Por Redacción
CARACAS, 9 (AFP-NA). - Unos 4.000 opositores venezolanos
se manifestaron este sábado en Caracas contra el gobierno de
Nicolás Maduro, en su cuarta protesta en una semana, que degeneró
nuevamente en choques con la policía.
Los enfrentamientos se iniciaron cuando los manifestantes,
convocados por la dirigencia, decidieron a última hora marchar
hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro, bastión del chavismo
y donde están las sedes de los podres públicos.
En el sector La Campiña fueron contenidos por policías y
efectivos de la militarizada Guardia Nacional que les lanzaron
bombas lacrimógenas, chorros de agua y balas de goma para
dispersarlos, según periodistas de la AFP en el lugar.
Un grupo de hombres y mujeres con el rostro cubierto
respondieron con piedras, mientras el grueso de la marcha
aguardaba detrás de ellos. No se informó en lo inmediato de
heridos, aunque la AFP observó que dos policías fueron impactados
por bombas incendiarias.
En el centro, el chavismo realizaba este sábado un acto
multitudinario que denominó "gran toma cultural, deportiva y
recreativa".
Tras casi dos horas de refriegas, los opositores se replegaron
hacia otros puntos, aunque se mantenían algunos focos de
conflicto.
En el sector de Chacao (este), de donde salió la marcha,
decenas de manifestantes lanzaron piedras, palos y bombas
incendiarias a un edificio administrativo del máximo tribunal,
desatándose una nueva batalla campal con efectivos de la
militarizada Guardia Nacional y policías.
"NO HABRA DESCANSO"
Durante la concentración matinal en Chacao, el excandidato
presidencial Henrique Capriles convocó a los manifestantes a
dirigirse a la Defensoría, que esta semana frenó la posibilidad de
que el Parlamento de mayoría opositora destituyera a los
magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"Hay que llegar hasta donde sea. La gente está cansada de tanta
corrupción, hambre y miseria", dijo a la AFP Vanessa García,
estudiante de optometría de 37 años.
Los participantes en la protesta rechazaron la decisión de la
Contraloría que inhabilitó a Capriles para ejercer cargos públicos
durante 15 años, lo que bloquea su aspiración presidencial en
2018. La medida fue notificada el viernes.
Portando retratos del dirigente de 44 años y figura emblemática
de la oposición, los manifestantes acusaron nuevamente a Maduro de
encabezar una "dictadura".
La oposición señala a la Contraloría de servir al gobierno.
También hubo manifestaciones en ciudades como San Felipe, La
Victoria (norte) y San Cristóbal (oeste), donde encapuchados
aparentemente armados hicieron detonaciones ahuyentando a la
gente, dijo a la AFP Marisol Blanco, comerciante de 32 años.
Capriles apelará la sanción por supuestas irregularidades
administrativas como gobernador del Estado Miranda (norte), cargo
que ejerce desde 2008.
La oposición planea nuevas protestas durante la Semana Santa,
cuando los empleados públicos estarán de asueto por orden de
Maduro.
Capriles ya había sido anunciado por su partido como
precandidato para las primarias de la oposición.
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