Por REDACCION
SOWETO, SUDAFRICA, 11 (AFP-NA) .- Tras el apretón de
manos entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y el
líder cubano Raúl Castro durante la ceremonia de homenaje a Nelson
Mandela, este martes en el estadio de Soweto, la Casa Blanca
afirmó que no estaba programado.
Las imágenes de la ceremonia, transmitidas en directo por las
televisiones del mundo entero, mostraron el apretón de manos sin
precedentes entre los dos líderes, que intercambiaron también
algunas palabras, segundos antes de que Obama subiera al escenario
para pronunciar su discurso.
"Este no fue un encuentro programado", dijo un alto funcionario
de la Casa Blanca. "Por sobre todo, hoy se trata de honrar a
Nelson Mandela, en ello se concentró el presidente durante el
servicio fúnebre. Apreciamos que gente de todo el mundo esté participando en esta ceremonia", destacó.
"Cuando Obama se dirigía a la tribuna, estrechó las manos de
todo el mundo en su camino, no hizo otra cosa que intercambiar
saludos con los dirigentes", dijo por su parte a algunos
periodistas el consejero adjunto de seguridad nacional
estadounidense, Ben Rhodes, durante el vuelo de regreso a
Washington en el avión (presidencial) Air Force One.
Tras el saludo con Castro, el presidente estadounidense saludó
con un beso en la mejilla a la jefa de Estado brasileña Dilma
Rousseff.
En el año 2000, el entonces presidente Bill Clinton y el líder
cubano Fidel Castro intercambiaron gestos de cortesía y algunas
palabras en la Cumbre del milenio de la ONU en Nueva York.
Estados Unidos y Cuba carecen de relaciones diplomáticas desde
1961. Estados Unidos aplica un embargo comercial contra Cuba desde
1962, que todos los años es condenado
por la Asamblea General
de Naciones Unidas.
Recientemente, el gobierno de Estados Unidos elogió los cambios
políticos realizados en Cuba, pero sigue considerando que el país
constituye "una excepción" en América Latina, lamentando el
"autoritarismo que sigue marcando la vida de los cubanos", en
palabras del secretario de Estado John Kerry.
Obama había dicho antes que Estados Unidos debía continuar
revisando su política hacia Cuba. "Cuando Castro llegó al poder yo
acababa de nacer. Así que la idea de que las mismas políticas que
desarrollamos en 1961 serían todavía tan efectivas hoy no tiene
ningún sentido", afirmó entonces el jefe de la Casa Blanca.
Pese al embargo en vigor, "centenares de miles de
estadounidenses" visitan anualmente La Habana y "centenares de
millones de dólares en comercio y transferencias" fluyen de
Estados Unidos a Cuba, afirmó recientemente Kerry.
El sitio oficialista Cubadebate.cu saludó este martes como un
gesto esperanzador el estrechón de manos entre Obama y Castro.
"Obama saluda a Raúl: que esta imagen sea el principio del fin de
las agresiones de EE.UU. a Cuba", indicó el pie de foto.
Obama enfrentará probablemente algunas críticas domésticas a su
gesto, pues Cuba es un tema que divide en la política estadounidense.
Obama ha
sido muy crítico en lo que respecta a los derechos humanos y la
falta de libertades en la isla".
El claro gesto de Obama a países como Cuba, que se reclaman
cercanos a Mandela pero no siguen su ejemplo de perdonar a sus
enemigos y crear estados plurales, habría sido hecho a sabiendas
de que será protegido de esas críticas domésticas, según observadores.
"Hay muchos líderes que se reivindican de la batalla de Madiba
por la libertad, pero no toleran la disidencia en su pueblo", dijo
Obama, bajo el lluvioso ambiente reinante en el estadio donde se
celebró la ceremonia.
Como candidato presidencial, Obama fue caracterizado como
ingenuo y peligroso por rivales de ambos partidos por sugerir que
como presidente le gustaría hablar con sus enemigos sin
condiciones previas.
No está muy claro si el gesto de este martes significará un
deshielo en las relaciones entre ambos países.
Las tensiones se han reducido desde la llegada de Obama al
poder, pues ambos países establecieron una serie de medidas que
fomentan la confianza en materia de cooperación aérea, rescate
marítimo y migración.
En 2011 Obama atenuó las restricciones en visas, remesas y
viaje. Las medidas deben ampliar los viajes relacionados con la
religión. Asimismo, autorizan a cualquier aeropuerto ofrecer
vuelos chárter y se restauran iniciativas culturales suspendidas
por el anterior gobierno de Bush.
Al mismo tiempo se está avanzando en negociaciones para
restaurar el servicio postal directo entre ambos países.
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