Una esperanza por la paz

El hombre en sus ansias de poder y dominación, se olvida de lo humano en su empeño de conquistas.

Una larga historia de colonialismo que nunca se termina, simplemente se transforma socavando todos los principios éticos y sociales.

Cada pieza del dominó, va cayendo en medio oriente, los países árabes, hoy son las víctimas nuevamente de los imperios modernos y sus aliados coyunturales en un complejo armado geopolítico que se llama Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Crean el conflicto, arman a los rebeldes y generan el caos en cada país, que se involucran y no es una casualidad, sino un esquema premeditado y estudiado. Oriente medio y norte de Africa son los objetivos instalados Afganistán, Irak, Libia, Egipto y hoy Siria.

Cada invasión tiene un trasfondo económico y político, tanto para aquellos países donde la guerra genera mano de obra en las fábricas de armas como la destrucción en cada país que ingresan.

EE. UU., invadió a Irak (con la excusa de las armas químicas, que nunca existieron), a Afganistán (con motivo de la caída las torres gemelas por parte de los talibanes), Libia, fue un régimen aliado de los americanos, hasta que les fue útil y derrocado por los rebeldes armados por la OTAN. Posteriormente con Egipto, Francia dio el puntapié inicial, era su turno, vino la democracia pero esta en su continuidad afectaba a los intereses de muchos. Nuevamente aparecen los grupos rebeldes armados, junto al ejército Egipcio destituyeron a una democracia incipiente, luego de 50 años de tiranía apoyada por occidente y; hoy Siria, con el nuevo mensaje de la existencia de armas químicas.

Rusia ha advertido a EE. UU. sobre las consecuencias de una intervención armada en Siria. El Kremlin considerada que este ataque con armas químicas fue una provocación de los rebeldes para permitir que EE. UU. y sus aliados, interrumpan militarmente este país árabe.

El Ministro Ruso de Relaciones Exteriores LAVROV, sostuvo: “que si los países occidentales presentan un escenario bélico, vuelven a actuar en contra de las Naciones Unidas y esto tendrá consecuencias nefastas para todos, a la fecha nadie ha presentado pruebas de culpabilidad del gobierno Sirio”. El ministro le advirtió a EE. UU.: “Que no vuelva a cometer los errores del pasado, como el caso Irak, afirmando que Sadam Huseín, tenía armas químicas”

El Presidente Sirio, Al El Asad dijo en el diario Izvestia de Moscú: “Si EE. UU. invade Siria, le esperará un fracaso como todas las guerras que tuvo desde Vietnam”.

Rusia tiene una base naval en Siria, de extrema importancia estratégica y excelentes relaciones con el régimen y desea una salida política, no bélica.

El Primer Ministro Británico, David Cameron ya estudia la posibilidad de alistar tropas ante una posible intervención militar, aunque no se cuente con el respaldo unánime del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas, usando la denominada “vía Kosovo (ataque realizado en territorio Servio, sin respaldo del Concejo de Seguridad) 

Este Concejo está formado por tan sólo cinco países que tienen derecho al veto y son permanentes, más los países designados por mandatos temporales. Ellos son: Rusia, China, Francia, Inglaterra y EE. UU., el voto debe ser unánime para proceder a un conflicto armado en un determinado país.

Rusia no piensa entrar en guerra con nadie, por eso busca un arreglo político y China ha pedido cautela, también para resolver la crisis bajo una solución política, en palabras del ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi.

Alemania ha presentado un elocuente silencio y la Unión Europea una confusa e inaudible voz de su política exterior.

El presidente de Francia Francois Hollande acordó con el presidente Barack Obama: “Una respuesta común”, Inglaterra e Israel “La intervención debería ser una opción a evaluar”.

La pregunta final: ¿después de Siria, cual será el próximo objetivo?

¿Rusia y China, aceptarán las reglas de juego impuestas por la OTAN?