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Internacionales Domingo 1 de Junio de 2014

Reprimen en Turquía a miles de manifestantes

EN UNA MARCHA PARA CONMEMORAR PROTESTAS DE 2013

REDACCION

Por REDACCION

ESTAMBUL, 1 (AFP-NA). - La policía turca antidisturbios

disparó gas lacrimógeno y utilizó cañones de agua en Estambul y en

Ankara contra centenares de manifestantes en el primer aniversario

de las protestas antigubernamentales de 2013.

La policía se enfrentaba a centenares de manifestantes en la

calle Istiklal, cerca de la plaza Taksim de Estambul, acordonada

por unidades antidisturbios, según un periodista de la AFP en el

lugar.

En la capital Ankara, la policía antidisturbios utilizó gas

lacrimógeno y cañones de agua contra miles de manifestantes en

la céntrica plaza Kizilay.

Los opositores al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan,

habían convocado para este sábado manifestaciones en Estambul y en

las grandes ciudades de Turquía para la conmemoración de las

protestas y denunciar el creciente autoritarismo del gobierno.


Antes, un grupo de manifestantes prendió velas y lanzó palomas

en el parque Guven, donde un hombre de 26 años, Ethem Sarisuluk,

murió de una bala en la cabeza disparada por la policía el año pasado.


El gobierno islamista conservador prohibió, como viene siendo

habitual últimamente, cualquier concentración entorno a la plaza

Taksim de Estambul, corazón de las protestas iniciadas en mayo de

2013, y amenazó con detener a aquellos que participen.

"No podéis ocupar Taksim como hicisteis el año pasado, ya que

debéis respetar la ley (...) Si lo hacéis, el Estado hará todo lo

necesario para garantizar su seguridad", declaró este sábado

Erdogan durante un discurso en Estambul ante miles de partidarios.


Ante el riesgo de nuevos enfrentamientos entre manifestantes y

fuerzas del orden, el gobierno movilizó 25.000 hombres y unos 50

cañones de agua, como los utilizados recientemente para reprimir

las protestas antigubernamentales por la muerte de cientos de

mineros en la localidad de Gezi.


Miles de policías empezaron a desplegarse a primera hora de la

mañana en la plaza Taksim con la consigna de impedir cualquier

concentración.

"Sabemos lo que vivió Turquía el pasado mes de junio (...) No

queremos que estos incidentes se reproduzcan", señaló esta semana

el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu.


En la madrugada del 31 de mayo de 2013, la policía desalojó

violentamente el parque de la plaza Taksim, donde cientos de

militantes ecologistas se oponían a su destrucción en el marco de

un proyecto urbanístico.

Estas protestas, alimentadas por la represión, se convirtieron

rápidamente en una oleada de contestación política sin precedentes

contra Erdogan, que gobierna el país desde 2003, y en la que

participaron 3,5 millones de turcos, según cifras oficiales de la

policía. 

La represión de estas manifestaciones del año pasado dejó al menos ocho

muertos, más de 8.000 heridos y miles de detenidos.

La tensión política generada en las revueltas de Gezi continúa

viva un año después, estimulada por un escándalo de corrupción que

salpica al gobierno islamista conservador del Partido de la

Justicia y el Desarrollo (AKP) desde el pasado invierno. 

Sin embargo, estos escándalos no pasaron factura al Ejecutivo

del popular primer ministro, quien venció las elecciones

municipales del 30 de marzo y se prepara para anunciar su

candidatura a la presidencial de agosto.

Tras los disturbios de Gezi, Erdogan se esfuerza en poner fin a

cualquier protesta amordazando a la prensa, purgando a la policía

y proponiendo una serie de leyes, denunciadas como contrarias a la

libertad, para reforzar su poder en la justicia y controlar las

redes sociales.


"Las autoridades turcas iniciaron una caza de brujas contra

aquellos que se manifiestan", denunció el presidente de la

Federación Internacional de Derechos Humanos, Karim Lahidji.

El primer ministro avivó la tensión el viernes, al volver a

expresar su teoría del complot. "Las organizaciones terroristas

manipularon una juventud moral y financieramente débil (...) para

atacar nuestra unidad y nuestra economía", afirmó en referencia a

los jóvenes de Gezi.

Frente a las crispación gubernamental, las ONG, sindicatos y

actores de la sociedad civil, a la cabeza de la revuelta de junio

de 2013, esperan aprovechar el primer aniversario para reavivar el

"espíritu de Gezi". El portavoz del colectivo Taksim Solidaridad, Mücella Yapici,

lo expresó así: "a pesar de esta política basada en la violencia y

la injusticia (...), con voluntad determinación y creatividad

bajaremos a la calle".

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