Por REDACCION
TEHERAN, 16 (AFP-NA). - El religioso moderado Hasan
Rohani sorprendió este sábado al imponerse en la primera vuelta de
las elecciones presidenciales de Irán con 50,68% de los votos, una
victoria que marca el regreso de los moderados y los reformadores
al gobierno tras años de control del poder por los conservadores.
Rohani sucede a Mahmud Ahmadinejad, cuya reelección cuestionada
en 2009 dio lugar a masivas manifestaciones violentamente reprimidas.
Rohani prometió durante la campaña más flexibilidad en el
diálogo con Occidente, pero su victoria no marcará sin embargo una
ruptura en la política de la República Islámica, ya que los temas
estratégicos, como el programa nuclear o las relaciones
internacionales, están bajo la autoridad directa del Guía Supremo,
Alí Jamenei.
El sábado por la noche en un mensaje leído en la televisión
estatal, el presidente electo saludó "la victoria de la moderación
sobre el extremismo", pero insistió para que la comunidad
internacional "reconozca los derechos" de Irán en materia nuclear.
Rohani, apoyado por los sectores moderado y reformador, "obtuvo
18,6 millones de votos (50,68%) de un total de 36,7 millones
expresados", declaró el ministro de Interior, Mohamad Mostafa
Najjar, en la televisión.
Agregó que "la participación había alcanzado 72,7%" de los 50,5
millones de electores convocados a las urnas, contra 85% en 2009.
El ganador fue felicitado por los otros candidatos así como por
Ahmadinejad. El Guía Supremo también se expresó y afirmó que "todo
el mundo debe ayudar al nuevo presidente y a su gobierno".
Aunque es el representante del ayatolá Jamenei en el Consejo
Supremo de Seguridad Nacional, Rohani defendió una mayor
flexibilidad en el diálogo con las potencias occidentales, cuyas
negociaciones dirigió entre 2003 y 2005 bajo la presidencia de Jatami.
Durante la campaña, mencionó incluso la posibilidad de una
negociación directa con Estados Unidos, enemigo histórico de Irán.
Pero había precisado no obstante que su "gobierno no será un
gobierno de compromiso y de rendición".
Las elecciones se celebraron con una grave crisis económica
como telón de fondo debido a las sanciones internacionales
impuestas al país por su programa nuclear. Estas produjeron un
alza del desempleo, una inflación superior al 30% y una
depreciación del rial de casi 70%.
FESTEJOS EN TEHERAN
Inmediatamente después de los resultados oficiales, varios
miles de iraníes salieron a las calles de Teherán para "festejar"
la victoria.
En el centro de la capital, unas mil personas marchaban el
sábado por la noche por la avenida Vali Asr, con retratos del
nuevo presidente pero también de Jatami y de Rafsanyani, constató
la AFP.
En varios sectores de Teherán los automovilistas circulaban
tocando bocina, según testigos.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.