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Internacionales Domingo 19 de Octubre de 2014

Obispos concluyen sínodo sin acuerdo sobre los divorciados y homosexuales

Sin lograr consenso en los temas centrales, durante el debate se buscó un equilibrio entre las posturas de progresistas y conservadores. Y si bien no se aprobaron reformas profundas, al menos se coincidió en que "la Iglesia no debe excluir a nadie".

REDACCION

Por REDACCION

CIUDAD DEL VATICANO, 19 (AFP-NA). - El primer sínodo de

obispos sobre la familia convocado por el papa Francisco se

clausuró este sábado con la aprobación de un documento que no

logró el consenso de la mayoría de los prelados sobre los

homosexuales y los divorciados. 

La "Relatio Synodi", como se llama el documento final, fruto de

dos semanas de encendidos debates en el Vaticano sobre los

problemas de la familia moderna con el fin de abrir la Iglesia a

las uniones libres, los divorciados y los homosexuales, generó

divisiones dentro del episcopado mundial.


En total 183 "padres sinodales", en representación de los

obispos de todo el mundo, participaron en la votación y cada

punto, de los 62 párrafos del informe, fue sometido al voto.

Tres puntos (52, 53 y 55) no obtuvieron la mayoría de dos

tercios requerida, entre ellos los referidos a la homosexualidad y

al acceso a la comunión para los divorciados que se vuelven a

casar, explicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.


"Eso no quiere decir que han sido rechazados, sólo que no

lograron el consenso", aclaró.

Toda la documentación, tanto los borradores como las 460

correcciones, ha sido publicada por el Vaticano.

"El papa ha querido que se publique todo, con total

transparencia, lo que demuestra un alto grado de madurez", explicó

Manuel Dorantes, uno de los portavoces.

El sínodo en sustancia aprobó abrir un debate a todos los

niveles dentro de la Iglesia sobre temas aún tabú como la

homosexualidad y la comunión para los divorciados casados en

segundas nupcias.

Pese a la ofensiva de los sectores más conservadores para que

esos puntos fueran eliminados, los obispos acordaron seguir

estudiando cómo acoger a esos católicos.

"Se ha tenido en cuenta la visión de obispos de culturas

diferentes, como la africana", recalcó el cardenal austríaco

Christoph Schonborn al reconocer que el texto final resulta más

mesurado.

Todo parece indicar que una mayoría moderada desea una salida

para que los divorciados que se vuelven a casar puedan acceder a

la comunión, así como una pastoral sobre la homosexualidad, al

instar en el informe a acoger a los homosexuales "con respeto y

delicadeza".

"Se discutió con franqueza y coraje", reconoció el papa, quien

asistió en silencio a todos los debates, en ocasiones muy

enérgicos.

"Si no hubiera habido discusiones animadas me habría

preocupado", comentó Francisco ante los obispos.

"Tenemos un año para madurar (...) y para encontrar soluciones

concretas a tantas dificultades y desafíos", agregó.

Antes de la votación los obispos enviaron un breve mensaje de

clausura en el que confirmaron su deseo de seguir "reflexionando"

sobre los puntos más problemáticos.

Igualmente reiteraron la voluntad de la Iglesia de "no excluir

a nadie" y mantener "la puerta abierta" para todos, como Cristo

invita. 


FRANCISCO MIDIO

SUS REFORMAS 

El amplio margen de aprobación del documento final, permitió al

papa argentino medir el nivel de aceptación de las reformas que

impulsa.

La petición del acceso a la comunión de algunos casos de

divorciados vueltos a casar tras un "camino penitencial" tuvo el

voto favorable de 104 padres sinodales y 74 en contra, mientras la

acogida a los homosexuales cosechó 118 votos a favor y 62 en

contra.


El informe será divulgado en todas las diócesis del mundo junto

con un cuestionario y servirá de base para el próximo sínodo,

programado para octubre del 2015.

"Estamos sólo en una primera etapa", insistieron durante una

conferencia de prensa los cardenales Raymundo Damasceno Assis, de

Brasil, y Gianfranco Ravasi, de Italia.


Al término de ese largo proceso, el papa decidirá las reformas

que adoptará.

Los obispos procedentes de países pobres, abrumados por la

campaña mediática de los conservadores, insistieron más en los

efectos de la crisis económica sobre la familia, en los

desempleados, refugiados, prófugos, realidades que encaran a

diario.

Otros prelados pidieron que se traten temas como el aborto, el

suicidio, la adopción, entre otros y han hecho un llamado para que

los gobiernos y las organizaciones internacionales promuevan los

derechos de la familia.

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