Por REDACCION
BRASILIA, 5 (AFP-NA). - Otra sorpresa sacudió la
increíble campaña electoral en Brasil en la víspera de los
comicios: la ecologista Marina Silva ha quedado tercera en los
últimos sondeos y Aecio Neves puede ser el rival de la presidenta
Dilma Rousseff, gran favorita, en un balotaje.
La ecologista Marina Silva, que entró en la carrera
presidencial inesperadamente hace apenas un mes y medio, tras la
muerte del candidato oficial del Partido Socialista en un
accidente aéreo, había logrado desplazar al socialdemócrata Neves
al tercer lugar.
Llegó incluso a ser la gran favorita en un eventual balotaje,
superando a Rousseff por 10 puntos.
Pero en los últimos días, sin el respaldo de un gran aparato
partidario como el que tienen sus dos rivales y con mucho menos
tiempo gratuito en televisión, esta exempleada doméstica que
quiere ser la primera presidenta negra de Brasil está en tercer
lugar en tres diferentes sondeos, mientras sus dos rivales han
crecido.
No obstante, la diferencia entre Silva y Neves, del poderoso
Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), es tan pequeña que se
considera que ambos están en empate técnico a menos de 24 horas de
los comicios: el socialdemócrata tiene entre 26% y 27% de
intención de voto, contra 24% de la ecologista, según sondeos de
Datafolha e Ibope.
Rousseff, una exguerrillera del Partido de los Trabajadores
(PT, izquierda) que aspira a dirigir Brasil por otros cuatro años
y promete la continuidad de los programas sociales que han sacado
a unos 40 millones de la pobreza, sube en las encuestas, de 44% a
46%.
Más de 142 millones de brasileños están en condiciones de votar en la elección presidencial de la principal economía latinoamericana y de uno de los integrantes del Grupo BRICS (con Rusia, China, e India entre otros) que representa a países emergentes.
Las elecciones del domingo definirán también los gobernadores de los 26 estados más el Distrito Federal y, en el Congreso, los 513 diputados y 27 de los 81 senadores. Más de 400.000 miembros de las fuerzas del orden -incluidos 30.000 militares- están movilizados para garantizar la tranquilidad de las elecciones.
Pero si este domingo Rousseff no logra el 50% más uno de los votos
válidos, habrá un balotaje el 26 de octubre con el segundo más
votado: Neves, el preferido de los mercados, que promete hacer que
Brasil vuelva a crecer, o Silva, exministra de Medio Ambiente,
defensora de "una nueva política" que rompa la hegemonía de 20
años de gobierno del PSDB y el PT.
En un segundo turno, Rousseff lidera asimismo la intención de
voto: ganaría a Silva por 49% a 39%, y a Neves por 48% a 42%,
según Datafolha. El instituto Ibope señala que Rousseff ganaría a
cualquiera de ellos por 45% contra 37%.
Los brasileños están divididos entre los defensores de las
conquistas sociales de Rousseff y su predecesor, Luiz Inacio Lula
da Silva (2003-2010), y los partidarios de un cambio tras cuatro
años de magro desempeño económico y una inflación que ha llegado a
superar el 6,5%.
Joao Augusto de Castro Neves, analista de Eurasia Group, dijo a
la AFP que las elecciones serán "casi como un plebiscito sobre los
12 años del PT" en el poder.
A pesar de que son favoritos, serán "las elecciones más
difíciles para el PT", señaló por su lado el politólogo Lucio
Rennó, de la Universidad de Brasilia.
En su último acto de campaña, Neves, de 54 años, recorrió las
calles de la región metropolitana de Belo Horizonte, capital del
estado de Minas Gerais (sureste), que gobernó durante dos mandatos
y donde votará este domingo.
Marina Silva, de 56 años, participó en un mitin en el estado de
Sao Paulo, donde criticó al PT y al PSDB por unirse "en la misma
artillería" en su contra y aseguró que entrará al segundo turno.
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