Por REDACCION
FERGUSON, 26 (AFP-NA). - Manifestantes quemaron
edificios, saquearon comercios y dispararon contra policías en la
ciudad de Ferguson, en el estado de Misuri (centro de EE.UU.), tras
el anuncio de que el agente blanco que mató a un joven negro
desarmado en agosto pasado no será juzgado.
La decisión, tomada por un jurado popular, encendió los ánimos
en ese suburbio de Saint Louis, de mayoría negra y donde 12
edificios fueron incendiados y al menos 150 disparos realizados
contra los uniformados sin que hubiera heridos, según la policía,
que reportó 29 detenidos.
El presidente Barack Obama y la familia del joven negro Michael
Brown habían reclamado que se mantuviese la calma. El mandatario
estadounidense dijo que las protestas deben ser pacíficas y que la
policía debe actuar con "moderación".
"Estamos profundamente decepcionados con que el asesino de
nuestro hijo no deba enfrentar las consecuencias de sus actos",
manifestó por su parte la familia Brown en un comunicado, en el
que pidió "respetuosamente que las manifestaciones permanezcan
pacíficas".
A lo largo y ancho de Estados Unidos se repitieron las
manifestaciones. Indignadas, miles de personas salieron a las
calles en Nueva York y Washington, en repudio a un fallo que
consideran alienta el racismo y hace caso omiso del uso
discriminatorio de la fuerza que hacen policías contra miembros de
las minorías.
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