Por Redacción
CIUDAD DE MEXICO / WASHINGTON, 27 (AFP-NA). - Estados Unidos y México
protagonizaron ayer una súbita escalada de tensiones,
después de que Donald Trump dio un ultimátum al gobierno mexicano
y el presidente Enrique Peña Nieto canceló su visita a Washington
programada para el 31 de enero.
Los desentendimientos crecieron después de que Trump
firmó, el miércoles, dos decretos sobre vigilancia migratoria. El primero de
ellos determina el inicio "inmediato" de los pasos necesarios para
construir un "muro físico" en la frontera.
Además, el mandatario estadounidense insistió en que México
costeará, de una forma u otra, la obra.
Pero ante la negativa mexicana de aceptar pagar el muro, Trump
sugirió este jueves en Twitter que, en ese caso, sería mejor
cancelar la visita programada de Peña Nieto.
El presidente mexicano confirmó la cancelación también por
Twitter.
En un discurso ante dirigentes del Partido Republicano reunidos
en Filadelfia (noreste), Trump dijo que celebrar ahora una reunión
con su homólogo mexicano sería "estéril".
"Mientras México no trate a Estados Unidos de manera equitativa
y con respeto, una reunión es estéril", afirmó el mandatario,
quien aseguró que anular la visita había sido una decisión
conjunta.
LA SOMBRA DE
UN ARANCEL
Durante la jornada, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer,
empañó aún más la situación al sugerir que Estados Unidos podría
financiar el muro aplicando un arancel de 20% a la importación de
productos provenientes de México.
"Haciendo eso, prevemos recaudar unos 10.000 millones de
dólares por año y gracias a ese mecanismo el muro se pagará
fácilmente", dijo Spicer a periodistas.
La frase provocó un terremoto político, ya que los dos países
son socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLC, junto a Canadá), aunque seguidamente Spicer dijo que se
trataba apenas de una "idea".
"La idea es mostrar que generar los recursos para el muro no es
tan difícil como algunos sugieren. Una medida bastaría para
hacerlo. No era la idea anunciar nada, sino decir que no es tan
difícil hacerlo", puntualizó el portavoz de la Casa Blanca.
Sin embargo, el daño ya había sido hecho. El influyente senador
republicano Lindsey Graham reaccionó de inmediato.
"Sí a la seguridad fronteriza. No a las tarifas. México es
nuestro tercer mayor socio comercial. Cualquier tarifa que podamos
imponer es una tarifa que ellos pueden imponer. Es una enorme
barrera al crecimiento económico", expresó en Twitter.
Manuel Herrera, presidente de la Confederación Cámaras
Industriales de México, consideró que un impuesto a las
importaciones es una "noticia muy grave, verdaderamente
preocupante y aberrante, no nada más para México sino para las
empresas estadounidenses y un mensaje muy negativo para el mundo".
A su vez, el mexicano Luis de la Calle, que negoció el TLC,
dijo a la AFP que "si Estados Unidos impone un impuesto de este
tipo, México va imponer uno igual, México impondrá una medida
espejo".
MURO DE LA DISCORDIA
Tras cancelar el encuentro con Trump Peña Nieto -cuya
popularidad se encuentra en niveles históricamente bajos para un
presidente mexicano- recibió mensajes de respaldo de políticos de
la oposición y de empresarios locales.
"Estoy totalmente de acuerdo. Me parece que era la decisión
acertada", afirmó el excanciller Jorge Castañeda en una entrevista
con la radio Grupo Fórmula.
El aumento de la tensión de las relaciones bilaterales coincide
con la intención del presidente estadounidense de renegociar el
TLC.
Según Trump, Estados Unidos tiene un déficit comercial con
México del orden de 60.000 millones de dólares anuales. "Ha sido un acuerdo de un solo lado desde el inicio del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte, con enorme número de
empleos y empresas perdidas", apuntó el mandatario.
El costo del muro, una de sus principales promesas electorales,
podría alcanzar hasta los 50.000 millones de dólares, según
diversas fuentes.
En un mensaje a la nación, Peña Nieto reiteró el miércoles que
su país no pagará la obra.
"Lamento y repruebo la decisión de Estados Unidos de continuar
la construcción de un muro que desde años lejos de unirnos, nos
divide (...) Lo he dicho una y otra vez: México no pagará ningún
muro", expresó el mandatario.
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