Por REDACCION
CARACAS, 6 (AFP-NA). - Seguidores del gobierno venezolano
hirieron este miércoles a cinco diputados, tres de los cuales
quedaron sangrando, al irrumpir violentamente en la sede del
Parlamento controlado por la oposición.
Con palos y tubos, decenas de personas, algunas encapuchadas,
forzaron los portones del Palacio Legislativo, donde se celebraba
una sesión solemne por el Día de la Independencia, y detonaron en
los jardines y pasillos bombas de estruendo, desatando caos y
pánico.
Al menos tres estaban armados, según testimonio de
periodistas.
En medio del humo de los explosivos, los oficialistas golpearon
a los diputados y a otros funcionarios, y obligaron a periodistas
a bajar sus cámaras y abandonar el sitio, sin que en un principio
fueran contenidos por la guardia nacional.
Los diputados Américo de Grazia, Nora Bracho, Armando Armas,
Luis Carlos Padilla y Leonardo Regnault fueron impactados
fuertemente -tres de ellos en la cabeza- y trasladados a un centro
médico. Manchas de sangre quedaron en las paredes y algunos
legisladores tenían las ropas rasgadas.
De Grazia sufrió convulsiones y las heridas más graves. "Esto
no duele más que ver todos los días cómo perdemos el país",
declaró a la prensa Armas, al subir a una ambulancia con vendas
ensangrentadas en la cabeza.
El país vive una alta tensión por protestas opositoras que
dejan 91 muertos en más de tres meses y que exigen la salida del
presidente Nicolás Maduro.
Todo agravado por una devastadora crisis económica y una
inflación disparada en el país con las mayores reservas petroleras
del mundo.
"No nos vamos a intimidar con estos actos de violencia. Aquí
nadie se rinde contra esta dictadura. No nos vamos a calar
(soportar) una Constituyente comunista", dijo el vicepresidente
legislativo, Freddy Guevara.
El incidente ocurrió durante un receso de la sesión
parlamentaria y mientras el presidente encabezaba un desfile
militar en el paso de Los Próceres, por el 206 aniversario de la
independencia venezolana.
"Condeno absolutamente estos hechos, hasta donde los conozco.
No voy a ser nunca cómplice de ningún hecho de violencia", dijo
Maduro en el acto, sin admitir que quienes entraron al Legislativo
fueran seguidores suyos.
Pero luego recriminó a la oposición, exigiéndole condenar
igualmente la violencia en las protestas y el ataque del 27 de
junio, cuando un policía lanzó desde un helicóptero cuatro
granadas contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en
Caracas.
"Quisiera que la derecha condenara el ataque terrorista con
bombas y balas, de un criminal que estamos buscando", manifestó el
presidente, que denunció ese hecho como una intentona golpista.
El piloto del helicóptero, Oscar Pérez, reapareció el martes en
un video en el que llamó a seguir "firmes en las calles" contra
Maduro. "El momento es ahora", dijo el también actor aficionado,
supuestamente desde la clandestinidad.
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