!, ya sin corazón,
hoy es un garaje abacanado,
y hasta el bodegón, bronca con razón,
pues de restaurant lo han disfrazado.
Muerto el cabaret en las whisquerías,
ahora los boliches se han comprado galerías,
y las pibas de hoy en pantalones,
te dan besos de varones
con gusto a faso y alcohol.

Hoy, de tantos ruidos que han surgido,
tiene el fuelle los oídos, destrozados.
Y en un carnaval desesperado,
el laburo anda de busca, disfrazado.
Con una añoranza que lastima,
buscando un garbanzo, las fragatas se hacen ruinas,
y en ese progreso despiadado,
Buenos Aires asustado, ha quemado su percal.

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