Por Redacción
MADRID, 11 (AFP-NA). - El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el rescate a la banca española partió de Madrid, y no de sus socios europeos, y que gracias a sus medidas de austeridad el país logró escapar a una intervención como las de Grecia, Portugal o Irlanda.
"A mí nadie me ha presionado, y no sé si debería decir esto, pero el que he presionado he sido yo porque quería una línea de crédito" para recapitalizar el sector bancario, afirmó Rajoy, pese a que hace menos de dos semanas aseguró categóricamente: "no va a haber ningún rescate de la banca española".
Al término de una videoconferencia de los ministros de Finanzas de la zona euro convocada de urgencia el sábado, el titular de Economía español, Luis de Guindos, anunció que España pediría financiación para recapitalizar a los bancos que lo necesiten.
Inmediatamente después el Eurogrupo se declaró dispuesto a conceder una ayuda de hasta 100.000 millones de euros al organismo público español encargado de la reestructuración del sistema bancario, que inyectará el capital en las entidades que lo necesiten.
En el poder desde diciembre, el gobierno conservador de Rajoy ha llevado a cabo sucesivas reformas y recortes -que afectan al mercado laboral, la educación o la sanidad entre otros- con el objetivo de reducir el déficit del país de 8,9% en 2011 a 5,3% este año y calmar a los mercados.
"Si no hubiéramos hecho lo que hemos hecho en los cinco últimos meses, lo que se hubiera planteado ayer era la intervención del reino de España", aseguró Rajoy en su primera aparición pública tras el rescate a la banca.
El jefe del ejecutivo conservador, que aseguró estar "muy satisfecho" con la ayuda a su país, defendió que ésta servirá para dar mayor credibilidad a la moneda común europea.
UNA SEÑAL CLARA
BRUSELAS, 11 (AFP-NA). - La decisión de acordar un rescate a la banca española es una señal muy clara dirigida al mercado por los países de la zona euro sobre su determinación de actuar de manera decisiva para evitar la contaminación, declaró ayer el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
"Se trata de una señal muy clara para el mercado sobre la determinación de la zona euro para tomar medidas decisivas para calmar las turbulencias y la contaminación", afirmó en una declaración televisada desde Bruselas.
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