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Internacionales Miércoles 23 de Marzo de 2011

Temen una contaminación radiactiva en alimentos

Los niveles de yodo y cesio se dispararon.

Redacción

Por Redacción

KITAKAMI, 23 (AFP-NA). - Los ingenieros japoneses que luchan por enfriar los reactores de la central nuclear accidentada restablecieron parcialmente ayer la electricidad en una sala de control, mientras crecía el temor a una contaminación radiactiva en varios productos alimenticios.

Las autoridades detectaron la presencia de niveles radiactivos superiores a los máximos autorizados en brócolis y leche no pasteurizada procedentes de las prefecturas de Ibaraki y Fukushima, donde se ubica la central nuclear, informó en la madrugada japonesa de este miércoles la agencia Kyodo News sin dar mayores detalles.

Los diferentes organismos públicos habían reiterado ayer que el nivel de radiactividad detectada en la lluvia, el agua potable o algunos alimentos en torno a la central nuclear dañada no amenazaba la salud.

El lunes, un análisis de agua de mar cerca de Fukushima, a 250 km al norte de la megalópolis de Tokio y de sus 35 millones de habitantes, había revelado índices de yodo 131 y de cesio 134 que eran respectivamente 126,7 y 24,8 veces mayores que los fijados por el Gobierno.

Ante esta situación, Francia exigió a la Comisión Europea imponer "controles sistemáticos" para las importaciones de productos frescos que llegan a la Unión Europea procedentes de Japón.

Esta doble catástrofe, la peor en Japón desde la Segunda Guerra Mundial, dejó unos 23.000 muertos y desaparecidos, de ellos 9.079 fallecimientos confirmados, según un último balance provisional.

Para evitar nuevos escapes radiactivos, las operaciones seguían su curso para intentar restablecer los sistemas de enfriamiento de los reactores. Estas operaciones se iniciaron tras los primeros incidentes producidos el 12 de marzo, pese al riesgo que supone para la salud de los bomberos y técnicos expuestos a fuertes radiaciones.

El lunes, un nuevo problema se produjo con el escape de inquietantes  humaredas de los reactores 2 y 3.

El enfriamiento de los reactores, esencial para evitar una fusión del combustible nuclear, no se ha logrado aún.

Los técnicos empezaron a utilizar un camión alemán equipado para verter agua por encima del dañado techo del reactor 4. Otro camión, con un inmenso brazo articulado, era llevado de China a Japón, donde será utilizado en Fukushima para rociar las instalaciones.

El reactor 3 fue el más dañado y es, entre los seis reactores, el que más preocupa a las autoridades. No obstante, la electricidad fue parcialmente restablecida en la sala de control de esta unidad, lo que debería permitir reactivar parcialmente algunas funciones, de las que la más importante es la alimentación en agua de la piscina y de la cuba donde se encuentra el combustible radiactivo.

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