Por Redacción
DAMASCO, 30 (AFP-NA). - Decenas de miles de personas manifestaron ayer contra el régimen sirio en Damasco, Homs, Banias y regiones de mayoría kurda, desafiando a la represión que será discutida en la UE y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, informaron militantes de los derechos humanos.
Los manifestantes, que respondieron a la convocatoria de los "jóvenes de la revolución siria" para participar en el "viernes de la ira", se congregaron en Midan, un barrio de Damasco, afirmaron militantes a la AFP.
En Saqba, cerca de la capital, un testigo sostuvo que varios miles de habitantes habían salido a las calles para pedir la caída del régimen.
En la ciudad industrial de Homs (centro), miles de personas gritaban "abajo el régimen", según videos filmados por militantes y difundidos por primera vez en vivo en internet.
En Banias (noroeste), unas 10.000 personas desfilaban a primeras horas de la tarde, según militantes de los derechos humanos.
En Deir Ez Zor, a 460 km al noreste de Damasco, dos manifestaciones fueron reprimidas "con bastonazos y cables eléctricos" cuando unas mil personas salieron de las mezquitas Al Faruk y Al Othman para ser dispersadas por las fuerzas de seguridad, dijo a la AFP Nawwaf al Bashir, un militante de los derechos humanos.
Por otra parte, cuatro soldados sirios murieron y otros dos fueron secuestrados ayer durante un ataque contra un puesto militar en la ciudad de Deraa (sur) por un "grupo terrorista armado", afirmó un portavoz militar, citado por la agencia oficial SANA.
Casi un mes y medio después del lanzamiento de una contestación sin precedentes contra el régimen del presidente Bashar al Asad, los "jóvenes de la revolución siria" llamaron el jueves en el sitio de socialización Facebook a un "viernes de la ira" en solidaridad con la ciudad de Deraa, cuna del movimiento de oposición.
Según el militante Abdalá Abazid, que se encontraba en la ciudad de Deraa, interrogado por la AFP desde Nicosia, más de 2.000 personas comenzaron a manifestar en Qamishli (norte), desafiando la prohibición de las autoridades.
"Bajo las actuales circunstancias, el ministerio del Interior llama a los hermanos ciudadanos a contribuir en forma eficaz a la estabilidad y la seguridad (...) absteniéndose de realizar manifestaciones o sentadas bajo cualquier consigna, sin haber obtenido una autorización oficial", según un comunicado difundido por la agencia oficial SANA.
El ministerio del Interior precisa que "las leyes vigentes en Siria serán aplicadas para preservar la seguridad de los ciudadanos y la estabilidad del país".
Desde el lunes, el ejército lanzó una ofensiva sin precedentes para doblegar a la insurrección en Deraa. Los militantes señalan una degradación de la situación humanitaria, así como la falta de agua y energía eléctrica.
El 19 de abril, Asad promulgó un decreto estipulando el levantamiento del estado de emergencia, una de las principales reivindicaciones de los contestatarios, pero también otro que reglamenta el derecho de manifestar en el país, dirigido con mano de hierro por un partido único, el Baas, desde 1963.
SESION EN LA ONU
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU comenzó ayer una sesión extraordinaria sobre Siria, a pedido de Estados Unidos. Esta reunión especial de los 47 miembros de la organización con sede en Ginebra fue convocada el miércoles por Estados Unidos. Otros 15 países firmaron la solicitud de sesión, incluyendo a Francia, Gran Bretaña, España, Japón, Polonia, Suiza, México, Zambia y Senegal.
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