Por REDACCION
MANCHESTER, 24 (AFP-NA). - La primera
ministra británica, Theresa May, anunció el martes por la noche el
refuerzo del nivel de alerta terrorista de "grave" a "crítico"
tras el atentado suicida cometido por un estudiante de origen
libio en Mánchester el lunes por la noche y que dejó 22 muertos según el nuevo balance proporcionado por las autoridades, que también confirmaron 59 heridos.
"No podemos ignorar la posibilidad de que un grupo de
individuos mayor esté vinculado al atentado de Mánchester",
subrayó Theresa May, que también anunció el despliegue de
militares para apoyar a la policía.
El nivel "crítico" significa que un ataque se considera
inminente.
La policía avanzó en la su investigación. "El sospechoso de la
atrocidad de la pasada noche fue identificado como Salman Abedi,
de 22 años", dijo a la prensa Ian Hopkins, comandante de la
policía de Mánchester.
El diario Daily Telegraph añadió que Abedi
nació en Reino Unido de padres libios.
El sospechoso hizo estallar su carga explosiva la noche del
lunes en el vestíbulo del Manchester Arena, al término de un
concierto de la estrella juvenil estadounidense Ariana Grande,
dejando al menos 22 muertos y 59 heridos.
El autor del atentado, el más mortífero en suelo británico en
12 años, "deliberadamente apuntó contra niños y jóvenes que
deberían haber estado disfrutando de una de las mejores noches de
sus vidas", lamentó la primera ministra británica Theresa May.
El comandante de la policía de Mánchester dijo a la prensa que
"la prioridad es establecer si (el atacante) actuó solo o como
parte de un grupo", añadió, tras confirmar la detención de un
hombre de 23 años y el registro de dos viviendas.
Un miembro de la comunidad libia de Mánchester dijo al diario
The Guardian que el padre de Abedi "debe estar desconsolado.
Siempre fue muy beligerante con la ideología yihadista, y estos
del Estado Islámico no son ni siquiera yihad, son delincuentes".
De acuerdo con Daily Telegraph, Abedi nació en la ciudad donde
supuestamente cometió la matanza, de padres libios que escaparon
del régimen de Muamar Gadafi.
VICTIMAS JOVENES
Hasta la tarde del martes solamente se había anunciado la
identidad de dos víctimas: la niña de 8 años Saffie Rose Roussos y
la adolescente Georgina Callander, de 18, ambas del vecino condado
de Lancashire.
En un comunicado publicado en uno de sus canales habituales en
las redes sociales, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) afirmó
que "uno de los soldados del califato colocó unas bombas entre la
muchedumbre" durante el concierto.
La agencia de propaganda del EI afirmó por su parte que hay un
"equipo" de combatientes detrás del atentado.
El ataque es el más grave en suelo británico desde julio de
2005 cuando una serie de atentados suicidas dejó 52 muertos,
además de cuatro kamikazes, y 700 heridos en el metro y un autobús
de Londres. Este ataque fue reivindicado por un grupo que decía
pertenecer a la red Al Qaida.
PEDIDOS DE AYUDA
Las redes sociales hervían con mensajes pidiendo ayuda para
encontrar a allegados.
Charlotte Campbell explicó apesadumbrada en varias televisiones
que no lograba encontrar a su hija Olivia, de 15 años.
"Todo lo que sé es que estaba en el Mánchester Arena con su
amiga viendo a Ariana Grande y todavía no ha aparecido", dijo, en
declaraciones al programa de televisión Good Morning Britain.
"No logro contactar con ella. He llamado a hospitales, he
llamado a todos los sitios, a los hoteles donde decían que habían
resguardado a los niños".
Una pareja de adolescentes, Liam Curry y su novia Chloe,
seguían desaparecidos.
El primo del chico explicó a radio Heart que "Liam perdió a su
padre hace un par de meses, así que andaban haciendo cosas para
sobrellevar el duelo, entre ellas ir al concierto".
"El pabellón se quedó pavorosamente en silencio durante cinco o
seis segundos, que parecieron más largos, y luego todo el mundo
corrió en todas direcciones", explicó a la AFP Kennedy Hill, una
adolescente que asistió al concierto.
Su madre, Stephanie Hill, dijo que la gente perdía zapatos y
teléfonos por el camino al tratar de huir del lugar.
"Había muchos niños y adolescentes como mi hija en el
concierto. Es trágico", lamentó.
"Había padres que llevaban en brazos a sus hijas entre
lágrimas", explicó a la AFP Sebastian Díaz, un muchacho de 19 años
de Newcastle, que vestía una camisa tejana y pantalón oscuro.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.