Por Redacción
ARICA, PERU, 11 (AFP-NA). - La angustia crecía ayer al cumplirse el sexto día con nueve mineros atrapados por
derrumbes en un socavón en una montaña del sur de Perú, debido a
que comienzan a sufrir los primeros padecimientos en su salud.
Cuatro de ellos informaron -a través de una manguera que es el
único contacto con el exterior y mediante la cual se les envía
además agua y alimentos- que padecen de cuadros diarréicos.
"De los cuatro el más delicado es Félix Cucho, que sobrepasa
los 50 años", dijo Hubert Mallma, médico del ministerio de Salud
que conversó con ellos este martes a través de la manguera.
"Eso para nosotros es una preocupación, al inicio se pensaba
que serían rescatados en uno o dos días, pero ahora si se incuba
un proceso infeccioso nos puede complicar las cosas", explicó el
médico.
A través del ducto se les están enviando sales rehidratantes
"para que no se descompensen, pero al momento tenemos controlada
la situación".
El médico admitió que el tiempo de permanencia dentro del
socavón es crucial: "conforme pasan los días los problemas de
salud van a aparecer; primero era un estrés normal, pero ahora con
el paso de las horas a ese estrés se añaden las infecciones
estomacales".
Pese a los males estomacales los nueve atrapados "están con
buen ánimo, no están decaídos totalmente", añadió Mallma.
La brigada de salud ha optado por lavar con agua clorada la
manguera por la que se les envía alimentos y se han comenzado a
hacer análisis del agua, en la presunción de que ese es el
causante de las diarreas, aunque sin descartarse que la causa
pueda estar al interior del socavón.
Los mineros están atrapados desde el jueves 250 metros tierra adentro, en un túnel horizontal, tras el derrumbe en un socavón del cerro donde se encuentra la mina cuprífera Cabeza de Negro, distrito de Yauca del Rosario en la región Ica. La mina Cabeza de Negro es un yacimiento artesanal e informal de cobre y que es explotada en condiciones precarias luego que la explotación legal de la mina fuera abandonada hace más de dos décadas por sus propietarios.
Mientras tanto los trabajos en el interior del túnel continúan
sin descanso día y noche para rescatar a los mineros.
De acuerdo a un último informe del ingeniero Edward Bejarano,
uno de los dos ingenieros que dirigen las operaciones de rescate,
se avanza en la consolidación de cuadros de madera para evitar
nuevos derrumbes, que constituyen el principal problema para
socorrer a los mineros.
"Técnicamente no se puede afirmar con precisión el momento en
que van a salir", señaló Bejarano.
Bejarano compartió el optimismo de la ministra de la Mujer, Ana
Jara, quien la tarde del lunes se mostró esperanzada en que los obreros bloqueados saldrían "en las próximas horas".
"Se trabaja con celeridad, hay que mantener la calma, no puedo
hablar de tiempos", apuntó por su lado el ingeniero César Alarcón.
Desde la parte alta del cerro los socorristas envían troncos de
eucalipto hacia la hondonada donde se ubica la entrada de la mina
mediante un sistema de poleas y cables.
De esa forma los maderos cuelgan y recorren por el aire una
distancia aproximada de cien metros hasta el campamento en pocos
segundos, lo que aligera las labores.
En el campamento, otro grupo de brigadistas secciona los
troncos para que tengan la medida adecuada y son llevados de
inmediato al interior del socavón para construir los cuadros de
madera y contener los derrumbes.
"En todo momento hay riesgo, hemos avanzado el 80%, pero todo
depende del control que se lleve de los deslizamientos, de esa
manera se pueden armar las estructuras de madera", relató Antonio
Apaza, minero con 25 años de experiencia en la minería formal.
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