Por REDACCION
REVISE
VILNA, 8 (AFP-NA).- Los países europeos acordaron
este sábado la necesidad de una respuesta internacional "fuerte"
en Siria, aunque no apoyaron el proyecto de intervención militar
defendido por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
Un día después de la cumbre del G20 en la que el presidente
estadounidense, Barack Obama, no consiguió un amplio respaldo
internacional, el mandatario pidió al Congreso norteamericano que
apruebe una intervención militar contra Siria.
"Somos Estados Unidos. No podemos seguir con los ojos vendados
ante las imágenes que hemos visto de Siria", declaró en su
alocución semanal en la radio. Mientras tanto en Washington manifestantes se movilizaron en contra de la intervención militar a Siria.
Estados Unidos obtuvo la satisfacción de que Alemania se
adhiriera al llamamiento a una "respuesta internacional fuerte" a
los ataques químicos cometidos el 21 de agosto en las afueras de
Damasco, que la víspera firmaron once países presentes en el G20,
entre ellos España.
Sin retomar exactamente los términos de este llamamiento, los
ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE)
llegaron a un acuerdo en Vilna sobre la necesidad de una
"respuesta clara y fuerte".
Leyendo la declaración final, la jefa de la diplomacia europea,
Catherine Ashton, precisó que los ministros estaban de acuerdo en
que había "fuertes sospechas" de que el régimen sirio era
responsable de la utilización de armas químicas en los ataques que
causaron cientos de muertos en los suburbios de Damasco. Sin embargo, los ministros insistieron en que "sólo una
solución política puede poner fin a este terrible baño de sangre,
a estas graves violaciones de los derechos humanos y a la
destrucción de Siria".
John Kerry, que viajó hasta Vilna para explicar la posición de
Washington, celebró este acuerdo.
"Estamos muy satisfechos con la declaración" de los europeos,
"una declaración fuerte basada en el principio de
responsabilidad", declaró antes de dejar Lituania.
La jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, celebró la posición
unánime europea y destacó su "importancia inestimable".
Los países europeos más prudentes mostraron su satisfacción por
el compromiso que el viernes asumió el presidente francés,
François Hollande, de esperar a la publicación del informe de la
ONU antes de que su país se embarque en una operación militar.
"Acogemos muy favorablemente las declaraciones de Hollande",
resumió la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, tras
la reunión.
"Esto permitió desbloquear las discusiones" en Vilna, dijo un
diplomático.
Opuesto a una intervención, el papa Francisco invitó a los
cristianos, practicantes de otras religiones y no creyentes a una
jornada de ayuno y oración este sábado y presidirá en la plaza de
San Pedro de Roma una velada de cuatro horas.
Sobre el terreno, los combates entre las fuerzas fieles al
régimen sirio y los rebeldes se reanudaron este sábado en la
ciudad cristiana de Maalula y sus alrededores, al norte de
Damasco, dos días después de que los insurgentes se retiraran de
una de las entradas de la localidad, indicó el Observatorio Sirio
de Derechos Humanos (OSDH).
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